Testigos de Luyanó, en La Habana, narran paso del tornado (+ VIDEO)

Fotos: Alina Mena Lotti / CubaSí

Hombres tirando escombros por azoteas, mujeres con escobas en las manos, ancianos con rostros destruidos por los pesares de la vida y de la naturaleza, fueron las primeras imágenes de uno de los desastres más grandes que han ocurrido en la capital del país.

En la «frontera» entre las barriadas de Luyanó y Lawton, mis ojos vieron lo nunca visto, y valga la redundancia. Fachadas de madera totalmente convertidas en añicos, ventanas sin cristales, vehículos destruidos, lámparas tambaleándose sin reguardo alguno. Y lo peor, cientos de miles ya no tienen casas.

De tránsito hacia el trabajo, la parada necesaria fue en las inmediaciones de los barrios de Luyanó y Lawton, donde el paisaje cotidiano se transformó en un verdadero escenario de guerra. El tornado que arreció con todas sus fuerzas a La Habana quedará en la historia como de los peores eventos meteorológicos que han dejado consecuencias nefastas.

Y ante tanta tragedia, la mano solidaria, el amigo que brinda un techo, el vecino que da lo que tiene, mientras adultos, niños y adolescentes «pasean» las miradas entre tantos destrozos, con celulares y tabletas. Cuba se ha convertido en noticia una vez más, pareciera como si el mal tiempo siempre nos estuviera jugando una mala pasada.

Pero entre tantas y tantas noticias que parten el alma, aquí seguimos los cubanos, desafiando las tormentas, y escuchando desde todas las latitudes del mundo frases como esta: ¡Fuerza, pueblo cubano!

CubaSí recogió los testimonios de algunos de los testigos de Luyanó, que vivieron por pocos minutos este evento, pero que lo describen como lo más aterrador que les haya sucedido. Al momento de conocer estas impresiones, las personas se encontraban aún impactadas cuando vieron, a la luz de la mañana, la destrucción que dejó en su localidad.

Diana Rosa Ramos Cubillas, residente en Remedios entre Luis y San José, relata los destrozos que dejó el tornado en su vivienda: perdió los cristales de su casa, se le rajaron los tanques del agua. Casi no puede hablar, está aún conmocionada por los sucesos.

Mientras, a Roxana Nicabal, que vive en San José entre Mangos y Remedios, se le rajaron las paredes de su casa. Cuenta a CubaSí que estaban viendo el Noticiero, y de pronto vieron unas luces y sintieron como si fuera un avión muy cerca: era el tornado. Ella y su familia vieron como las casitas del frente de su casa se caían en pedazos para un lado, pues eran de madera.

Daysi Lig Lon hoy cumple 67 años. Reside también en San José entre Mangos y Remedios y comparte las mismas sensaciones: «Se sintió como un avión muy bajito, que no dio tiempo a nada. Acabó con todo lo que se encontró a su paso: a mí me llevó el marco de la puerta y me arrancó el techo de la parte de atrás de mi casa».

Las imágenes, aterradoras, completan este relato: