Revelan misterios del laboratorio biológico más secreto del mundo
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El ébola, el carbunco y la reciente 'epidemia del sueño' en Kazajistán son algunas de las enfermedades con las que está relacionado el laboratorio militar más secreto del mundo, el USAMRIID, Instituto Militar de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas de EE.UU. en el Fort Detrick. Expertos han conseguido rastrear una figura muy emblemática de esta institución.
Este año en Kazajistán se abre el Laboratorio Central de Referencia en la base del antiguo Instituto de Investigación sobre la Peste de la URSS. Recibirá ayuda financiera del Departamento de Defensa de EE.UU.
Oficialmente el laboratorio, en la ciudad de Almaty, se crea para garantizar la seguridad del almacenamiento de los agentes patógenos de alta peligrosidad que han quedado en Kazajistán del programa militar biológico soviético, para investigar las formas de protegerse contra estos patógenos, así como para la contratación de exbiólogos militares.
Dmitri Popov, jefe del Centro de Información de los Urales del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, cree que en realidad el laboratorio servirá para el desarrollo de armas biológicas para Estados Unidos.
Según Leonid Savin, de la Fundación de la Cultura Estratégica de Rusia, el laboratorio estará dirigido por Kanatjan Alibekov.
Fuga a EE.UU.
En 1992, Alibekov abandonó su puesto de subdirector de la empresa Biopreparat, creada en los años 1970 en la URSS para investigar las armas biológicas, y dejó Kazajistán para irse a EE.UU.
Según sus propias palabras, durante los primeros años en EE.UU. trabajó para ayudar a crear un sistema de protección contra las armas biológicas y periodistas rusos afirman que trabajaba para USAMRIID. Precisamente esta organización fue mencionada por la periodista de RT Karen Méndez, entre otros, como lugar donde se creó el ébola.
El carbunco
Según periodistas rusos, Alibekov, que en Biopreparat investigaba el carbunco (ántrax maligno), vendió secretos soviéticos a Estados Unidos. El apellido de Alibekov aparece mencionado en el libro sobre armas biológicas de EE.UU. 'Germs: biological weapons and America's secret war' de 2001 en la descripción del proceso de la creación de una cepa peligrosa del carbunco en forma de polvo.
Alibekov investigó el carbunco junto con William Patrick, exjefe del departamento del programa de armas biológicas del Ejército de Estados Unidos durante la Guerra Fría, que obtuvo del USAMRIID cinco patentes para el uso del carbunco como arma.
En 1995 Alibekov de repente resultó ser el biólogo que desarrollaba la cepa más peligrosa del carbunco, la № 836, en una planta de Biopreparat en Kazajistán, visitada ese año por Andrew Weber, primer secretario de la Embajada de EE.UU., que se convirtió en el primer estadounidense en entrar en esta planta secreta, subraya 'American Scientist'.
La invasión en Irak
A mediados de la década de 2000, Alibekov dirigió al Centro de Bioseguridad Nacional de Estados Unidos. Según los diarios 'Los Angeles Times' y 'The New York Times', los informes del científico sobre la posible fuga de diferentes cepas biológicas a Irak y Corea del Norte en la década de 1990 sirvieron a Bill Clinton y George W. Bush para activar los programas de protección biológica. Según 'Los Angeles Times', Alibekov estaba absolutamente convencido de que Irak estaba desarrollando armas biológicas. Alibekov fue despedido de la Universidad George Mason, Virginia, donde trabajaba como profesor, cuando no se encontraron armas de este tipo en el país árabe.
En julio de 2007, 'Los Angeles Times' publicó una investigación de seis páginas sobre Alibekov con el titular 'El vendedor del miedo de bioterrorismo'.
De vuelta a Kazajistán
En 2010 Alibekov cerró todos sus proyectos comerciales en EE.UU. y regresó a Kazajistán, donde se interesó por el tratamiento del cáncer.
Este país por segundo año sufre una misteriosa 'epidemia de sueño', que ha afectado a más de 120 personas. El brote, según los especialistas locales en enfermedades infecciosas, se parece al de la encefalitis letárgica, una forma del virus que afecta el sistema nervioso central y se transmite por el aire, informa el portal kazajo 'Zakon'.
Al mismo tiempo, los científicos locales señalan que algunos de los infectados no habían estado en contacto con enfermos, por lo que se puede hablar de una forma mutada de un virus.
¿Nueva arma?
En 2014, en referencia a las historias de Alibekov sobre el virus del Ébola, los periódicos 'Die Welt' y 'Washington Post' publicaron artículos sobre una posible nueva forma de armas biológicas basada en el virus de la fiebre hem
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