Mario García Portela, el hombre que siempre encuentra la luz
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El documental Mario García Portela, de la guionista y realizadora Estrella Díaz, sintetiza en 27 minutos la obra de ese gran artista y mejor ser humano, quien imprime un original giro al paisajismo cubano.
Estrenado hoy en el teatro del Edifico de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, al presentarlo, Estrella destacó que es una misión de amor para acercar al público al quehacer y existencia de un creador que tanto aporta a la cultura nacional. Informó que éste y los demás audiovisuales de esa serie serán transmitidos por la Televisión Cubana el próximo verano.
García Portela, con su habitual talante de hombre llano y humilde, agradeció al equipo de realización del cortometraje, inscripto en la serie Luces y sombras de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, que ya suman siete, centrados en destacados artistas contemporáneos cubanos.
También rindió tributo a su esposa Mari Cuqui, esencial en su quehacer y en su vida y a los demás integrantes de su familia, ejemplo de admiración para muchos por su unidad y amor, aun cuando algunos de sus hijos radiquen fuera de Cuba.
Con el testimonio de un grupo de intelectuales y artistas, como Leonardo Padura, Mayda Resik, Arturo Montoto y Jorge Bermúdez y las propias palabras del protagonista, se traza la bitácora de un maestro en toda la extensión de la palabra, por su obra y por los 38 años como docente, formador de generaciones de artistas criollos.
Los testimoniantes develan al niño asombrado que todavía a sus 73 años conserva este artista, perennemente positivo y encantador para quienes lo tratan, virtud que le permite reinventarse y afrontar cualquier avatar de salud o sentimental, a esta altura de la vida.
Él ahora es capaz de darle otro sentido a sus paisajes, que se distinguen por la sobria gama de pardos, tierras y sienas que emplea y le otorgan un sello tan distintivo.
Bermúdez elogió la especial luz de sus cuadros, no como de estrellas que caen, sino que bullen a medianoche, los caminos que aparecen en muchos de ellos, que develan las huellas humanas y metafóricamente adentran a quien los mire en esos tan subjetivos y embrujadores paisajes.
Sin dudas, Estrella Díaz captó las esencias de este artista y las entrega con admiración y cariño, apoyada en la música original del trovador Ángel Quintero y una fotografía que no desentona con la cota artística del entrevistado.











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