Un Guerrero en su batalla perenne por crecer

Un Guerrero en su batalla perenne por crecer
Fecha de publicación: 
1 Abril 2014
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Ha despachado con absoluta contundencia a sus dos rivales de turno —21-18, 21-11 al guatemalteco Humblers Heymard y 21-7, 21-14 al dominicano Alberto Raposo— en lo que va de esta XV edición del Giraldilla de Badminton. Termina sus duelos y se sienta sereno en el graderío, a estudiar sus rivales, repasar qué pudo haberle fallado en sus vertiginosos ataques, felinos desplazamientos.

 

Esa es la actitud habitual de Osleni Guerrero, aguzar sus cinco sentidos incluso fuera de la cancha, en su batalla perenne por crecer. Por esas cosas de la vida, de avanzar ambos en el organigrama, solo se vería las caras con su sempiterno rival a este lado del Atlántico, el guatemalteco Kevin Cordon, en la final de la justa, tal y como sucedió en el epílogo de los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara y contrario a la retrospectiva de los enfrentamientos entre ambos, favorable al visitante 5-2 casi siempre en duelos por el pase a las preseas. Hasta ahora se mantienen crecientes las expectativas.

 

Sin embargo, a pesar de sus 1.89 metros de estatura y 88 kilogramos de peso Guerrero encierra una nobleza singular y lejos de mirar con cara de pocos amigos a Cordon, elogió su clase y se mostró contento con la posibilidad de su retorno a la alta competición en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, luego de 11 meses y 11 días ausente de los tapices producto de una rotura del ligamento cruzado en su rodilla izquierda, esencial para descargar esos remates prácticamente imparables con su zurda prohibida:

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“Cordon es un jugador muy inteligente, que sabe como administrar sus energías a tono con cada rival y posee una técnica depurada y encima es zurdo. No existen reproches entre nosotros a pesar de ser el badmintonista frente a quien exhibo el balance más adverso. Fuera de la cancha nuestra relación es excelente. Ciertamente ha habido momentos duros, de gestos, miradas e intercambio de palabras en alguno que otro duelo tenso, pero hasta ahí, siempre aflora el humanismo”, sentenció el capitalino de 24 años ante mi pie forzado.

 

Luego de esa ráfaga como respuesta la conversación fluyó de manera inusitada.

 

¿Después de culminar el 2013 entre los primeros 50 del ranking mundial qué le falta a Osleni para dar el siguiente paso en materia de calidad?

 

“En este deporte la técnica se desarrolla cuando elevas el nivel, para materializar ese ascenso hay que insertarse en el circuito Grand Prix, torneos más exigentes, con presencia de jugadores de mayor poderío y eso necesariamente conduce a mejorar el rendimiento.

 

Se que atravesamos por un momento económico difícil pero la Federación Internacional, de conjunto con la Confederación Panamericana están haciendo gestiones para impulsar el desarrollo de algunos raquetistas del área, con la mirada puesta en los Juegos olímpicos de río de Janeiro 2016. En mi caso particular además poseo la Beca Panamericana desde el 2012, gracias a ella realicé dos bases de entrenamiento, una en España y otra en china muy provechosas, con la posibilidad de entrenar y topar con jugadores de clase.”

 

El nivel del Giraldilla y… ¿Listo para los asiáticos?

 

Comparado con ediciones anteriores elevó un poco su calidad y paridad entre los inscritos. Claro, ahora otorga 2 500 puntos al escalafón en lugar de 1 700, eso hace que todos se exijan al máximo y jueguen centrados en su objetivo.

 

El tema de los asiáticos es mucho más complicado. Solamente he rivalizado con indonesios en el Giraldilla. Por cierto no son ni remotamente los mejores de su país pero poseen nivel porque entrenan con la selección nacional. Por ejemplo el malayo Lee Chong Wei es el número uno del ranking, pero el chino Lin Dan es a mi juicio el mejor, el Mijaín López del badminton, cinco veces campeón mundial y doble titular campeón olímpico de Beijing 2008 y Londres 2012. Por cierto, también es zurdo. Perdona que lo reitere pero son poco comunes en cualquier disciplina, ahora cohabito con tres en el equipo nacional, pero carecen de ese nivel, de madurez.

 

¿Ingredientes de una sesión de entrenamiento?

 

Depende, previo a las competencias priorizo la explosividad, disminuyen las cargas, se acortan los tramos de carrera y se trabaja intensidad. Este es un deporte violento, con cambios de ritmo muy bruscos, y se necesita potencia, reacción, sólido engranaje físico. Afortunadamente mi condición es una de mis principales virtudes. Por lo general le dedico ocho horas a las prácticas, seis por plantillas y otras dos por Osleni.

 

¿El año 2013?

 

Hasta ahora el más intenso y de resultados estables, tuve 11 competencias y a pesar de tener la presencia del entrenador Roberto Mollinedo únicamente en dos, supe sortearlas con éxito. Ahora para dar ese salto de calidad e insertarme en la súper elite necesito optimizar detalles físicos, como administrar mejor mi capacidad energética, elevar la técnica y paralelamente el pensamiento táctico. Al mundial llegué con la camiseta del principiante. Lo importante fue vizualizar a los atletas de la elite. Sufrí mi segunda derrota con el ibérico Pablo Abián, pero considero es un contrario accesible. A este iré con perspectivas diferentes, decidido al menos a avanzar una o dos rondas (lo que significaría presumiblemente estar entre los 16 mejores pues se inscriben en individuales 64 badmintonistas de uno y otro sexos).

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La dupla cubana compuesta por Olenis Guerrero (D) y Tahimara Oropesa (I), durante la final de la XV edición del Torneo Internacional de bádminton Giraldilla de La Habana, en el coliseo de la Ciudad Deportiva, el 30 de marzo de 2014 . AIN FOTO/Abel ERNESTO

A propósito de mentores… ¿cómodo con el cambio?

 

Es complicado, no me gusta hablar mucho de eso, pero mi sistema de entrenamiento se alteró con el cambio de Marina Pérez a Roberto Mollinedo. A veces la vida es ingrata, él es el que está ahora, ha atestiguado mis resultados y mientras no suceda nada negativo todo marcha, pero a Marina le debo el Osleni que soy, desde que entré al elenco nacional con 15 años en septiembre del 2004 ella marchó a mi lado en ese periodo de evolución, me inculcó esa capacidad de trabajo, esa exigencia, aún hoy me sigue. Es característico de los cubanos tener esa capacidad de respuesta ante tantas adversidades. A ella y a mi mamá, María de los Ángeles Velazco les agradezco mucho. Me siento afortunado y apoyado.

 

¿El Osleni fuera del tapiz?

 

Centrado, con grado de responsabilidad supremo, en este deporte el componente psicológico tiene un peso esencial, la mente es una fortaleza y te amplía la visión, amante de mi hija de un año y tres meses Eliani, me cambió la vida, y muy jaranero, uno nunca debe renunciar a ser quién es.

 

Esa fue la sentencia de este Guerrero, hiperquinético por naturaleza, centrohabanero de pura cepa, con 16 años de kilometraje en el badminton pero amante de todos los deportes. De no ser así como explicarse que antes practicó karate, judo y lucha en el Vicente Ponce Carrasco. Tanto él como yo continuamos en nuestra batalla perenne por crecer.

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