Despidiendo el año, a lo cubano

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Despidiendo el año, a lo cubano
Fecha de publicación: 
22 Diciembre 2015
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Hay quienes en estos días de festejos de fin de año exclaman que este siglo está transcurriendo a la carrera, al tiempo que no dejan de interesarse por ir acumulando la imprescindible yuca para aderezarla con un buen mojo, la carne de cerdo, el arroz y los frijoles para el congrí, la ensalada de lechuga y un postre tradicional.

Sí, porque en la mesa del cubano, en correspondencia con sus posibilidades, se pone la cena del 31 de diciembre con productos tradicionales que integran el menú criollo, adquiridos en los últimos días para departir con familiares y amigos.

Ya sea por hábito familiar, por tradición de siglos que nunca llegó a languidecer o por ese espíritu fiestero que caracteriza a los nacidos en esta Isla y los hace sobreponerse a dificultades, lo cierto es que en cada hogar se despide el año con una comida diferente a la cotidiana.

Cuando casi los 365 días del 2015 han transcurrido, vale la pena preguntarnos cuáles serán los deseos personales que nos plantearemos para el 2016.

Lo principal es que, afianzados en nuestra autoestima, aspiremos a nuevos propósitos, a metas superiores que nos conduzcan a esforzarnos más, a luchar por llegar a lo que tanto deseamos. Esa pizca de optimismo debe ser como el granito de pimienta que de razón a nuestra vida en el nuevo año.

Entre los propósitos para el 2016 puede haber desde el más pequeño deseo, que abarque algo espiritual, hasta aquel que implique mucha dedicación, por ejemplo en la esfera investigativa, intelectual o de la producción y los servicios.

Es muy socorrida la frase de Año nuevo, vida nueva, en su más amplia acepción. Esta máxima puede incluir desde la renovación de la pareja, el cambio para un trabajo con mejores dividendos, la conclusión de la preparación profesional o de la vida laboral activa, la adquisición de un artículo para el hogar o hasta una permuta.

El nuevo año casi abre sus puertas, comienza una nueva etapa con sus días, infinidad de horas, minutos y segundos que podremos aprovechar o desperdiciar.

Por eso vale recordar que el tiempo marchará inexorablemente y de tu optimismo, perseverancia y laboriosidad dependerá en mucho, lo que el 2016 pueda depararte.

Cuentan los de más experiencia que el primer día del año marca el camino de los restantes 364. Debemos cuidar de los detalles en el vestir, a la hora de servir la mesa, con mantel, cubiertos, velas, flores, en fin, con lo que nos haga sentir más a gusto y con ese toque estético tan necesario.

No solo el 31 de diciembre representa una jornada para expresar o pensar en los deseos para la nueva etapa, es válido también para manifestar solidaridad, respeto, afecto hacia los demás, porque así nos sentiremos mejores personas.

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