Les Voix Humaines, cruzada por la cultura
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No podía ser de otra manera viniendo de la mano del maestro Leo Brouwer, quien tras décadas de impulsar un festival de música de cámara, logró reunir esta vez talentos de grandes amigos de todo el mundo, en su particular cruzada contra la banalidad.
"El entorno nuestro se ha ido deteriorando sonoramente y, manipulado por los medios, ha llegado a ser un (en criollo) batiburrillo, es decir, una repetición exhaustiva de lugares comunes y, en un gran porcentaje, de lo que llamo banalidad", afirmaba Brouwer en entrevista reciente a la periodista Katheryn Felipe.
Leo, considerado uno de los más geniales compositores y guitarristas a nivel mundial, no se queda cruzado de brazos ante la alarmante situación sonora que padecemos, sino que se empeña en que llegue a todos la buena música, esa de grandes valores, la que prefiere el maestro.
"Hacemos un festival de músicas que no se conocen, que no se tocan o que no se divulgan suficientemente, porque son difíciles y exigen una cultura de información a nivel mundial", explicó.
Es un festival inclusivo, sin prejuicios ni sectarismos, acota su directora y esposa de Leo, la musicóloga Isabelle Hernández. "Tiene que ver precisamente con el pensamiento del maestro Leo Brouwer, que está abierto a todos los géneros y manifestaciones".
Así, los cubanos hemos tenido el privilegio en estos días de disfrutar de conciertos y otras expresiones diversas de 350 músicos y artistas de 16 países, de ellos unos 25 estrenos nacionales e internacionales, en lo que sus organizadores catalogaron como una apuesta por la paz, la defensa del medio ambiente y la vida.
La cantante portuguesa Dulce Pontes, el pianista chino Lang Lang (unido al genio cubano de Chucho Valdés), el emblemático grupo vocal norteamericano Take 6, el gran contratenor alemán Andreas Scholl, la cantaora española Mayte Martín y el brasileño Rodrigo Ferreira fueron algunos de los que hicieron un hueco en sus agendas para llegar a la isla en un evento que no representa nada desde el punto de vista económico para ellos, pero que sí deja una huella en los que pudieron escucharlos.
De este lado se sumaron otros no menos reconocidos como Silvio Rodríguez, Ernán López-Nussa; la Camerata Sine Nomine; el grupo vocal Sampling, Yasek Manzano, Rochy Ameneiro, Diana Fuentes, David Álvarez y David Blanco, entre muchos otros.
Exposiciones fotográficas y plásticas, ciclos de cine, talleres de formación, flashmobs, presentación y venta de discos, libros y partituras, completaron una oferta de lujo que se extendió durante casi un mes.
La fiesta termina, pero lo más importante ahora es su saldo, cuando estamos inundados de música facilista, repetitiva y de pésima factura. Ya lo advertía el propio Leo: "Como dolorosamente la mente del hombre es manejada por la información, se puede convertir una cosa barata, pueril o kitsch (que es casi el 90 por ciento de lo que estamos oyendo), en algo rutinario y agradable".
Un festival, por bueno que sea, no conseguirá que deje de chillar el peor reguetón desde cualquier esquina. Un hombre sólo no puede frenar esa avalancha de mal gusto que padecemos, tal vez en también en otras partes del mundo, pero de forma notable en esta islita que es nuestro cercano entorno. Nos toca a todos sumarnos de alguna manera a esa cruzada por la cultura.
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