Zule Guerra: "El jazz es ante todo libertad"

Zule Guerra: "El jazz es ante todo libertad"
Fecha de publicación: 
31 Julio 2015
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 La Musicalísima se escucha a lo lejos,  aquí cerca Zule responde con la humildad de los grandes.

Apenas 27 años le han bastado a Zule Guerra para tocar el cielo, interpretaciones mediante, en uno de los géneros musicales más complicados y al mismo tiempo menos defendidos por las mujeres. Prácticamente acaba de llegar del  Festival Baltic Stage, en Bobruysk, Bielorrusia,  y me la encuentro en un pasillo, dueña de una sonrisa tan sincera como la intensidad de su música. La Musicalísima se escucha a lo lejos,  aquí cerca Zule responde con la humildad de los grandes.

 

De la bioquímica al jazz

 

Estudié piano básico en la escuela Alejandro García Caturla. Mi familia proviene de la ciencia, todas mis hermanas también forman parte de ese ámbito. Yo estudié en el Instituto Preuniversitario Vocacional Vladimir Ilich Lenin. Durante la carrera que escogí, Bioquímica, estuve vinculada al teatro y la danza pero la música siempre estuvo en primer lugar. En ese tiempo, como directora coral, me presenté en varios festivales de artistas aficionados con un sexteto llamado Feeling. Obtuvimos premios de oro en varios certámenes incluso premio a la originalidad. Así ingresé a la Asociación Hermanos Saíz con un proyecto de jazz que era voz y guitarra hasta quedecidí dedicarme completamente a la música. Luego del premio Jojazz, empiezo a integrar el catálogo de la Música Popular.

 

Y al jazz, ¿cómo llegas a ese género tan peculiar, incluso mayormente defendido por hombres?

 

El jazz me llegó a través de una mujer. Escuché a Billie Holiday, ella es puro sentimiento. Lo expresa a nivel de pasiones, más que su voz. A partir de ella empecé como una adicta a consumir jazz, a frecuentar espacios. Realicé mi propia agrupación, compuse temas, surgieron los arreglos musicales. Entonces conocí al maestro Bobby Carcassés, después de escuchar mis trabajos me invita a uno de sus conciertos. Entonces decidí que ese era el camino. Me presenté en el Jojazz, y aunque el trabajo ha sido intenso creo que al mismo tiempo ha sido bueno y a un ritmo bastante acelerado, en cuanto a presentaciones, a colaboraciones.

 

Has ganado muchos premios. Sin duda son muestra de que “algo” estás haciendo bien…

 

Así es, los premios han llegado para demostrar que a la gente le gusta el trabajo que uno está haciendo. Aunque debo decirte, no trabajo para acaparar trofeos.  De todos ellos, guardo con mucho cariño el Jojazz. Es un evento en el que pocas cantantes son premiadas, por eso me siento sumamente orgullosa. A partir de él mi grupo recibió mayor reconocimiento. Me abrió un espacio en el Jazz Café.  Después del Jojazz mi grupo recibió invitaciones a festivales como Ellas Crean.

 

¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado en el escenario?

 

Precisamente en el contexto de Ellas… me presenté con mi grupo en Bellas Artes. El local tuvo que cerrar por capacidad. Hasta ese momento no tenía una conciencia plena de cuanto reconocían mi trabajo, ahí lo supe. Igualmente fue el punto de partida para la publicación de mi CD-DVD Blues de Habana.

 

¿Por qué caminos va tu grupo?

 

El jazz es ante todo libertad. Puedes incorporar blues, funk, blues, música electrónica, brasileña. Nosotros nacimos en formato de grupo en 2011, ante todo incluimos temas de los cantantes que de algún modo han marcado nuestra forma de hacer. También se integran temas de mi autoría. Ahora, bajo el sello de la EGREM publicaremos un material discográfico, algo que me tiene muy contenta.

 

Desde tu perspectiva ¿cómo se inserta el jazz cubano en el pentagrama internacional?

 

Pienso que experimenta un desprendimiento, en cuanto a las raíces afro que siempre estuvieron ahí a pesar de nosotros mismos no como algo de lo que quisiéramos desprendernos sino como un reflejo inevitable de lo que somos todos los cubanos. Hay muchos jóvenes haciendo un buen trabajo. Hay necesidad de experimentar, lo malo es cuando se convierte en una fuerza impulsora pero determinada por otra necesidad: la de demostrar. La demostración viene sola, independientemente de lo que quieras, el público ve lo que estás haciendo sin necesidad de hacerlo por alimentar el ego.

 

Antes de concluir, Zule me declara que en su familia es donde encuentra su mayor fortaleza, la más grande de todas sus inspiraciones.

 

“Sueño con que mi familia me siga apoyando, ellos son mis productores, mis fotógrafos. Si tengo a mi familia lo tengo todo, ellos son el mayor soporte, a pesar de mis logros, de obtener los bienes profesionales que uno sueña, tener a mi familia es lo más maravilloso”.

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