Vida de un joven científico cubano: entre oportunidades y desafíos

Vida de un joven científico cubano: entre oportunidades y desafíos
Fecha de publicación: 
19 Enero 2016
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De niño siempre me gustó leer muchísimo… leía cualquier cosa que me caía en las manos desde que aprendí, y lo primero vinculado al mundo científico fueron las revistas Juventud Técnica, yo vivía en casa de mi abuela y mi tío las coleccionaba.

 

Hay emoción desbordada o como una suerte de aderezo en todo lo que dice. Habla también con las manos y adivino desvelos como parte del paquete colateral que cargan sobre su espalda los hombres de ciencia. También la modestia se enseñorea de su diálogo y a ratos me deja entrever su casta de grande, los minutos se van volando en mi grabadora y Moi (como le dicen algunos) me va mostrando también a la gran persona que es.

 

Estudié en la Escuela Vocacional Félix Varela, de Melena del Sur. Desde el inicio fue difícil el tema de la distancia. Luego, en 12 grado bajaron tres carreras y aquello suponía un reto enorme pero yo estudié muchísimo. Comenzaron los viajes a la Universidad de La Habana, para estudiar Bioquímica, y creo que me conozco de memoria la autopista. En el Instituto de Ciencia Animal (ICA) empecé a trabajar porque es el centro de investigaciones más cercano que tengo, había venido en 5to año de la carrera, me interesé por el trabajo y, desde esa primera vez, supe que quería estar en este lugar.

¿Cuánto esfuerzo supone tanta distancia?- le suelto.

 

Tanta distancia requiere un extra, salgo temprano y llego muy tarde, a eso de las seis o seis media de la tarde. Pero la ciencia siempre requiere un extra, más de ti. El científico es como un médico, sabía desde la carrera que este camino entrañaba un sacrificio porque hay que estar a tono con las últimas investigaciones y descubrimientos, seguir estudiando es algo de todos los días.

 

¿Qué haces aquí en el Instituto?

 

Me dedico al estudio del metabolismo mineral en animales rumiantes aunque he hecho pruebas en animales monogástricos. Tratamos de validar nuevas fuentes minerales para la producción animal además de probar otras que ya existen y que contribuyen a perfeccionar la nutrición.

Aparte de la bioquímica ¿Cuáles son las pasiones que ocupan tu tiempo?

Me gusta la informática, soy responsable de seguridad informática en mi departamento. Seguramente hubiera estudiado algo vinculado con ella. Soy también un fanático total del fútbol, hincha del Barca.

¿Cuáles serían las facilidades y/o dificultades que enfrenta un científico en Cuba?

 

Es evidente en el mundo de las ciencias el impacto del bloqueo económico. Lo percibes desde la falta de recursos en todos los campos. A veces, queremos hacer cosas pero no tenemos los radioactivos, los recursos necesarios y tenemos que buscar variantes. Ejecutar trabajos de conjunto con otros centros. Durante mi tesis, muchas determinaciones tuve que hacerlas en la Universidad de Villa Clara porque teníamos que recorrer esa distancia, hasta cinco veces en un año, porque no únicamente estaban las muestras de mi investigación también de otros investigadores. Las dificultades se ven en la escasa afluencia de recursos en diferentes centros, y algunos tienen impacto en la producción científica de la Cuba de hoy.

 

En cuanto a las facilidades, la preparación de nuestro personal es de excelencia. Lo mejor es que tienen la capacidad de transmitir ese conocimiento a las nuevas generaciones. Siempre hay que poner un poco de cada quien para obtener resultados, a partir de alternativas.

 

Consejo Científico Juvenil

 

Es único de su tipo en el país y radica aquí, en el ICA. Tiene una notable importancia para la formación del joven científico del instituto. Es un espacio para debatir, aprender, exponer nuestras investigaciones. Invitamos a jóvenes de otros centros para debatir temas vinculados a las ciencias aunque tocamos tópicos relacionados de manera que ganemos en integralidad.

 

En lo profesional, aparte del doctorado, ¿qué te falta?

 

Solo tengo ocho años de experiencia laboral, me falta mucho por aprender. Es más lo que me falta por aprender que lo aprendido. Aquí siempre hay algo nuevo. Son muchas las cosas, como diseñar investigaciones completas desde su planificación en una mesa hasta que puedes ver resultados en el campo investigado… me falta mucho por atesorar sobre la línea investigativa que desarrollo.

 

¿Queda algún momento para el descanso?

 

Sí, claro, descanso desde que me siento en la guagua. Todos los días me duermo en el camino a la casa, es casi una hora o más. Los sábados trato de dormir tanto como pueda. Mis padres tratan de cuidarme el sueño, pero este ritmo activa mi reloj biológico y nunca duermo más allá de las 9am. Generalmente me siento frente a la TV, visito a algunos amigos, pero en general paso mucho tiempo en mi casa. Procuro ayudar en los quehaceres hogareños porque se me da muy bien la limpieza.

 

¿Cuáles son los sueños de un joven de ciencia?

 

En lo personal, a veces me levanto deseando un cambio desde el punto de vista que todo esté garantizado en cuanto a mi investigación… imagino que un día me levanto y ya, soy Doctor y profesionalmente me siento realizado. Sin embargo, alcanzar esta meta implica renovar el compromiso con el sacrificio de todos los días. No es que esté cansado, sino que en algún minuto uno anhela, para sus adentros, ver sus sueños cumplidos, pero es preciso caminar, porque de un día para otro las cosas no se logran.

 

¿Qué experimentó un muchacho de Los Palos en su visita a Viena?

 

Antes había ido a España, estuve en la Universidad de Medicina Veterinaria de Zaragoza, también en Uruguay en la Universidad de Agronomía y esta tercera vez estuve en Austria. Estuve en la casa de Mozart, todo el tiempo me preguntaba eso mismo. Pero eso viene por la oportunidad que me da el ICA de formarme como científico, hay mucha prioridad aquí con los jóvenes, podemos aplicar a becas de investigación. Me gusta mucho mi trabajo, trato de hacerlo lo mejor posible.

 

A los que se inician en este trayecto, ¿qué les recomiendas?

 

La juventud tiene necesariamente que enfocarse en ser alguien en la vida, no es solo encaminarse hacia lo que da un sostén económico de la manera más fácil posible. No. Uno tiene que pensar con luz larga, tener aspiraciones, hay que estudiar, prepararse, hay que tratar de ser alguien. Seriamente, hay que tomar decisiones y ser consecuente con ellas. Desde que tengo recuerdo, yo estaba estudiando; tenía cinco años cuando entré a un aula por vez primera a estudiar, voy a cumplir 32, pero no me arrepiento.

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