Víctor vs. Vargas: ¿azules o rojos?

Dos mánagers con filosofías de juego parecidas, con las mayores victorias en lo que va de la serie nacional y de notable carisma dentro de las aficiones beisboleras del país, Víctor Mesa y Lázaro Vargas, se enfrentarán desde este martes en el estadio Victoria de Girón con el encuentro más atractivo de esta semana: Matanzas-Industriales.

Si bien el balance histórico entre ambos equipos favorece a los capitalinos ampliamente 70-33 (incluso a los antiguos Citricultores y Henequeneros también los dominaron 47-24 y 42-31, respectivamente), lo cierto es que los yumurinos le juegan duro a «los azules», aunque su última victoria parcial data de la temporada 2008-2009, cuando triunfaron 4-2.

Es de esperar una rivalidad que trascenderá la sede matancera, pues son dos de los tres equipos que batean por encima de 300 (317 los capitalinos por 302 los locales), aunque en la defensa y pitcheo, la tropa de Víctor ha estado mejor con el guante: 983 (líder del campeonato) y desde el box: 3,28 promedio de carreras limpias, por ese orden.

«No tengo ninguna presión. Vargas y yo fuimos peloteros y somos grandes amigos, por lo que intentaremos por unas horas sacarle el extra a cada jugador, a cada equipo, para ver quién se lleva “el gato al agua”», comentó Víctor Mesa a varias emisoras radiales luego de finalizar la subserie ante Holguín.

La utilización por excelencia de las jugadas de corrido y bateo, la entrega de todos los jugadores al terreno con la pasión que lo hicieron sus respectivos directores, así como un armónico espíritu colectivo por encima del individual son aspectos comunes hoy entre las dos escuadras que más ganan en la campaña (24) y apuntan ya hacia la clasificación para la postemporada.

Sin embargo, en no pocos detalles la táctica empleada ha sido bien diferente por parte de cada timonel. Por ejemplo, Industriales es el segundo con más intentos de robos de base (52), mientras Matanzas es el último, con apenas 14. Los yumurinos han usado mucho más —y con efectividad— el toque de bola que los giraldillos; en tanto los relevistas de Vargas han tenido una labor para olvidar (6.69), no así los de Víctor, que promedian 3,73, a pesar de la juventud y las caras nuevas.

Según las expectativas de los especialistas y no pocos pronósticos populares, la subserie debe terminar 2-1 favorable para cualquiera de los dos, al tiempo que el estadio Victoria de Girón vivirá quizás las tres mejores concurrencias de los dos últimas décadas, por encima de las 25 mil personas cada noche.

Víctor vs. Vargas o si lo prefiere: Matanzas vs. Industriales, pudiera ser el primer rollo de una película muy larga, que quizás encuentre sus capítulos finales en una semifinal occidental. Por el momento, es legítimo escoger entre el azul o el rojo y le aseguro que no faltarán emociones.