Detalles son pequeños de los dos….

¿Qué son los detalles?, ¿cuánto marcan la vida de cualquier persona?, ¿cuánto hay de amor en ellos?

Muchas veces parecen insignificantes, sin embargo los detalles alimentan el amor, y me atrevo a asegurar que cuando no se “cultivan” las relaciones transitan por la vida tal y como decía el poeta José Ángel Buesa, “pasarás por mi vida sin saber que pasaste”.

Hoy pregunté a mis colegas ¿qué son los detalles? Y comprendí que lo asumen de diversas maneras. Alguien dijo “es un abrazo o un beso inesperado”, “dormir bien juntitos”, “escuchar la más original de las alabanzas”.  

Otros los consideraron “generosidad”, “buenas intenciones”, “muestras de empatía y de cariño”.

Creo que los “detalles” no precisan de una fecha, de una ocasión determinada, de un cumpleaños o un aniversario. Le auguro “buen futuro amoroso” a quienes tienen esa actitud incorporada en su vida, y vale decir que no solo con su pareja.

Los detalles son tan importantes para alegrar y despertar ilusiones no solo a quienes tenemos a nuestro lado como novio/a, esposo/a, sino también a nuestros seres más queridos, hijos, padres, nietos, hermanos.

Tampoco son exclusivos de un sexo, de una edad, de una época. Han existido siempre y quizás las personas sensibles e inteligentes han sabido "sembrarlos" en sus descendientes.

Al margen de los regalos (por supuesto también válidos), los detalles dejan huellas, alejan los olvidos, y nos hacen ver cuán importante somos para quienes nos tienen en cuenta.

"Detalles tan pequeños de los dos, son cosas muy grandes para olvidar, y a toda hora van a estar presentes, ya lo veras", es una frase preciosa del cantautor brasileño Roberto Carlos muy presente en nuestro país en épocas anteriores. No obstante, ¿quién dice que ha pasado de moda?

Los detalles varían en un amplio espectro. Los hay verdaderamente originales, tradicionales y hasta arraigados a costumbres. Pero lo más importante es que existan, que nos alegren la vida, que nos “traduzcan” muchas veces lo que no se sepa expresar con palabras.

Por lo pronto yo sigo esperando, quizás una flor, quizás una llamada, quizás un email, quizás la ilusión de un viejo amor…