Zunzuneo, la punta del iceberg de la subversión de EE.UU. contra Cuba

Esta semana el mundo conoció detalles en torno a Zunzuneo, un supuesto Twitter cubano que, es en realidad, un plan secreto de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid), creado con el fin de sembrar la subversión principalmente en los jóvenes y contribuir a desestabilizar el gobierno de La Habana.

Pero ese plan oculto de los Estados Unidos para crear un Twitter cubano "es apenas la punta del iceberg de un amplio y sucio plan subversivo utilizando las nuevas tecnologías", revela hoy el diario Juventud Rebelde en su edición dominical.

Según el rotativo, se trata de un esquema desestabilizador ya ensayado en países como Siria, Ucrania y Venezuela, en el cual los organismos de inteligencia estadounidenses se valen de las más sofisticadas tecnologías para influir en la población, principalmente los más jóvenes y cercanos a estas herramientas.

Con este propósito, agrega el artículo, despliegan distintas maniobras que incluyen utilizar empresas fantasmas en terceros países, el lavado de dinero y la contratación de mercenarios tecnológicos disfrazados de empresarios tanto fuera como dentro de Cuba.

También despliegan operaciones que violan las leyes estadounidenses y las normas internacionales de telecomunicaciones, y utilizan para sus planes fondos clandestinos sin siquiera informar al Congreso norteamericano, añade.

En este sentido, por ejemplo, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) reportó que un procedimiento habitual de ZunZuneo fue el envío de mensajes SMS masivos a celulares cubanos, cuyos números fueron obtenidos de manera fraudulenta.

Ante el hecho, Etectsa notificó a más de 200 proveedores de SMS Centres sobre el envío de mensajes no deseados o "spam", un procedimiento normalmente rechazado por los operadores internacionales.

Sin embargo, también se produjeron otras cadenas de envío masivo de SMS como el llamado servicio Martinoticias, creado por Radio y TV Martí con el dinero de los contribuyentes norteamericanos, lo cual viola las normas de telecomunicaciones de ese país y las internacionales.

De acuerdo con Juventud Rebelde, el proyecto Martinoticias infringe las leyes cubanas, pero también la CAN SPAM Act, Ley Pública 108-187 aprobada por el Congreso estadounidense en diciembre de 2003, la cual prohíbe enviar mensajes comerciales o de otro tipo sin que el destinatario exprese su consentimiento.

Otros proyectos han funcionado con similar modus operandi, como Cubasincensura o Diario de Cuba, en tanto Etecsa reportó que de conjunto, han promovido el envío de un total de un millón 55 mil 746 SMS a usuarios cubanos.

Tras el fracaso de Zunzuneo, agrega el rotativo cubano, la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) y Martinoticias crearon, también con fondos secretos, una red denominada Piramideo.

El nuevo proyecto facilitó a los usuarios la articulación de una red de "amigos", y ofreció la posibilidad de que una persona enviara a los miembros de su "pirámide" un SMS masivo por el valor de un solo mensaje.

"Esta estrategia, destinada también a restarle recursos a Cuba, busca además crear una especie de canal de comunicación entre grupúsculos contrarrevolucionario", preció el periódico.

Incluso, continuó, con Piramideo han pretendido engañar al sector cuentapropista y a los artistas cubanos, facilitándoles una supuesta plataforma de promoción gratis o a precios bajos.

En estos momentos está en marcha otro programa llamado Conmotion que arrancó en 2012 y deberá concluir en 2015, destinado a fomentar el montaje de redes inalámbricas clandestinas en Cuba, para lo cual se emplean 4,3 millones de dólares.

"El objetivo primordial, por supuesto, son los más jóvenes, a los cuales seducen con la posibilidad de intercambiar mediante estas conexiones diversos materiales, como música, películas, tener conversaciones e incluso jugar en línea", afirma la publicación.

Con respecto a la cita del administrador de la Usaid ante el Senado, el rotativo sugiere que además de hablar de Zunzuneo, también podría abordar esos otros proyectos como Piramideo, Conmotion, Hablalosinmiedo o la Singularidad, creados con el mismo fin de destruir el proyecto revolucionario de Cuba.

"A su vez, estos planes buscan minar la base económica que le permita al Estado cubano seguir invirtiendo en mejorar las telecomunicaciones y acercarlas más a la población", indica.