Braun y los “valiosos” esteroides

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Braun y los “valiosos” esteroides
Fecha de publicación: 
1 Febrero 2012
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Ryan Braun siempre había quedado fuera de los escándalos. El jardinero izquierdo de los Cerveceros de Milwaukee parecía un pelotero modelo y en la temporada 2011lideró a su equipo hacia el primer título de división en las Grandes ligas. Su ofensiva fue fundamental para que lo nombraran como el jugador más valioso (MVP) de la Liga nacional; sin embargo, poco después se supo que tuvo un “pequeño fallo”: dio positivo en un examen antidoping.

Como ha sucedido tantas veces con otros deportistas, Braun apeló el resultado, ya que, según él, sus elevados niveles de testosterona se debían al uso de determinados medicamentos. “Cada persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario”, dice una regla inviolable del derecho; pero sucede que, en el béisbol, no solo el que se juega en las Mayores, casi siempre el humo ha conducido al fuego.

Quizás lo más lógico hubiera sido que los directivos de MLB esperaran por la apelación para finalmente ratificar o retirar el premio MVP; sin embargo, no sucedió así, porque Braun—miembro del equipo norteamericano en el segundo Clásico mundial, en 2009—participó en la ceremonia y recogió su trofeo. Si el tribunal que analiza el caso determinara que el “consumo de medicamentos” fue una burda excusa, el pelotero recibiría una suspensión de apenas 50 partidos en la campaña 2012.

Antes de 2002 todos sabían sobre el empleo de sustancias prohibidas en las Mayores; pero nadie se atrevía a tomar medidas. Era la época de gloria para los bateadores y la cantidad de jonrones crecía cada año. Luego supimos que muchos de esos cuadrangulares que cayeron a más de 400 pies fueron impulsados por esteroides. Como parte del acuerdo colectivo, los jugadores y los propietarios de las franquicias decidieron comenzar un tímido programa de “pruebas anónimas” en 2003.

Los resultados se mantuvieron en secreto; aunque, sin dudas, fueron alarmantes y en 2005 MLB puso en práctica una nueva política sobre las sustancias prohibidas. Por primera vez se habló de suspensiones y a pesar de que el número de juegos lucía poco intimidante—solo 10 desafíos por una prueba positiva—al menos algunos jugadores lo pensaron antes de volver a tomar esteroides. Luego, al recibir fuertes críticas, MLB decidió elevar la sanción a 50 partidos para los que violaran el código en una ocasión; mientras los reincidentes recibirían un castigo de 100 juegos.

Contradictoriamente, los casos más famosos del béisbol, como los de Barry Bonds y Roger Clemens, no fueron detectados en los exámenes antidoping, sino mediante la investigación de la “comisión Mitchell”—un reporte publicado en 2007, en el que se identificaron las trampas de casi 100 jugadores—y por las  declaraciones de personas, por lo general entrenadores, implicados en el tráfico de esteroides.

Durante los seis años de funcionamiento de la política contra las sustancias prohibidas, solo un pelotero ha cometido la torpeza de recibir dos positivos: Manny Ramírez. Los 100 partidos de castigo en realidad fueron muy pocos para este egocéntrico jugador que, alguna vez, estuvo considerado entre los mejores bateadores de todos los tiempos.

En el nuevo convenio laboral, firmado en 2011, finalmente se aceptó lo que tampoco era un secreto: la necesidad de incluir en las pruebas de sangre la búsqueda de la hormona de crecimiento humano. De esta manera, la MLB se convirtió en la primera liga profesional norteamericana que realizará ese tipo de medición. ¿Por qué tardaron tanto? Los ejemplos estaban sobre la mesa desde 2007. ¿Qué sucede con la NFL, NBA o NHL? Mientras los directivos de esos torneos no aborden el tema, las demostraciones físicas que hoy asombran en el fútbol americano y el baloncesto estarán acompañadas por la sombra de la duda.

Las cifras indican que el total de cuadrangulares en las Mayores descendió notablemente en el pasado lustro. En 2006 hubo 5386 jonrones; mientras en 2011 se conectaron 4552, es decir, 834 menos, con la misma pelota—Rawlings—y cantidad de partidos jugados. En los últimos tres años solo un atleta, José Bautista, sobrepasó los 50 vuelacercas. ¿Qué cambió? Tal vez los peloteros lo piensan mucho más ahora antes de inyectarse o ingerir sustancias prohibidas.

Quizás no sea arriesgado afirmar que, a pesar de las sospechas sobre Braun y de las sanciones que recibieron otros peloteros en 2011, en realidad las políticas antidoping en las Grandes ligas han dado sus primeros resultados. No obstante, si realmente la MLB quisiera detener, por completo, a los tramposos, implementaría las reglas de la Organización mundial antidopaje. Esta entidad tiene una lista más extensa de sustancias prohibidas y, sobre todo, castiga con dos años de separación a los infractores. Entonces sí podríamos volver a confiar en la limpieza de un deporte que necesita, como todos, ser creíble. 

Comentarios

Es increíble como se aprovecha el mínimo problema del béisbol de las Grandes Ligas para desacreditarlo, no tapemos el sol con un dedo, el doping existe porque existe el deporte, ¿o es que los cubanos nunca se han dopado?, y se entienda que no apoyo la idea del doping, creo que debe ser censurado y sancionados aquellos que incurren en tal proceso, ¿PERO por qué dedicamos 3 o más programas a un deporte como el fútbol donde los que juegan en esas ligas cobran por jugar tanto o más que los que juegan en la MLB?, ¿por qué hacemos de esos deportistas ÍDOLOS?, cuando por ejemplo MESSI es argentino y cobra millones de euros por jugar en España y con su selección nunca ha sido nada, ¿cuándo tendremos la oportunidad de disfrutar del mejor béisbol del mundo y que a la vez es nuestro deporte nacional en nuestros telerreceptores? Señores, no hablen más de la MLB o de sus atletas, si no es para darnos los resultados, ver también sus cosas buenas y de las malas aprender, ¿o es que los cambios en el juego de las estrellas de quiénes lo copiaron?, y los que se fueron, allá ellos, nosotros no tenemos culpa y solo queremos ver buen béisbol para después no andar ciegos en los torneos y preguntarnos por qué no ganamos un título hace rato, y me refiero a un título de peso. Es hora de cambiar como en cada aspecto de nuestras vidas, queremos conocer y ver el béisbol de las Mayores, ¿o es que el fútbol no es profesional?
Enrique: Estoy de acuerdo en que realmente se debería divulgar por los medios cubanos no solo el béisbol de Grandes Ligas, sino también el de Venezuela, Dominicana, México, Japón y Corea, por citar a las ligas más prestigiosas. Ese es un tema en el que creo existe un amplio consenso entre los aficionados del país, pero espero que estés de acuerdo en que las "cosas malas" de la MLB están allí, son visibles (o a lo mejor no, porque una sanción de 50 partidos para un tramposo es poco seria), o quizás eres de los que no les interesa y cree que los jonrones de Barry Bonds fueron legítimos. Si lees el artículo hasta el final, probablemente comprendas que las políticas de la MLB están dando resultado y que la disminución del número de cuadrangulares no se debe a otra cosa que a un mayor cuidado con el uso de esteroides que lógicamente ponen los peloteros...
Orestes: No creo que haya aprovechado "el menor problema" en las Mayores para desacreditar al torneo más completo del mundo. Sí creo que nuestros medios deberían darle mayor cobertura y no ignorar un evento que ciertamente le interesa a los cubanos y no poco. Ahora, desde Mi Columna, trato de abordar temas polémicos y el posible positivo de Ryan Braun, nada menos que el MVP de la Liga Nacional, en la anterior campaña, me parece un tema muy polémico. Sería un error generalizar y declarar a los cuatro vientos "todos se dopan"...creo que no lo hacen y aclaro que las políticas han dado resultados esperanzadores; pero, ¿estarás de acuerdo conmigo en que si se aplicara el reglamento de la Agencia mundial, es decir 2 años de suspensión, disminuirían todavía más los casos de dopaje? Espero que sí, porque la idea no es desacreditar, sino tratar de que la MLB sea más creíble.

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