Occidente recibe el Año Nuevo blindado ante posibles ataques terroristas

Estados Unidos (EE.UU.) y los principales países de la Unión Europea (UE) refuerzan su seguridad ante la llegada del Año Nuevo y la posibilidad de que haya un atentado, tras un 2017 en que el terrorismo se agudizó en Occidente.

La vigilancia será mayor en los accesos a la plaza de Times Square, donde se reunirán más de un millón de personas para despedir el año, a raíz de los atentados del 31 de octubre, que costaron la vida a ocho personas, y del 11 de diciembre, sin víctimas mortales pero con varios heridos, en un pasillo de la red suburbana a sólo pasos de donde se dirá adiós al 2017.

En Francia, donde han muerto 241 personas desde 2015 por ataques terroristas, el Ministerio del Interior anunció que habrán 139.400 miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos bomberos, personal de salvamento y artificieros.

En París las autoridades policiales también realizaron sus labores en Navidad.
 

El objetivo será “garantizar la seguridad tanto de los franceses como de los turistas” y “permitir el buen desarrollo de este momento popular y festivo en un clima sereno”, en un país que lleva más de dos años bajo amenaza terrorista.

Otra nación que ha sido víctima recurrente de este tipo de organizaciones es el Reino Unido. En su capital (Londres) la principal preocupación será el espectáculo pirotécnico a orillas del río Támesis, restringido a 100.000 personas.

En España, Madrid y Barcelona reforzarán la seguridad en sus centros urbanos, con la colocación de "elementos de protección" después de que el pasado agosto un atentado terrorista en la capital catalana acabara con la vida de 15 personas y dejara más de un centenar de heridos.

Las autoridades de la capital madrileña limitaron la circulación de furgonetas y vehículos pesados, mientras que la emblemática Puerta del Sol, que recibe anualmente la tradicional celebración de Fin de Año, solo podrá acoger 20.000 personas.