Onix Cortés: “Tengo el tanque de energías como nunca”

Sucede que hasta este minuto poco más de 300 unidades la separan de los puestos de clasificación olímpica, y el Panamericano de La Habana que descorrerá sus cortinas hoy, otorga 400 unidades al rey de cada división.

En una carrera contra el tiempo, Onix batalla para sentirse óptima y suplir la ausencia por lesión que le imposibilitó incursionar en la gira asiática a finales del 2015 y atentó contra una posible mejor ubicación:

“Regresé del Mundial lesionada en el hombro, me reincorporé muy tarde y no tuve chance de participar en esos tres torneos. Abrimos el año con el Grand Prix de La Habana y perdí en el segundo combate con la israelí Linda Bolder (7ma-1 517). Luego hicimos el periplo europeo, donde en Dusseldorf  me ubiqué séptima y alcancé 80 puntos. Poco a poco he ido mejorando y actualmente estoy al 100%, sin molestias ni déficit.

“En los abiertos de Lima y Buenos Aires tuve buenos rendimientos. Un error táctico en Perú ante la colombiana Yuri Alvear, rival en extremo difícil —Onix exhibe ligera ventaja de 5-4 en los enfrentamientos particulares— me pasó factura, pues iba ganando por wazari. El fogueo es un elemento fuerte para medir tu nivel y alcanzar resultados”.

¿Más segura entonces?

“He mejorado muchísimo. Con el colectivo actual de entrenadores, hemos rediseñado nuestro sistema de preparación, con mayor balance de las cargas y eso ha contribuido a la desaparición de las molestias. Si el físico te acompaña, la psiquis destierra la ansiedad y otras preocupaciones.

¿Qué ejercicios priorizas ahora? ¿Randoris más provechosos?

“La pareja más incómoda que tengo acá es Yaiselis Manzano (63 kg), tiene muy buen kumi-kata y eso es lo que estoy buscando en estos momentos. Las europeas y asiáticas trabajan mucho sobre los agarres y ella tiene una forma muy parecida a ellas. Además, varias competidoras de mi categoría son zurdas y ella también lo es. Debo mejorar mucho los agarres, de hecho, trabajamos con una manga para subirla y no sé qué me pasa pero no lo logro. Ese esfuerzo individual es muy necesario.

“La técnica a la cual le tengo más confianza es el sode-suri (técnica de hombro). Acudo a ella en momentos de tensión, aunque me está saliendo bien el eri-seoi.

¿Recuerdos gratos y grises?

“El de mayor tristeza fue en los Panamericanos de Río de Janeiro en el 2007. Era muy jovencita, y me dolió mucho irme sin medallas, pues en el área ya estaba rankeada, lo que se me desmontaba el hombro y eso me dificultaba mucho competir. Más felices tengo dos: el bronce universal de Chelíabinsk, Rusia 2014 y el título del orbe juvenil del 2006”.  

¿Comienzos?

“A los nueve años en el colchón de 26 y 5ta, Playa. Antes practiqué atletismo, pensaron incluso captarme para la EIDE pero me decidí el judo y de aquella época le agradezco mucho de lo que sé a mi profesor Andrés Franco”.

Sé que tu mamá es una seguidora ferviente del judo, ¿eso se traduce en apoyo incondicional?

Mi mamá es más judoca que yo. Saber con certeza es muy difícil, pero yo por gratitud escogería nuevamente el judo: me ha dado todo lo que soy y tengo”.

¿Oponente difícil?

“La británica Sally Cownley se me ha hecho difícil en los últimos tiempos. Si volvemos a competir no me gana. La última vez la dominé, pero me trabajó con su excelente newaza. En el combate en el suelo debemos superarnos en un 120 %, porque las europeas lo trabajan mucho”.

Onix exhibe internacionalmente desde el 2006 a la fecha balance de 81 éxitos y 55 fracasos, según el sitio especializado www.judoinside.com. Al torneo continental de La Habana asistirán 203 judocas de 25 países. La categoría de Onix, contará con huesos de la talla de la cafetera Alvear (6ta del escalafón-1550 rayas en 70kg), la canadiense Kelita Zupancic (12-1 352-70), y la brasileña Maria Portela (810) por solo mencionar tres huesos. Confiemos en que pueda aferrarse a ese botín de 400 unidades y acceda a los privilegiados lugares de gracia rumbo a la cita bajo los cinco aros en suelo carioca.