Trump los apadrina: Halcones Negros en el Pentágono

Trump los apadrina: Halcones Negros en el Pentágono
Fecha de publicación: 
24 Diciembre 2017
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¿Quién dijo que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no oye consejos? Bastó que expertos militares dijeran que Estados Unidos no estaba adecuadamente preparado para resistir un ataque de Rusia y China para que la mentalidad gorilesca del controvertido mandatario, tan exacto para sus negocios y los de sus socios, elaborara todo un informe en el que destaca la consideración de calificar a Rusia y China como potencias hostiles.

Nada alejado de la verdad, cuando hace seis meses la inteligencia norteamericana admitió –claro que no hubo bombo ni platillos- que Moscú estaba desarrollando una política totalmente defensiva y que Beijing estaba más ocupado en mantener el statu quo en Asia, con el fin de seguir creciendo económicamente, combatir el cambio climático y desarrollar las zonas más atrasadas.

En este contexto, ambas potencias criticaron en sendas declaraciones la "mentalidad de Guerra Fría" y el "carácter imperialista" de la administración de Donald Trump.

 En la visión que tiene Washington del mundo, los dos países aparecen como hostiles y competidores de Washington: "China y Rusia desafían el poder de Estados Unidos, su influencia y sus intereses, e intentan erosionar la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos", reza el documento.

La respuesta no se hizo esperar. "Instamos a Estados Unidos a que cese de deformar voluntariamente las intenciones estratégicas de China y que abandone sus conceptos ya superados, como su mentalidad de Guerra fría", indicó Hua Chunying, portavoz del ministerio chino de Exteriores, en un encuentro con la prensa.

En el mismo sentido se expresaron las autoridades rusas, a quienes Estados Unidos acusa de interferir en sus asuntos internos: "El carácter imperialista de ese documento es evidente, tanto como el rechazo a renunciar a un mundo unipolar, un rechazo insistente", declaró a la prensa el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, quien agregó: “El gobierno ruso no puede aceptar que traten al país como una amenaza a la seguridad de Estados Unidos".

Agencias occidentales de noticias reconocen lo sorpresivo de la declaración norteamericana, luego de las recientes  entrevistas de Trump con los presidentes chinos, Xi Jinping, y ruso, Vladimir Putin.

El documento acusa a China de querer "suplantar a Estados Unidos" en Asia, de robar información o de querer extender su "sistema autoritario". "China jamás llevará a cabo su propio desarrollo a expensas de otros países. Al mismo tiempo nunca renunciará a sus derechos e intereses legítimos", replicó el portavoz de Beijing

Pero ambas potencias están inmersas en una intensa rivalidad comercial. Washington ha tomado medidas aduaneras sin precedentes contra los productos fabricados en China. A pesar del informe, Trump quiso adoptar posteriormente un tono menos agresivo y en su discurso se felicitó de la cooperación entre los servicios de inteligencia rusos y estadounidenses que, según Moscú, sirvieron para frustrar un atentado en San Petersburgo.

"Fueron capaces de detener a terroristas sin ninguna pérdida humana", dijo Trump, asegurando que podrían haber muerto "miles" de personas. "Es así como deben funcionar las cosas", añadió, elogiando la cooperación en estas cuestiones con Putin.

Pero, realmente, todo es una cortina de humo para justificar el enorme presupuesto militar de 750 000 millones de dólares para el próximo año fiscal, sin contar las partidas para cuestiones de seguridad y otras designadas por Trump  “en interés de la seguridad nacional”.

Asimismo, realza el importante papel de la rama militar en la economía del país, y apuntó que está ayudando a aumentar el Producto Interno Bruto y hacer descender la tasa de desempleo.

Por eso, el informe presidencial considera que el arsenal nuclear ruso es en este momento "la mayor amenaza para la existencia de Estados Unidos".

Pero tal como si el “chinito taiwanés” de los Halcones Negros estuviese preocupado por la supuesta amenaza de la República Popular, Estados Unidos reafirmó su compromiso de proveer de armas “defensivas” a Taiwán, con base en el Acta de Relaciones con Taiwán, en concordancia con el nuevo informe presentado por Trump, el cual recalca “el papel de Taiwán en la estrategia en el Indo-Pacífico que se fundamenta sobre la prioridad militar y seguridad” de Estados Unidos.

Tal estratega imperial sigue contemplando mantener una poderosa fuerza marítima y terrestre preparada para “anular las amenaza nuclear norcoreana”, y un amplio plan para presionar y sojuzgar a América Latina, con el fin de apoderarse de sus riquezas, de lo cual comentaremos próximamente.

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