IV Clásico Mundial: Éxito bálsamo vs. China y… enfoque contra aussies

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IV Clásico Mundial: Éxito bálsamo vs. China y… enfoque contra aussies
Fecha de publicación: 
8 Marzo 2017
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Lo cierto es que la victoria 6-0 sobre los del Gigante asiático, resultó un bálsamo para la tropa de Carlos Martí, aún con vida y recuperada en lo anímico tras el revés inicial 6-11 frente a los nipones.

Y sí, digo en lo anímico esencialmente porque hasta ese cuarto episodio, en que los nuestros abrieron el marcador, la tensión y preocupación sobre un posible desenlace inundaba los rostros de muchos. Soy de los del criterio que el choque frente a los del Sol Naciente se perdió con un mes de antelación, o al menos se manejaba como derrota cuasi segura, pero de eso hablaremos más adelante.

De vuelta al desafío frente a China, hasta el cuarto acto no se demostró la superioridad antillana, y el veredicto distó del 12-0 de la versión precedente en la misma fase de grupos. Bruce Chen, el mismo zurdo que nos lanzó defendiendo los colores de Panamá en la edición pionera del 2006, se encargó de mantenernos a raya durante 2 y dos tercios de innings, pese a frisar los 40 años, haber disminuido su velocidad considerablemente y necesitar 50 envíos.

Del otro lado Vladimir Baños continuaba demostrando ser un pitcher de buena distribución de sus comandos y caminó hasta los albores del quinto capítulo.

De maniatar a la endeble ofensiva china se encargarían en lo adelante, Vladimir García, Liván Moinelo y Miguel Lahera, dejando en un solitario indiscutible a los rivales.

Madero al ristre, los nuestros habían dejado cinco corredores en circulación ante los lanzamientos de Chen, pero la emprendieron contra el relevista So.

Yoalkis Céspedes prendió la mecha con cohete impulsor que trajo a Carlos Benítez hacia el home, antes embasado en infield jit a tercera base. Luego, Roel Santos, sin dudas el segundo mejor hombre de nuestra novena desde el cajón de bateo hasta el momento, disparó un triple que limpió las almohadillas y colocaba a Cuba con ventaja parcial de 3-0. La cuarta se encargaría el torpedero Alexander Ayala de remolcarla con su segundo doblete de la noche.

Así, con la ventaja definitiva en la pizarra, los nuestros ampliaron la ventaja con otras dos anotaciones en el sexto y séptimo inning, para darles mayor tranquilidad al pitcheo relevo, que en esta oportunidad respondió con acierto y se probó antes del crucial examen frente a los de la Isla Continente.

¿Positivo? La productividad de la llamada tanda alta, liderados por Céspedes, Santos y Ayala. En lo anímico el conectar otros 14 inatrapables habla de que ciertamente la ofensiva no ha sido la Cenicienta de los últimos torneos, si sumamos los 11 que le conectaron al sólido pitcheo nipón y las seis anotaciones que les facturaron.

Negativo, el slump de Frederich Cepeda, aún sin conectar de jit en el tercer turno, la ansiedad de William Saavedra en su rol de quinto bate, y la ausencia de oportunidad en el primer tercio de choque. Al parecer nuestra tanda necesita carburar y desterrar el pre-arranque en cada choque.

Para el partido de vida o Muerte ante los australianos, Martí anunció en rol de abridor al diestro granmense Lázaro Blanco, pero de ser necesario echará mano de cuanto serpentinero necesite para aferrarse a sangre y fuego a un posible resultado favorable.

ESTOCADA SAMURAI INICIAL


Hablaba de la derrota anticipada a nivel de psiquis frente a los japoneses. Lo digo porque la estrategia de iniciar con NoelvisEntenza y dar de antemano la batalla por perdida, no la compartí ni la compartiré. Entenza durante toda la gira preparatoria se desempeñó como relevista estabilizador y pese a haber caminado en el choque, su designación habló a todas luces de un veredicto adverso preconcebido. Por cierto los relevistas utilizados por Martí hicieron aguas ante la batería de los anfitriones en el Tokio Dome.

Y los “dioses” del béisbol nos pasaron factura, pues ese encuentro estuvo 1-2 favorable a los nipones hasta el quinto acto. Marcador cerrado y en ese nivel, incluso en cualquier otro indicador de pelota con seis anotaciones y 11 cañonazos se gana un partido. Cuestionable igualmente la sustitución del hombre proa Roel Santos, por el arquetípico criterio de zurdo contra zurdo. Roel ha sido junto a Yoalkis, nuestra punta de lanza al bate, y en aras de preservar una alineación estable y efectiva, no debieron reemplazarlo.

La presión se convirtió en un enemigo de varias toneladas de peso, pues cuestiones elementales como vigilar a los corredores contrarios en circulación y tirar a las bases sobre conexiones fáciles con precisión, hicieron aguas. Me refiero a las dos bases que le robaron a Frank Camilo, con una tercera en el partido vs. China, y las dos marfiladas inexplicables del antesalista YurisbelGracial, sumado al del debutante Guillermo Avilés.

Hasta el momento los nuestros han dejado casi quince corredores en circulación, pues en el juego frente a los nipones dejaron otros siete.
Cuestiones que en aras de imponernos ante Australia, plantel que internacionalmente nos juega muy bien desde los Olímpicos de Atenas 2004, no nos podemos dar el lujo de cometer o permitirnos.

La expectativa está, el listón colocado en la justa medida. Los nuestros tienen un día para analizar todas las cuestiones, máxime cuando los aussies cedieron 1-4 ante Japón en su duelo inicial.

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