EN LA GUAGUA: «¿Cómo se forma una personalidad?»

Ella venía hablando como un papagayo desde la parada. Que si no había podido entrar al círculo social Abreu Fontán porque todavía no se había abierto la temporada de verano, que en la carpa del circo no había podido conseguir algo de comer. En fin, ella y su niña venían extenuadas.

Abordaron un P-10 (de Playa a La Víbora) y, cuando llegaron al final, un muchacho joven le dio el asiento a la pequeña. Y ahí comenzó el diálogo, luego de que la señora agradeciera el gesto.

—Uno les da lo mejor a los hijos. Ellos no son conscientes de eso, pero cuando sean grandes pensarán: «mientras yo comía pollo, mi papá comía huevos». Eso fue lo que yo siempre vi en mi casa. Y ahora la historia se repite.

—Sí, es cierto, el sacrificio que uno hace por los hijos es inmenso. Mira yo ahora, con el calor que hay y viniendo a la playa por la niña.

—Cuando los hijos son pequeños no se dan cuenta, pero luego agradecen el actuar de los padres.

—¡Y eso de quitarse algo de comida para ellos también lo valoran y hasta influye en la personalidad!

Hasta ese momento, las personas iban escuchando en silencio. Pero la que estaba a mi lado, apenas oyó esto último, se arrimó y me dijo: «¡Ahora resulta que quitarse algo de comida influye en la personalidad! Uno tiene que escuchar cada cosa en las guaguas...».

Por temor de que se armara un comentario, no le respondí. Creo que lo mejor fue la callada por respuesta. Posiblemente, otros pasajeros pensaron lo mismo. ¿Habría que preguntarle a algún psicólogo lo que verdaderamente influye en la formación de la personalidad? Quizás ella lo dijo pensando en la formación de valores, en las buenas conductas ciudadanas. Porque personalidad es algo más que todo eso.