Pesas cubanas rumbo a Río: Dos cartas detrás de estrategia cuestionable

Pesas cubanas rumbo a Río: Dos cartas detrás de estrategia cuestionable
Fecha de publicación: 
21 Julio 2016
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En lo personal creo que pudieron ser más efectivos los inscritos, especialmente luego de una estrategia de participación un tanto endeble dada la convergencia en fecha de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y el Mundial de Almaty, Kazajstán, y en consonancia no presentar a las primeras figuras en el concierto mundialista.

Sucede que el sistema de clasificación de la halterofilia compila los rendimientos de cada país en los últimos dos certámenes del orbe del ciclo olímpico. Ciertamente los nuestros tuvieron que jugarse el todo por el todo en el Campeonato Panamericano de la disciplina este año en Cartagena, Colombia. Por fortuna en suelo cafetero el elenco masculino lideró la tabla de puntuación gracias al total de 148 unidades sumadas por sus seis efectivos, mientras las cuatro féminas que pugnaron, se colocaron cuartas con 97 unidades.

Tal rendimiento colectivo les abrió las puertas de la urbe sudamericana a Yoelmis y Marina. Pues en ni en Almaty, ni luego en Houston, al año siguiente, las cosas nos salieron como estaban previstas. Para ejemplificar tomemos como referente las actuaciones de nuestros efectivos en la lid del orbe acogida por la ciudad estadounidense: allí Yoelmis Hernández terminó con biatlón de 340 kg (153-187) bien distante de sus mejores alzadas y varado en el lugar 16 entre 37 forzudos. Sucede que en la propia justa y tras fallar sobre 158 kg en el ejercicio de arranque, el pinero se lastimó la espalda baja y prácticamente no pudo contener los restantes pesos, ni siquiera en el envión, su movimiento fuerte.
Su coequipero Adriel La O 331 (150-181) recaló en la posición 20 de los 77; Vñictor Manuel Quiñones se fue en blanco en los 94; y Alejandro Cisneros 355 (160-195). Mientras, por las damas Marina 201 (88-113) se colocaba en la plaza 22.

VERDADES SOBRE LOS HOMBROS

Vayamos a una realidad. Pese a ser multimedallista del orbe en la modalidad de envión, el pinero de 30 años Yoelmis, no atraviesa su mejor momento, de ahí que considerarlo aspirante al podio bajo los cinco aros en Río sería en extremo osado. Durante la última etapa ha trabajado mucho sobre la flexibilidad, estabilizar la cuclilla y empujar con potencia apoyado en la fuerza de sus piernas, su principal recurso a la hora de levantar, para sincronizar con los codos y mejorar su arranque, su elemento más débil sobre la plataforma.

Los totales que le permitieron implantar plusmarcas en los Panamericanos de Toronto 370 (164-206), colocan a Yoelmis en la novena posición del escalafón. El iraní Kianoush Rostami 395 (175-220), el ruso Artem Okulov 391 (176-215), y el búlgaro Iván Markov 390 (179-211) parecen fuertes inexpugnables de aspiraciones, especialmente por el hecho de estar distanciados en una decena de kilogramos o más del resto de sus perseguidores en la élite.

Justamente el movimiento de envión, constituye el arma fundamental de Yoelmis, quien ha podido vencer 112 kg en los entrenamientos.

El dominio europeo y asiático en las diferentes categorías del levantamiento de pesas es incuestionable. Sin embargo, Yoelmis, junto al colombiano de los 62 kg Francisco Mosquera 315 (140-175), cuarto en el listado universal de esa categoría dominada con contundencia por el chino Lijun Chen 333 (150-183), constituyen dos de los ases de América con opciones sólidas de colarse en la puja por una presea.

La realidad de la capitalina Marina Rodríguez en los 63 es bien diferente. Al igual que Yoelmis, la otrora velocista concentra su poderío en la explosividad de las piernas y el empuje que le imprime a sus alzadas en al denominado clean and jerk, amén de que se ha enfrascado en pulir detalles técnicos asociados con la segunda mitad de ese ejercicio, luego de la recuperación y justo antes de iniciar el impulso final con la tijera.

Marina exhibe el puesto 16 en su división. Los progresos evidenciados en sus totales, son notorios, con 12 kilogramos por encima de lo realizado en Toronto y total en el certamen continental de Cartagena de 215 (93-122). Por cierto, la cafetera Mercedes Tigrero, novena con 235 (103-132) es la mejor posicionada de América.

Claro, siendo objetivos Marina está a años luz de la taipeiana Tzu-Chi Lin 261 (116-145), puntera del ranking. A ella la escoltan la china Wei Deng 259 (115-144) y la rusa Tima Turieva 252 (112-140), aunque esta última está, al igual que el resto de la comitiva del gigante euroasiático, a expensas del veredicto final del COI sobre su posible participación en Río.

Arranque, envión, guerra estratégica de kilogramos, manos blanquecinas del magnesio, nervios de punta y una plataforma que para algunos se antojará inmensa en Ríocentro.

En ese suspense Cuba intentará nuevamente adquirir protagonismo, luego de que el granmense Iván Cámbar (77 kg) se agenciara bronce hace cuatro años en Londres 2012, avalado por alzadas de 349 kg (155-194). Antes Pablo Lara en Atlanta 1996 con impresionantes 367.5 (162-205.5) había acariciado la gloria. La Mayor de las Antillas, en la magna sinfonía del músculo atesora dos cetros, una plata y dos bronces, para la posición 28 del medallero histórico liderado por la extinta Unión Soviética (39-21-2), China (29-13-8), Estados Unidos (16-16-11) y Bulgaria (12-16-8).

Sin frotar lámpara alguna y siguiendo la cuerda de vaticinios, la halterofilia será una de las disciplinas en las que nuestra armada regresará sin botín de la ciudad Maravillosa. Ojalá Yoelmis nos sorprenda.

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