Final de la LSB: Fiebre de encestes dorada en Pinar

Final de la LSB: Fiebre de encestes dorada en Pinar
Fecha de publicación: 
12 Abril 2017
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Antes de comenzar la Liga Superior de baloncesto, nadie los daba como contendientes. Tras culminar la fase inicial en Santiago de Cuba con sólido 6-1, comenzaron a preocupar. Lo cierto es que Pinar del Río irrumpió en la historia del baloncesto masculino cubano, al obtener su primer título en seis desafíos sobre Matanzas, con marcador en el acto final de 63-53.

 

Mucho hay que ponderar de la tropa del otrora defensa de los equipos Occidentales, Andrés “Tatica” González. Comenzaría hablando de su seriedad táctica, tanto en ofensiva como en defensa, realizando transiciones y fuertes con las ayudas, combinando el marcaje personal con las diferentes variantes de zona, ubicándose bien bajo los tableros a la hora de disputar los rebotes.

En el costado ofensivo crucial devino la velocidad, materializando vertiginosos contragolpes de la mano de los hombres perimetrales Yosiel Monterrey, y los refuerzos Osmel Oliva y Dainier Martínez, de Artemisa y Ciego de Ávila, respectivamente, además de ser miembros de nuestra preselección nacional. En el caso de Oliva, seleccionado como el jugador más valioso del torneo y de los pativerdes.

Justamente Oliva tiró de la artillería vueltabajera con 22 unidades, apoyado en Monterrey (10), trabajo que se consolidó con el quehacer en zona de restricción de los internos Eliéser Quintana y otro refuerzo como el aguerrido agramontino Yoanis Baldó.

De sus rivales yumurinos ponderar el trabajo de las piezas claves y la necesidad de que hombres como Yasmany Dechapel, William Granda y Humberto García, jugaran aquejados de lesiones e incluso infiltrados. Ellos, junto al incombustible Yuniskey Molina,  y la experiencia de Danny Torriente, lo intentaron con todos sus recursos disponibles, pero no pudieron descifrar el algoritmo de los pativerdes que se coronaron ante una afición que abarrotó la sala 19 de noviembre.

En el frente de ataque de los yumurinos García (18 puntos), Granda (12) y Torriente (10), culminaron con dobles dígitos, pero hacia el medio tiempo no habían conseguido encestar triple alguno, como tampoco los monarcas, y únicamente habían comparecido cuatro veces a la línea de tiros libres, señal de que su juego interior no aportó los dividendos que el DT Allen Jemmott esperaba de sus pupilos.

Así, con defensa infranqueable, notables recuperaciones en momentos cruciales y velocidad letal de contragolpes, los pinareños hacia el epílogo del tercer cuarto ya habían sacado una ventaja de 11 cartones que a la postre resultó determinante. La daga lapidaria llegó con triples consecutivos de Monterrey y Oliva que extendieron a 17 la diferencia en la pizarra.

De hecho, ese tercer parcial vio el telón caer 49-37 para los de la provincia más occidental.

Del torneo

De forma general, nuestro baloncesto, pese a evidenciar en la definición choques por lo general disputados y con marcadores cerrados, carece de muchas cuestiones, como efectividad desde las tres distancias de tiro, especialmente en la línea de los suspiros, variantes tácticas ofensivas y en defesa que sirvan para romper un pico de tensión desfavorable, instalaciones y sistema competitivo de choques de local y visitantes que contribuyan a sembrar el interés y propicien un mayor espectáculo en la afición.

Además, urge revisar la hora de los choques, como también el nivel de la tríada arbitral que imparte justicia, especialmente en partidos de postemporada.

Esta final contó con una decena de hombres entre ambos quintetos que de una forma u otra han acumulado experiencias en nuestras selecciones nacionales. Aun así, el nivel de los desafíos, expresado en los bajos marcadores distó de una liga de encestes cercana al nivel medio de la región. Eso, independientemente de que nuestro clásico sea el único que se sustenta exclusivamente con jugadores domésticos, que al fenómeno de las deserciones tampoco hemos escapado en el deporte ráfaga, y que varios jugadores determinantes se desempeñan en este minuto en torneos foráneos.

Así toca decir adiós a otra edición liguera, inédita por los contendientes que llegaron a la final, pero que en definitiva fueron los dos mejores a lo largo de la campaña. Ganó pinar del Río, el mejor sobre la duela y se inscribió en la historia como conjunto campeón por vez primera. Enhorabuena y por ahora a esperar por los principales compromisos internacionales que se avecinan para las principales figuras vistiendo la casaca tricolor.

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