Cuba trabaja en vacuna preventiva contra el neumococo

Cuba trabaja en vacuna preventiva contra el neumococo
Fecha de publicación: 
20 Diciembre 2011
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El neumococo, uno de los microorganismos causante de afecciones respiratorias letales en niños, encontrará su fin en Cuba, tras el desarrollo de una vacuna preventiva.

 

Apenas puede abrir los ojos y su cuerpo convulsiona repetidamente. Quiere decir algo, él cree que grita, pero nadie lo escucha… ni siquiera la madre.

 

- ¿Se va a morir, doctora? ¡¿Se va a morir?!


Jean lleva varios días con dificultad para respirar, sus costillas se hunden  y la boca se le seca. Ha perdido su color natural y se le ve más pálido, también más tranquilo. Hace dos días dejó de comer y de jugar. Fue el mismo día que comenzó la fiebre.

 

Jean tiene sólo 4 años. Sobre los brazos de la madre, su cuerpo convulsiona, mientras el médico estatal prepara una factura que sus padres no podrán pagar.

 

Diez minutos bastan para ver cómo se desvanece el cuerpo. Durante ese tiempo, otros 40 niños mueren en el mundo a causa del neumococo.

***

Una década ha transcurrido desde la muerte de Jean en el lobby de un hospital estatal de Haití. A la doctora Reina Portuondo aún le parece ver los agonizantes ojos del niño. Esa experiencia marcó su vida, nos comenta, y continúa su peregrinar por la Sala Mario Muñoz del Hospital Pediátrico de Centro Habana, en Cuba.

 

- ¿Fue testigo de muchos casos como este? –preguntamos, con el sobresalto de quien se niega a creer que una historia así pueda ser parte de la vida real. Asiente con la cabeza. No estamos en el cine.

 

- En Haití tuvimos muchos pacientes con neumonía y otras afecciones provocadas por el neumococo. Realmente era bastante común ser testigo de historias como esta. El problema es que los antibióticos son muy caros y los pacientes tienen que pagarlo todo. No importa si es un hospital estatal, siempre hay un por ciento que los padres de los niños enfermos deberán pagar.


La doctora hace una pausa y se prepara para decirnos lo obvio:

- En Cuba, con un sistema de salud gratuito, las personas no saben el dolor que se evitan.


Asesino de niños


El Streptococcus Pneumoniae (Neumococo) es un patógeno casi exclusivamente humano, responsable de enfermedades altamente mortales como la neumonía y la meningitis; razón por la cual se ha convertido en una de las primeras causas de muerte infantil en el mundo.

 

Aunque la incidencia del neumococo no excluye a los adultos, estos solo representan el 29% de los afectados, mientras que en los niños, la afección llega hasta el 60%.

 

Para América Latina, África y el Pacífico Asiático, una de las preocupaciones pediátricas más comunes es la neumonía por neumococo. Mientras que en la mayoría de los países europeos, existe mayor preocupación por la meningitis.

 

- Pero, ¿cuáles son las principales causas de padecimiento por neumococo, doctora Portuondo?

 

- Depende del lugar donde se esté, afirma.


- En Haití, por ejemplo.

 

- La contaminación, el hacinamiento, la pobreza, la desnutrición, pueden ser tantas las causas… No siempre se presenta de la misma manera y la bacteria no es exclusiva de una región u otra. Aquí en Cuba, también se nos presentan casos de afecciones por neumococo, incluso cuando no existen los factores anteriores.


    El neumococo está presente en el ambiente. Algunas personas lo padecen de manera asintomática y pueden transmitirlo simplemente por un estornudo.


No importa si se está en América o en Europa, lo cierto es que cada año, mueren más de un millón doscientos mil niños, tan sólo en países en vías de desarrollo… y la cifra sigue en aumento…

 

Una de las causas más asociadas a las muertes por neumococo es la resistencia a la penicilina u otros antibióticos. En 1997, un estudio develó que el 25% de las cepas de neumococo aisladas, resultaron resistentes a la penicilina.

 

No obstante –aún cuando los antimicrobianos siguen siendo el tratamiento más recurrente- la necesidad de abaratar los costos y elevar la efectividad del tratamiento médico, condicionan la búsqueda de alternativas preventivas.

 

Un hogar de científicos


Las primeras vacunas antineumocóccicas datan del año 1911, sin embargo las soluciones efectivas de recomendación universal en pediatría se hicieron esperar.

 

En enero del 2001, el mercado farmacéutico estadounidense sacaba a la venta una vacuna destinada a prevenir las enfermedades neumocóccicas. Prevnar™ fue el nombre comercial que tomó este polisacárido conjugado.

 

Los estudios habían comenzado un tiempo antes, con el examen de datos poblacionales del Centro de Vigilancia Bacteriana perteneciente al Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (Atlanta, Estados Unidos). El objetivo era evaluar los cambios en la carga de la enfermedad invasiva, según un informe del 2003 proporcionado por los Dres. Whitney C.G., Farley M.M., Hadler J. y Harrison L.H; especialistas de la institución.

 

Afirma este informe, que se realizaron estudios de susceptibilidad y se “evaluaron las tendencias utilizando datos de 7 áreas demográficas con participación continua desde 1998 hasta 2001 (población, 16 millones).” Los resultados arrojaron que la vacuna era capaz de prevenir la enfermedad en niños y reducir el porcentaje en adultos.

 

No obstante, el producto poseía un talón de Aquiles: como polisacárido bacteriano, el Prevnar™ era un antígeno T-independiente, poco efectivo en los niños de cero a dos años de edad.

 

Diez años más tarde, científicos cubanos del Centro de Química Biomolecular (CQB) en la capital cubana, intentan crear una alternativa efectiva contra el neumococo.

 

Envuelto en su bata blanca y visiblemente agitado por algún asunto de último momento, Yury Valdés, jefe del proyecto cubano de vacuna contra el neumococo, accede a conversar con nosotros sobre la solución cubana a este letal microorganismo.

 

- Es una oportunidad interesante. Llevamos varios años trabajando en este proyecto. Créeme, es una vacuna tecnológicamente muy compleja, porque a diferencia de otras como la del Haemophilus influenzae tipo B, en la que solamente existe un serotipo, con el neumococo nos enfrentamos a más de 90 serotipos o cepas. No se trata de hacer 90 vacunas, que sería una meta descabellada, sino de aislar los serotipos más letales y trabajar sobre ellos.


    Actualmente existen en el mundo solo tres vacunas, efectivas contra 10 serotipos letales de neumococos. La que se pretende realizar en Cuba tendrá un impacto muy favorable en nuestro sistema de salud, de ahí que el gobierno haya dispuesto tantos recursos para su desarrollo. Estamos seguros de que, si terminamos la vacuna, la inmunización contra el neumococo en Cuba reduciría en uno la mortalidad infantil.


- ¿Entonces se puede hablar ya de una vacuna cubana contra el neumococo?

 

- En este momento estamos en una fase muy complicada. Aún no se pueden generar expectativas –responde Yury y ajusta su bata blanca.


–Ahora nos preparamos para, en enero de 2012, comenzar lo que sería la fase de ensayos clínicos y probar la vacuna en pacientes humanos. Pero serían solo eso: ensayos; por lo que esta fase no es inmediata y la llegada de la vacuna a policlínicos y otros centros de asistencia médica podría demorar todavía unos dos o tres años.


Radiografías


Del otro lado de la ciudad, la doctora Reina Portuondo se enfrenta a dos complejos casos de neumonía por neumococo. Son dos niñas y llevan en el Pediátrico de Centro Habana más de una semana. La doctora se pone los espejuelos, manda a buscar las historias clínicas e insiste en explicar la evolución de las pacientes, quienes llegaron al hospital con manifestaciones diferentes de la misma enfermedad.

Una de ellas, Lisandra, padece Síndrome de Down, característica que –según explica la especialista- se encuentra entre los factores de riesgo al sufrir afecciones neumocóccicas.

 

La doctora Reina Portuondo

 

- Cuando Lisandra llegó, lo primero que hicimos fue auscultarla y verificar otros  parámetros clínicos. El sonido de su pecho nos decía que había líquido en sus pulmones. Tenía fiebre, decaimiento, palidez, varios de los síntomas de alarma. A eso se unió el factor de riesgo por padecer Síndrome de Down.


   Tuvimos que enviarla inmediatamente a terapia intensiva, donde estuvo por una semana bajo tratamiento con antibióticos. Este es uno de los casos que  presentó resistencia a la penicilina, por lo que llevó un tratamiento a base de Rocephin. 


La doctora explica la radiografía detalladamente. Nos habla en términos médicos, a veces poco comprensibles para quienes desconocemos el vocabulario técnico. No obstante, hay algo que deja claro en todo momento:

 

- Este es un tratamiento muy costoso. No solo referido al precio de los medicamentos, sino también a la instrumentación, los cuidados y el personal médico. Verdaderamente el desarrollo de una vacuna de tipo preventivo contra el neumococo se hace cada vez más acuciante, para Cuba y para América de manera general. Nos ahorraríamos muchos recursos, se reducirían las tasas de ingreso hospitalario, pero sobre todo se evitaría tanto sufrimiento a estos niños…


Nos inquietaba ahora otra interrogante: si uno de los factores importantes es el económico ¿por qué decide Cuba enfrentarse al desarrollo de un tipo de vacuna que requiere tan elevado despliegue tecnológico?

 

La respuesta la tenía el especialista Yury Valdés en el CQB de la capital cubana.

 

- Cuando hablamos hoy del neumococo, podemos decir que existe la vacuna, pero no tiene cobertura mundial. Los laboratorios del mundo que la producen, como es lógico, no dan su Know–How.


    Por otra parte, una dosis de una vacuna contra el neumococo cuesta en el mercado externo aproximadamente 50 dólares. Un niño necesita para inmunizarse cuatro de estas dosis, lo cual se traduce en un costo de 200 dólares por cada niño. Sin embargo, de lograr una producción propia, la vacunación sería totalmente gratuita, tal como se hace actualmente con otras vacunas como la de la Poliomielitis, la del Haemofilius influenzae o el Tétano.


***

El trasiego en la sala de respiratorios Mario Muñoz del Hospital Pediátrico de Centro Habana continúa. La doctora Monteagudo visita cada uno de los cubículos de la sala y tras ella, una estela de latinoamericanos, jóvenes estudiantes de medicina, hacen apuntes en las hojas clínicas.

 

La historia de Jean, el niño de 4 años que Reina vio morir hace una década en Haití, ya es solo un recuerdo, que le ha enseñado a valorar –según dice- los privilegios de nuestro sistema de salud.

 

Las estadísticas indican que cada 15 segundos, un niño muere en el mundo a causa del neumococo. Mientras tanto, en la periferia de la capital cubana, un hogar de científicos se empeña en subvertir las cifras.

 

* Los nombres reales de los pacientes fueron cambiados para preservar  su identidad.

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