Cuando una estrella del diamante se va

Los aficionados en el estadio Augusto César Sandino se estremecieron de emoción durante la ceremonia de despedida al torpedero Eduardo Paret Pérez, quien como pelotero activo, brilló entre los grandes.

Debidamente engalanada, para el primer desafío del play off en la etapa de cuartos de finales entre los equipos de Villa Clara y Granma, la instalación deportiva vistió sus mejores galas para decir adiós al valioso atleta del conjunto naranja y de la selección nacional.

El público lo recordará como el jugador disciplinado, estimado y respetado por sus compañeros, capitán del equipo Cuba desde 2005.

Lo tendrán presente por sus demostraciones en el terreno, el hermetismo en su posición, los elegantes fildeos, su desplazamiento, hábiles manos y el tiro seguro, sin descontar la efectividad en el bateo y corrido de bases.

En la ceremonia de despedida al Rey Naranja, como lo identificó un cronista deportivo, fue aclamado por el público que le admira y abarrotó las gradas para disfrutar, además, del encuentro beisbolero en la noche de este miércoles.

Junto a familiares, y cortejado por jugadores de las ligas escolares y juveniles, Paret fue trasladado desde un extremo del estadio hasta el short stop, su tradicional posición como jugador, en una bella carroza adornada con una naranja, el número dos que le identificaba en su uniforme y las siglas del Villa Clara.

Julio Lima Corzo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Villa Clara, le entregó un certificado de reconocimiento y una foto del Comandante en Jefe, Fidel Castro.

También representantes de las organizaciones de masas y organismos del Estado en el territorio, le concedieron presentes y otros estímulos, en tanto que los integrantes de los equipos Granma y Villa Clara le felicitaron efusivamente.