Manrique se despide como héroe

Una lesión ocurrida durante el ejercicio de pódium cambió una historia que iba a ser mucho mejor aquí, pero acceder a tres finales a este nivel es algo inédito para la isla y adquiere especial relevancia en tales circunstancias.

Impedido de enseñarse a toda “máquina” en su especialidad fundamental, el all around individual, acopió fuerzas para las paralelas (15.625) y la barra fija (15.033), desde las que se despidió este martes en los lugares cinco y seis respectivamente.

«Con su ejecución en paralelas era medalla, no de oro, pero sí bronce, pero le quitaron entre cinco y seis décimas injustamente», aseveró su entrenador Carlos Gil en las afueras de una Arena Olímpica que acogió los debuts suyo y de su alumno en estas citas.

«De todos modos me voy muy contento de trabajar con el mejor gimnasta de Cuba de todos los tiempos, que a nadie le quepa duda», aseguró convencido de que el futuro traerá muchas más alegrías.

«Hemos sufrido, no obstante seguiremos adelante, y vamos a continuar colocando la gimnasia en lugares destacados», enfatizó antes de considerar que el nivel encontrado fue muy similar al del mundial del 2015, donde Manrique se llevó plata entre los máximos acumuladores.

«Él llegó aquí en perfectas condiciones, se lesionó porque son cosas que pasan en el deporte, y digo con base que llegó en el mejor estado físico porque antes de salir de Cuba se le hicieron pruebas biológicas que confirmaron que todo estaba perfecto», acotó.

Carlos habló con pasión de los esfuerzos para llegar a este momento, y agradeció la dedicación del personal médico que ayudó a la preparación en la isla y que le atendió ahora la lastimadura en el pie izquierdo de su pupilo.

Elogió el excelente estado de ánimo de este, siempre deseoso de salir a competir pese al dolor enfrentado, y el rigor con que se le aplicó y asumió el tratamiento.

Este martes subieron al podio de las paralelas el ucraniano Oleg Verniaiev (16.041), el estadounidense Danell Leyva (15.900) y el ruso David Belyavskiy (15.783), y al de la barra fija el alemán Fabian Hambuechen (15.766), el propio Leyva (15.500) y el británico Nile Wilson (15.466).

La gimnasia artística dijo adiós con los británicos reyes entre los hombres gracias a balance de 2-1-2, seguidos de Japón (2-0-1) y Ucrania (1-1-0).