Papá también está embarazado

Papá también está embarazado
Fecha de publicación: 
16 Junio 2019
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Fotos: Yaciel Peña

Deyanira está en su tercer mes de embarazo y la fatiga y los vómitos no la dejan tranquila. Tampoco a Osniel.

No es una errata. No se saltó una línea al leer. Osniel, el esposo de la mamá primeriza, se siente aquejado de síntomas parecidos a los de ella, pero cuando el estómago se le revuelve como si estuviera en la montaña rusa, trata de ocultar la situación aunque a veces la palidez lo delate.

Y no es que este joven y futuro papá sea un hipocondríaco. Ningún padecimiento mental lo aqueja. Sencillamente está pasando por lo que otros igual pasan, aunque se lo callen por pena al qué dirán y hasta a cómo los mirarán.

Sin embargo, investigaciones científicas han demostrado que algunos de los papás, sobre todo los primerizos, se ven aquejados del llamado Síndrome de Couvade o embarazo empático.

A consecuencia de ello, se ha comprobado que sufren interesantes cambios biológicos que les acarrean sensaciones similares a las de su pareja.

Experimentan una elevación de los niveles de estradiol (estrógeno implicado en la conducta maternal de los mamíferos asociado a la ternura y emociones similares) y descenso en los de testosterona.

Las variaciones hormonales que se les presentan a la par que a su compañera les pueden generar síntomas semejantes a los de ella como las consabidas náuseas y vómitos.

A la vez, al conocer la buena nueva de que serán padres, les disminuyen los glucocorticoides, una hormona asociada con el cortisol, que se libera a consecuencia del estrés.

En paralelo con lo anterior, secretan más cantidad de prolactina (la hormona relacionada con la capacidad de amamantar) y esto se traduce en falta de apetito, fatiga, intolerancia a determinados olores, somnolencia y aumento de peso.

Después del nacimiento del niño, también se ha constatado que en ciertos padres de estreno se elevan los niveles de oxitocina como mismo ocurre en la madre, y ello tributa a un más estrecho vínculo con el recién nacido.

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Entre los primeros científicos en investigar el tema, se apunta la bióloga Katherine Wynne-Edwards, de la Universidad de Queen, en Kingston, Ontario, quien junto a la psicóloga Anne Storey comprobó el papel de la prolactina en las sensaciones y sentimientos del “papá embarazado”.

También otra investigación llevada a cabo por el doctor Arthur Brennan, de Kingston University, en Londres, confirmó el determinante papel de la prolactina, al punto que los niveles de esta hormona aumentaban cuando los padres cargaban a sus crías.

Parece ser, según detallan algunos entendidos que estar próximos a la esposa embarazada puede influir en esas singulares sensaciones vividas por algunos padres. Ocurre que la saliva y el sudor de las gestantes emiten señales químicas que impactan en los cambios hormonales en sus compañeras.

Los esposos que se encuentran más alejados físicamente de las barrigonas no reciben las influencias mencionadas o las perciben de un modo muy leve.

Cerebros paternales

Aseguran que la paternidad también influye en el cerebro de Ellos al punto de aumentar la materia gris a consecuencia de las muchas nuevas conductas que incorporan a raíz del nacimiento del bebé.

Todas esas novedosas formas de hacer tienen su reflejo en modificaciones en el encéfalo. Así lo asegura el doctor Juan Blanco López, en su tesis para obtener dicho grado científico “Hombres. La masculinidad como factor de riesgo. Una etnografía de la invisibilidad”, de la universidad española Pablo de Olavide.

Aunque, obviamente, los hombres no vivencian la llegada del nuevo ser con los mismos cambios que acontecen en el cuerpo y la mente de la mujer -quien, además, debe dar a luz a su hijo-; ellos sí son asediados por temores, curiosidades y dudas acerca de cómo asumir el rol de padres.

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A tal punto les embarga ese tipo de sentimientos que algunos incluso llegan a sufrir la llamada depresión postparto.

En la revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría la doctora Emilia García Castro indica en su artículo Psicología y psicopatología de la paternidad: «Los últimos estudios que se han realizado han demostrado que efectivamente existe la depresión posparto en los hombres. Se habla de que afecta entre el 5 % y el 10 % de los padres, presentando síntomas parecidos a los de las madres, y es más frecuente en aquellos que no viven con sus hijos o son padres primerizos... ».

Aunque sin duda resultan curiosos, los cambios quizás más importantes no son los mencionados hasta ahora. Aquellos que de verdad merecen aplausos son los que han ocurrido en las formas de concebir la paternidad.

Si bien tradicionalmente, la figura paterna se veía como aquella encargada de dar los permisos, la voz de la autoridad, y también el proveedor;  desde hace un tiempo están aconteciendo interesantes transiciones en ese orden.

En la actualidad, los padres, como tendencia, evidencian una transición cultural en su rol, abriendo mayores espacios a las demostraciones de afecto y ternura hacia sus descendientes, a la vez que también se encargan, en cierta medida, de ofrecerle cuidados asistenciales, es decir, los referidos al aseo, la alimentación y otros.

A nivel internacional y obviamente también en esta isla caribeña, se va ganado en la comprensión de que los hijos son responsabilidad por igual de mamá y papá. Ambos tienen los mismos derechos y deberes en cuanto a su descendencia.

En Cuba, donde las investigaciones sobre paternidad empezaron a espigar desde mediados del siglo pasado, aunque continúa prevaleciendo una arcaica masculinidad hegemónica, se hacen también evidentes las transiciones en ese orden.

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Persisten estereotipos, pero la Encuesta Nacional de Igualdad de Género reveló que el 40% de los hombres y mujeres entrevistados subrayó la importancia del padre durante la infancia de los hijos.

No obstante, los lastres que arrastramos asomaron su oreja peluda cuando casi el 60% dijo estar "de acuerdo" o "de acuerdo en parte" con que los bebés necesitan más cercanía de la mamá que del papá. El 51% consideró que un hombre no puede darles el mismo cuidado que una mujer.

Mucho se ha estudiados, pero aún queda mucho por indagar en cuanto a paternidades, sobre todo considerando que ellos cada vez se conducen más de acuerdo con su condición de personas emocionalmente activas, de seres sensibles. Por tanto, cada vez son más aquellos convencidos de que besar al hijo, mostrarle su ternura, nada les resta y sí que les aporta en su estatura de padres contemporáneos.

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