Mundial de lucha: la turbia caída del imperio del Rey López

Mundial de lucha: la turbia caída del imperio del Rey López
Fecha de publicación: 
9 Septiembre 2015
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Esa filosofía ganadora le mereció a Val la condición de mejor entrenador del orbe en el año 2010. Un año antes Herning, Dinamarca 2009, marcó la última ocasión en que Cuba asistió con todo su ejército a una justa del orbe.

Orleans Arena Hotel de Las Vegas, 8 de agosto del 2015. Los antillanos acudieron con cuatro gladiadores clásicos a una cita del orbe cruenta, con visados olímpicos en pugna para los cinco primeros de cada división. De hecho en el estreno Miguel Martínez (66 kg) y Yasmany Lugo (98) quedaron en el andén en medio de un enjambre de más de 650 gladiadores de 88 países que se dieron cita en la denominada ciudad del pecado.

La escena lista para el quinto acto de una batalla campal entre el cubano Mijaín López y el turco Ryza Kayaalp (25 años y 1.81 metros). Y hoy en la mañana hacerse eco de la caída por segunda ocasión del imperio del Rey López, fue como si hubiésemos sufrido un terremoto de grado 8 en la escala de Richter. Un torreón de ébano inexpugnable, llamado a emular al mítico Aleksandr Karelin (9 veces as del orbe y tres monarca olímpico en la misma categoría).

Y ciertamente, sin ese arrollador paso de otras veces y administrando sus fuerzas a los 33 años, comenzó el rey López su andadura, quitando del camino a varias piedras de las que enfrentó en la versión de Tashkent 2014: la apertura resultó campal frente al ruso Bilyal Makhov, a quien superó por 2-1, despejando cualquier vestigio de duda respecto al 1-0 de suelo uzbeko. Por cierto, Makhov se convertirá en el primer hombre que desde la edición de Toledo, Estados Unidos 1962, combate en ambos estilos.

Ese éxito le allanó el camino y en lo adelante no permitió libertades al lituano Mindaugas Mizgaitis (3-0), el estonio Heiki Nabi (2-0), y el estadounidense Robbie Smith (8-0) en semifinales.

Nadie se movía de su sitio, la última pelea de la noche. Un imperio de cinco vellocinos universales y dos cetros olímpicos vs. El empuje de quien está llamado a ser el sucesor del feudo de Mijaín. La pelea no tuvo las chispas que sobre ella rondaban. Forcejeo, empujones y no aparecían los puntos. Entonces apareció un punto de la nada para Kayaalp. Al igual que en Estambul 2011, y amén de no buscar con movimientos técnicos la victoria, el turco fue premiado pírricamente 1-0.

Eso independientemente de una ruta demoledora hacia el título, que incluyó 24 puntos favorables y ninguno en contra antes de medirse a nuestro exponente de 1.93 metros. Ahora, la balanza favorece 3-2 a López, aunque para ser realistas, ambos veredictos adversos han estado rodeados de un aire turbio. De hecho, la federación cubana consideró prudente apelar el fallo arbitral.

BORRERO: ENVÍENME EL BORRADOR DE ESCEPTICISMO

Sería sacrílego no hablar del santiaguero Ismael Borrero (1.65). Emerger campeón mundial con 23 abriles no es cosa de juego. Máxime cuando su año estuvo pendiendo de la cuerda floja y hasta pensó en la posibilidad de pedir la baja de la armada élite. Se hubiese privado del sobresaliente en un riguroso examen.

Fíjense hasta que punto necesitaba la redención que se fue sin preseas en los Juegos Panamericanos de Toronto. Allí lo apartó de la ruta al podio el estadounidense Spencer Mango. Incluso su trastrabillar previo se remonta al ámbito doméstico, cuando Maykel Anache, —posteriormente abandonó el país durante el tope con Estados Unidos en Nueva York—, le asestó estocadas costosas.

Incluso en algún momento puse en duda su calidad, independientemente de que Borrero ya había coqueteado con el podio al ubicarse quinto en la versión precedente.

Esta vez tuvo una ruta en extremo escabrosa y precisamente abrió su senda frente al estadounidense Spencer Mango, su verdugo en suelo canadiense y a quien despachó 4-2. Se sucederían éxitos de 5-4 frente al alemán Deniz Menekse, 8-0 a costa del bielorruso Soslan Daurov, 8-6 sobre el sudcoreano Kim Seung-Hak, y en semifinales le recetó rutilantes 9-1 l kazajo Almat Kebispayev.

La final se presagiaba de espanto, enfrente se encontraba el doble subcampeón olímpico (Beijing 2008 y Londres 2012), y cuatro veces medallista universal azerí, Rovshan Bayramov. Borrero hizo caso omiso al pedigrí, con una sangre fría insospechada invadió el colchón y coronó rutilante superioridad técnica de 8-0 en tan solo 32 segundos.
 Borrero y Mijaín catapultaron momentáneamente a la mayor de las Antillas al segundo puesto del medallero compartido con Azerbaiyán y únicamente superados por Turquía, dueña de par de coronas. Además, baste destacar que esos pesos pesados europeos y asiáticos acudieron con escuadras completas.

Tal es así que a ellos se les suman Rusia, Bielorrusia, China, Japón, Kazajstán, La India, Ucrania y los anfitriones, todos con 24 gladiadores, a razón de ocho en cada modalidad. En el botín histórico, comandado por la desaparecida Unión Soviética (253-93-69), cuba aparece en el undécimo escaño (28-27-41).

 
Este miércoles será jornada de impasse para los nuestros, que volverán al ruedo el jueves por intermedio de Catherine Viedeaux (63), Lissett Hechevarría (75) y el debutante Franklin Marén (65). Ellos probarán de qué madera están hechos nuestros gladiadores. En lo personal me atrevería a presagiar otras tres preseas repartidas entre los libristas, pues Liván López (74), Reinieri Salas (86), Yowlys Bonne (57) y Javier Cortina (97), deben encargarse de respaldar mi premonición.

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