Rubiera: Un popular hombre de ciencias

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Rubiera: Un popular hombre de ciencias
Fecha de publicación: 
16 Septiembre 2017
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En pleno apogeo para reparar los perjuicios ocasionados por el azote del huracán Irma a la urbe habanera, una de las afectadas por el evento tropical, este popular hombre de ciencias comentó en exclusiva a Prensa Latina sobre aspectos interesantes de este y otros meteoros que tocaron territorio cubano.

Durante muchos años han sido numerosos los huracanes, pero en grado de dificultad yo comparo a Irma con el primero que inauguró esta etapa activa de dichos fenómenos, exactamente en el año 1995, señaló Rubiera.

Sin embargo, fue en 1996 que se produjo el huracán Lily, que atravesó las provincias centrales de Cuba; si hablamos de peligro este fue el de la recurva o cambio de dirección.

En el caso de Lily, en el Mar Caribe, cuando se nos presenta va hacia el norte, está ocho horas de La Habana, pero viene una vaguada por el continente que sabíamos cambiaría su dirección, y es cuando se da un ángulo muy amplio desde la capital cubana hasta la provincia central de Santi Spíritus, precisamente por esa inseguridad que había, explicó.

Aún sin mucha experiencia en etapas anteriores de lo que era un huracán, llega entonces Lily, cuando no teníamos un sistema bien preparado para huracanes.

Las comunicaciones con las estaciones, por ejemplo, eran por radio de onda corta, las antenas comenzaron a caerse como un efecto dominó y llegó un momento en la mañana del 18 de octubre de 1996 en que sabíamos que había pasado por la costa oriental de la Isla de la Juventud, pero exactamente no conocíamos su paradero, precisó el especialista.

El agregó que entonces la información concreta la ofreció una persona, la cual tenía una estación meteorológica en un central azucarero, 'y gracias a esa persona ubicamos la posición de Lily y por dónde iba a salir'.

Lo comparo, no porque Irma tuviera una situación igual, nada de eso, pues con este reciente fenómeno los modelos de pronóstico funcionaron muy bien, sino hago el paralelo, porque, aunque sabíamos que Irma tenía que ir hacia el norte, no lo hacía, se movía un poco para allá, otro poco y hacía un lacito, hasta que finalmente subió y dije, bueno ya, tranquilos, descansados, afirmó.

Rubiera, sin tecnicismos y con palabras sencillas, explicó qué es una vaguada, sistema al cual antes se le decía ondonada, pero al cual en el resto de los países no lo conocen por ese nombre.

Si usted va a Venezuela nadie sabe qué es una ondonada, si va a México tampoco, y así, porque vaguada es el nombre que se emplea meteorológicamente en el vocabulario internacional, y ese organismo no es más que un eje de baja presión en la atmósfera que por delante tiene vientos del suroeste y cuando esos vientos agarran al ciclón tropical lo llevan al nordeste, detalló.

Departió asimismo con el equipo de Prensa Latina sobre los fenómenos de esta índole, 'y aunque no podemos bajar la guarda, pues en la segunda decena de octubre existe un pico secundario muy importante para Cuba, históricamente es un mes de gran actividad ciclónica en nuestro país'.

Frente a un evento de la categoría del huracán Irma, o de cualquiera de ellos, los cubanos tenemos mucha experiencia; de igual modo, a este pueblo le gusta conocer y estar informado, por lo que escudriñamos en temas más específicos hasta llegar al poco conocido fenómeno de reemplazo de ojo de huracán, de lo cual el Doctor en Ciencias Geográficas argumentó.

Cuando ocurre este fenómeno se sabe que estamos en un proceso de debilitamiento por unas horas y de fortalecimiento después, precisó.

El proceso se produce cuando se empieza a formar una pared externa en la misma pared del ojo normal, cuando eso ocurre y observamos la imagen de satélite, el ojo interior se va debilitando hasta desaparecer y entonces queda el ojo grande, que hace debilitar al huracán; a su vez, ese ojo grande se va estrechando hasta donde estaba el ojo anterior y por lo tanto empieza a subir nuevamente la intensidad del huracán.

Así detalló el Doctor Rubiera ante la curiosidad de manifestaciones naturales de este tipo.

Hombre versátil, de gran carisma, comunicativo, aficionado a la radio, a la fotografía, el meteorólogo cubano expresó su satisfacción al percibir el cariño de su pueblo y la utilidad de su trabajo para la gente, por lo que modestamente contestó al respecto:

Pienso que, por un lado llevo muchos años y tengo experiencia, y por el otro pudiera ser una cuestión de mi motivación por explicar lo más sencillo posible estos temas, como se los hubiera explicado a mi hermana, a un amigo o a cualquiera que no tiene por qué saber elementos técnicos de meteorología.

LO QUE TRAE UN HURACÁN

Irma fue bastante lluvioso, nos pasó, de una situación completamente desfavorable de la presa Zaza, a una posición de 77 por ciento de llenado; no quiere decir que la sequía se haya acabado, pero sí ha sido una lluvia fenomenal; ese es un aspecto positivo, y así lo hizo saber Rubiera.

Claro, hizo mucho daño y no queremos eso, pero fíjense la lluvia que nos dio Irma, pese a que los peores estragos fueron con el mar y los vientos, agregó.

Y si de situaciones positivas hablamos en medio de tanta adversidad, Irma también nos dejó a los cubanos más conciencia de cómo debemos actuar para mitigar al máximo las consecuencias de estos eventos y, sobre todo, salvaguardar las vidas humanas.

Irma también nos puso a los habitantes de esta nación caribeña aún más alertas, aportó más unidad, solidaridad y cooperación, y esos son elementos básicos, claves, para que un pueblo enfrente cualquier evento de similares magnitudes.

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