Lucha cubana: Entre dos cetros de Irán y el frío de Krasnoyarsk

Lucha cubana: Entre dos cetros de Irán y el frío de Krasnoyarsk
Fecha de publicación: 
31 Enero 2019
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Dos escenarios competitivos de rigor tuvieron nuestros gladiadores en el Grand Prix Ivan Yariguin, de Krasnoyarsk, Rusia, y la Copa Takhti en Irán. 

La lucha cubana inició su ruta crítica competitiva de este 2019 con la mirada puesta en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú; y la clasificación olímpica rumbo a los Olímpicos de Tokio 2020. Preparación sólida, fogueo, y mejora de todas las capacidades de cada uno de sus efectivos constituyen la premisa del que fuera designado mejor deporte individual de Cuba en el año precedente.

Dos escenarios competitivos de rigor tuvieron nuestros gladiadores en el Grand Prix Ivan Yariguin, de Krasnoyarsk, Rusia, y la Copa Takhti en Irán.

Los clásicos en busca de imponer su ley

Para nadie es secreto que, a este lado del Atlántico, e incluso entre las mayores potencias, la lucha grecorromana cubana ha logrado imponer su ley, mantenerse en ese excelso entorno.

En suelo iraní mantuvieron esa contundencia al agenciarse dos cetros y una presea de bronce. Oscar Pino (130 kg) y Gabriel Rosillo (98) bañaron de oro sus trusas, en tanto Javier Duménico (60) se vestía de bronce como parte de una lid que acogió a 109 gladiadores de nueve países, con los anfitriones al mando de la competición luego de adueñarse de los otros ocho vellocinos.

Por naciones, con solo cinco efectivos, los de la Mayor de las Antillas se colocaron cuartos-78 unidades, solo superados por los anfitriones (240), Azerbaiyán (134), y Georgia (109).

De vuelta a los performances en solitario de Pino, Rosillo y Duménico, iniciamos con el doble medallista universal súper pesado Pino, quien se anotó cuatro sonrisas (21 ptos a favor y cinco en contra).

Lo emuló Rosillo en los 98, con 37 rayas en su haber, triunfos abultados y únicamente cuatro adversos, además de tres superioridades técnicas y una pegada en sus veredictos. Excelente noticia esta, pues Rosillo es la segunda figura en ese peso, donde Yasmany Lugo, subtitular de Río de Janeiro 2016, constituye la principal carta de triunfo.

Cierra Duménico, únicamente víctima en semifinales 0-6 del reconocido anfitrión Mehrdad Mardani. La actuación de los nuestros se completó con la décima plaza de Yosvany Peña (77).

Calibrando a los libristas

Si bien es cierto que, a diferencia de la edición precedente del Grand Prix Ivan Yariguin en esta ocasión los nuestros se fueron sin medallas, también lo es balancear de forma general un rendimiento en el cual se discutieron seis preseas de bronce con 13 efectivos, y los elencos del estilo libre se ubicaron ambos en la sexta posición (45 ptos los hombres entre gladiadores de 14 países); y (44 las féminas entre una docena de naciones representadas).

Rusia regenteó en uno y otro sexo. Sus hombres se adueñaron de las diez coronas en disputa y las féminas se impusieron en tres categorías de peso, con cuatro platas y par de bronces, dando fe de que continúan siendo la principal potencia de la disciplina.

Hablábamos de Lima, rendimientos y posibles rivales directos de las principales cartas de triunfo antillanas. En esa cuerda, el hueso más duro de roer que tendrán nuestros luchadores en tierras del Cuzco serán sus homólogos estadounidenses.

Para tener una idea más exacta en ese sentido baste señalar que en el sector varonil se ubicaron cuartos (64 unidades), con par de bronces en 57 y 79 kg, amén de no ser esta última división olímpica y por consiguiente no estar en el programa de los Juegos Panamericanos.

Sus féminas igualmente recalaron en la cuarta plaza (79 rayas), con cetros en los 53 y 72 kg y el bronce de los 50.

Individualmente entre nuestro combinado varonil, mezcla de figuras establecidas y noveles, pugnaron por una presea Cristian Solénzal (65 kg) y quien fracasó 2-1 ante el anfitrión Radzhimurav Rashidov; Franklin Marén (74), quien continúa demostrando tener madera de grande pues cayó por la mínima 3-4 ante el curtido local Magomed Kurbanaliev; y el novel de 17 años Arturo Silot, víctima 0-7 del mongol Uitumen Orgodol.

Entre las damas el máximo brillo corrió a cargo de Yacqueline Stornell (62), con victoria 6-2 sobre la húngara Marianna Sastin, y luego tres reveses ante dos exponentes de Rusia; la novel y titular olímpica de la juventud Milaymis de la Caridad Marín (72), dos reveses, incluido 4-5 por bronce ante la mongola Nasanburmaa Ochirbat; y Mabelkis Capote (76), dos sonrisas y otros tantos deslices, incluido el 0-4 ante la germana Aline Rotter por el tercer puesto.

Ese es el panorama en esta arrancada a ritmo de tackles y desbalances. Esperemos a ver qué sucede próximamente en los Internacionales Granma-Cerro Pelado (15-23 de febrero), los cuales se pintan como un termómetro ideal para calibrar rivales de mayor cuidado rumbo a Lima.

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