Alain Pérez: «Como el café bueno, que se cuela bien»

Alain Pérez: «Como el café bueno, que se cuela bien»
Fecha de publicación: 
3 Junio 2019
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Cuba te devuelve la sonrisa, dijo en conferencia de prensa durante la reciente edición del Cubadisco, y en exclusiva con CubaSí comentó lo que ha significado el reencuentro con el público de su tierra:

«Una gran alegría. Siempre es bonito que el pueblo, el público, que es tu gente, que es el alimento espiritual, que es la inspiración, dé una respuesta positiva como la que he tenido; bueno, a través de toda mi carrera, pero mi carrera en Cuba, ahora, es un momento importante para mí, el más importante».

Sin dudas, su participación como jurado en el programa La Banda Gigante le abrió las puertas de las casas de toda Cuba, pero la clave de la aceptación y el diálogo que en poco tiempo ha conseguido Alain con la familia cubana está en la franqueza:

«El programa de televisión y todo el trabajo que he venido haciendo, que no es fácil: son muchas horas, muchos días, mucho sacrificio, cada noche, cada concierto... Cada entrega tiene que ser sincera para que el público llegue a quererte, a sentirte tal y como eres, lo más sincero posible siempre».

Pero esa sinceridad es también consigo mismo y con su música. El respeto a las esencias le sube la parada, pero, al mismo tiempo, es una carta de triunfo para este multiinstrumentista y cantante:

«Yo no he querido hacer concesiones; ni he querido bajar la guardia; ni decir “voy a hacer esto, que es más fácil”, ni “me voy a parecer a fulano, que está pega’o”. Yo he venido con mi música, con los brazos abiertos, de corazón».

Saber de dónde vienes no garantiza el final feliz, pero es siempre una brújula útil para no perder el camino. Las fuentes, los orígenes, están muy claros para Alain Pérez:

«Yo vengo de Matamoros, de Arsenio, Cuní, de Van Van, de Irakere, de NG la Banda; yo vengo de toda esa gente y entonces ahora estoy yo, pero feliz, feliz porque Cuba es Cuba, esto está hecho con condimento, con sustancia, con amor, con sentimiento».

Mucho lo hemos visto cerca de los jóvenes, como productor musical, con vocación de maestro. En el Piña Colada asistimos a una clase práctica donde pareciera que le iba la vida en hacerles entender a quienes comienzan la importancia de distinguir entre la clave de son y la de guaguancó, el papel del bajo en todos los formatos, la necesidad de conocer a fondo antes de fusionar, detalles que van de lo simple a lo complejo para salvar siempre la buena música. Sobre ese interés por llegar a la juventud nos comentó:

«Yo sencillamente lo que hago es compartir mi energía, mi experiencia, con estos jóvenes talentosos como Brenda Navarrete... Ahora le produje el disco a Eduardo Sandoval, que estuvo nominado al Cubadisco; a Roly Berríos... Cosas distintas, porque aunque me vean haciendo música cubana, no sé, digamos salsa, timba, son, pero en la vida real la formación que uno trae me da el argumento, el bagaje para poder producir cosas distintas: música alternativa, jazz, latin jazz, trova, música cubana contemporánea».

Mucho trabajo, eso le ha dado a Cuba: «He trabajado bastante, han sido dos años y medio súper intensos, de muchos compromisos, pero resultados también».

De ella ha recibido lo más grande: «Era el momento de regresar y abrazar a mi gente, porque ese calor de mi país, de mi tierra, es lo que soy yo, lo que canto, lo que toco; es lo que me despierta cada día».

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