Cuando las ideas sirven de brújula

Cuando las ideas sirven de brújula
Fecha de publicación: 
18 Abril 2018
0
Imagen principal: 

En un transporte, de los llamados “almendrones”, con más personas de las que realmente pudieran ir sentadas de manera cómoda, un hombre advirtió en una pancarta un mensaje relacionado con las elecciones en Cuba y, casi como un resorte, preguntó: “Bueno, ¿ustedes pueden decirme quién será el próximo Presidente?”.

La interrogante provocó un sinnúmero de conjeturas y algunos nombres de la política cubana se mencionaron entre las posibles propuestas.

Aun cuando ninguno de los que iban en el “almendrón” sabían la noticia de que la sesión constitutiva de la IX Legislatura —prevista inicialmente para el 19 de abril— se había adelantado para un día antes, el tema ha estado en la calle en los últimos días como pan caliente.

Desde los ámbitos intelectuales y académicos, hasta quienes desempeñan los oficios más tradicionales, los campesinos, los obreros y trabajadores; lo cierto es que hoy mucha gente se hace la misma pregunta desde una posición común: la defensa del proyecto social que Cuba lleva adelante.

Las cifras del reciente proceso electoral así lo demuestran. El 11 de marzo, cuando el pueblo se convocó para elegir a los 605 diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el  82.90 por ciento de los más de ocho millones de cubanos con derecho al voto acudió a las urnas, y solo el 5.6 por ciento anuló la boleta o la dejó en blanco.

Algo similar ocurrió el pasado 26 de noviembre, cuando más de siete millones de electores, para el 89.02%, votaron para elegir a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, es decir, los delegados de base.

Entonces, ¿apoyan o no los cubanos el proyecto social socialista emprendido por la Revolución casi desde su nacimiento?

Profundo dolor y gran pesar para quienes piensan un país diferente al que durante varias décadas ha sido conducido por la llamada Generación histórica.  

Tal y como señaló Fidel en más de una ocasión, la Revolución comenzó en 1868 y continua hasta nuestros días, porque se fundó sobre la base de justos y patrióticos ideales, basados en la defensa de los derechos de las mayorías, que es decir del pueblo.

Un colega, a propósito del tema, aseguraba que en la Cuba de hoy muchos pudieran ser Presidente, no solo por la capacidad e inteligencia demostradas desde la ciencia y lo académico, sino también desde la fidelidad y lealtad a la Patria. No se trata de nombres, ni de hombres, sino de continuar las ideas y los principios.

Aún cuando el debate popular “maneje” varias propuestas, lo que sí está claro, sin discusión alguna, es que los destinos del país están trazados. Ahí están los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.

“Continuar” es la palabra idónea para pensar en el futuro que se nos avecina como país.

Esmel Valera Sabugo, un joven abogado, Máster en Derecho Constitucional y Administrativo, decía que hoy no podemos comparar a las nuevas generaciones con la histórica, por la envergadura moral que esta ha tenido, porque ha hecho la Revolución, oportunidad que no han tenido las más jóvenes generaciones.

Y agregaba: “ellos nos legaron este proceso, entonces hay que mirarlos desde sus condiciones y méritos, porque en realidad si uno compara siempre va a encontrar las diferencias y no nos vamos a ver representados en esas nuevas generaciones. La nueva dirección del país dará continuidad a nuestra Revolución, rectificando lo que sea necesario y contando con el respaldo de todo un pueblo”.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.