Más que reggaetón, cultura cubana ¿Usted qué piensa?

Más que reggaetón, cultura cubana ¿Usted qué piensa?
Fecha de publicación: 
30 Noviembre 2011
100
Imagen principal: 

Por estos días, ciertos números de reggaetón han pasado a primer plano en el debate nacional, oportunidad para recordar que la Comisión parlamentaria de atención a la juventud, la niñez y la igualdad de derecho de la mujer analizara el pasado mes de julio el mismo tema, centrándose en determinadas letras, facturadas por grupos cubanos que distorsionan ante el mundo la imagen de las cubanas; en tanto otras, promueven la violencia.
 

En aquella oportunidad, Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, de la Federación de Mujeres Cubanas, presentó el tema y sentenció que los medios son espacios que socializan valores, producen ideología, y estos compiten hoy con productos que circulan en formatos de DVD, memorias flash e incluso, son promovidos por los propios trabajadores por cuenta propia, violando regulaciones ya establecidas.

La doctora Moya afirmó entonces que «están coexistiendo discursos contradictorios, se habla de los valores, y, por otra parte, hay una serie de propuestas que no tienen nada que ver con lo que tratamos de promover en los medios de comunicación cubanos».
 

Tomaron parte en aquel debate parlamentario representantes del Instituto Cubano de Radio y Televisión, del Instituto de la Música, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales e integrantes del secretariado de la Federación de Mujeres Cubanas, encabezadas por Yolanda Ferrer, miembro del Consejo de Estado y secretaria general de esa organización.
 

Como invitado al debate asistió asimismo Orlando Vistel, presidente del Instituto de la Música, quien protagonizó allí una de las más aplaudidas intervenciones, merecedora de ser reproducida por Cubasí:
 

«Es un tema de máxima actualidad y la máxima responsabilidad nos toca a los de Cultura, porque en el fondo estamos hablando de la cultura que nos identifica y nos define. En la medida en que nos apartemos de ciertos presupuestos culturales elementales, estamos arriesgando muchos; y a veces perdemos el pulso de la identidad en nuestro proyecto social.
 

«Solo podremos avanzar si cada uno asume el pedacito de Socialismo que le toca en esta tarea. Es una responsabilidad cultural.
 

«Todo el mundo dice “yo no tengo nada en contra del reggaetón”, yo sí tengo cosas en contra del reggaetón: en primer lugar, en contra del modo de vida reggaetonero, de sus modos de conducta, de vestir, de tatuarse y agujerarse el cuerpo.
 

«Y yo soy músico, además de presidente del Instituto de la Música, y puedo afirmar que no estamos hablando de un género, sino de un producto hecho en un laboratorio. Ha sido elaborado gota a gota para buscar un esquema rítmico de fácil elaboración y reiteración, que permita fijarlo. También con poca elaboración armónica, que la armonía es un segundo nivel del pensamiento musical, lo primero es el ritmo, la armonía es el revestimiento. Una armonía complicada es más difícil de fijar, por tanto, esta es elemental; y la melodía, de muy fácil reiteración, ayudada por textos con temas que no llevan a pensar y tienen ganchos elementales, desprovistos de imágenes profundas y que tienden al populismo.
 

«Si a esto le ponemos un celofán con elementos tímbricos de contemporaneidad, lo convertimos en un producto de fácil y rápida comercialización. Y así el reggaetón desplazó a la salsa del mercado.
 

«El reggaetón llega hoy con la tecnología del mp3, mp4, y se ha convertido en boom artístico en el mercado cultural, algo entre una intención de la industria del ocio y de las grandes transnacionales, que elimina hasta al disco.
 

«O sea, que no es un fenómeno ni tan sano, ni tan rudimentario, sino políticamente guiado, dirigido a nuestras repúblicas centroamericanas. En Europa se oye menos y está hecho para nuestro pobre tercer mundo, para convertirlo en cuarto mundo. Porque cuando se ve el modo de vida que proponen, está más para abajo del tercer mundo: drogas, sexo, violencia…»
 

Vistel volvió a retomar el tema, también como invitado a la Mesa Redonda dedicada a los desafíos de la cultura cubana en el momento actual. Respondiendo a preguntas de los televidentes sobre la calidad del video clip cubano, refirió que no es política de la institución que dirige ni del país promover audiovisuales de baja factura, y reprobó tales composiciones, entre ellas «El Chupi Chupi». A esta última la calificó de «horrible ejemplo» que «se coló por una fisura», porque tal video clip -puntualizó- no fue realizado por ninguna institución artística; el número había sido presentado a la EGREM y reprobado por esa disquera.
 

Abundó en que nuestras disqueras no graban ese tipo de música y desde hace nueve años son analizados en el Instituto de la Música todos los planes temáticos. No obstante, explicó que la propagación de las tecnologías facilita a particulares realizar grabaciones de óptima calidad, aun cuando no sea así en el caso del contenido.
 

Pero una cosa es grabar fuera de una disquera -aclaró-, y otra la difusión, que debe contribuir a que lo difundido se corresponda con la política musical, la cual no excluye géneros, sino chabacanerías.
 

En consecuencia con estas declaraciones, otras personalidades de la cultura cubana han expuesto con posterioridad sus criterios; entre los más recientes se hallan los de la Doctora María Córdova, Titular del Departamento de Musicología del Instituto Superior de Arte,  quien en artículo publicado en Granma, se preguntaba: «¿En dónde reside la mayor responsabilidad por la difusión, promoción y generalización de tales manifestaciones? Indudablemente, un creador, en primera instancia, puede expresarse como mejor considere, aun cuando su obra pudiera resultar socialmente irresponsable, así como artísticamente negativa. Ese tipo de creación que carece de calidad artística no debería generalizarse, y si ello sucede, considero que la mayor responsabilidad recae en los artistas y especialistas designados como mediadores entre los compositores y el público, tanto en la radio como en la TV».
 

En otro material difundido hoy por el sitio Cubadebate, su autora, Paquita Armas Fonseca, retoma aristas del debate que aconteciera  en la comisión parlamentaria, insistiendo ahora en el papel de la familia y en los valores que se difunden, ya no por los medios, sino por aquellos que, teniendo posibilidades, reproducen contenidos de muy mal gusto en ómnibus, escuelas, centros laborales y otros espacios públicos.
 

Cita una interesante intervención del escritor y crítico Rafel Grillo en una asamblea de la UNEAC, donde expuso: «no son la radio, la televisión, el cine, sus directivos, u orientaciones partidistas quienes están imponiendo el gusto en Cuba, son los vendedores de DVD que bajan por las antenas los programas, desde series hasta video clips, lo que luego ofertan, vendiendo o alquilando a quienes tienen un aparato para verlos, en su casa, rodeados de familiares, niños incluidos, sin que nadie cuestione la violencia o el sexo subido de tono».
 

Orlando Cruzata, entrevistado por Paquita Armas Fonseca, explica cómo en los años 90 «quienes más posibilidades económicas tenían de hacer video clips eran los salseros, ya después eso se estabilizó porque todo el mundo cobró conciencia de lo importante que era tener un video clip, tanto la televisión nacional como las disqueras, los músicos, y por supuesto, los realizadores».
 

Y más adelante expone: «Después vino el boom del reggaetón, que le sucede lo mismo, pero no es el mismo momento. Ya se hacen video clips de pop, de rock, de música bailable. Ahora se hacen muchos de reggaetón, aunque algunos no se ponen porque son muy primitivos, o son muy malas las letras, o son muy malos los videos».
 

A lo largo de las opiniones que el tema ha suscitado, se hacen evidentes las muchas aristas que lo conforman y comienzan a inquietar al público, realizadores y otros involucrados, e incluso saltaron ayer a las redes sociales en un debate digno de ser reproducido.
 

Entre las inquietudes expresadas en Twitter, blogs y otros espacios de la Red de Redes, figura el alto costo de producción que suele acompañar a esas obras, así como ciertos compromisos de difusión. A propósito, José Luis Cortés había ya comentado en una reciente entrevista al portal Cubasí: «Yo hice varios videos y se los he mostrado a mucha gente y creo que hay algunos que pueden ser presentados perfectamente en los Lucas. Sin embargo, me dicen que no, pues no tienen la calidad suficiente, y yo he visto en ese programa horrores.
 

«Me parece que no hay consideración al esfuerzo de los músicos, porque yo no tengo lo que cuesta pagar un video clip y ningún realizador hace los trabajos de gratis. Yo estoy por la cultura. A lo mejor en mis clips faltó el dolly o determinadas luces, pero creo que la historia de los videos está en talla.

«Además, los hice con cámaras de alta resolución. Creo que de cinco que hice, al menos debían poner uno, aunque no coja premio. Pero en los Lucas me dijeron que eran videos de palo».
 

El acercamiento al debate no concluye con este resumen, donde han quedado recogidos solo algunos de los tantos puntos de vista emitidos por estos días. Que sea ahora la voz del pueblo la que se apropie de este espacio para continuar enriqueciéndolo. Porque es de todos el convencimiento expresado por Abel Prieto, Ministro de Cultura, durante la Mesa Redonda ya citada: «La cultura es el alma de la nación, como afirmaba Fernando Ortiz, y eso es lo que está en juego, si nos equivocamos en términos de política cultural. Yo estoy absolutamente convencido de que no nos vamos a equivocar».

Comentarios

"Esas canciones que publican con la intención de un doble sentido, es verdad que son muy aceptadas por los jóvenes cubanos de hoy en día, pero esa no es la cuestión, sino que la nueva generación de ahora se puede pervertir cada día más con eso". Coincido plenamente con el criterio anterior. Cuando leía las respuestas recordaba que la noche anterior mis vecinos habían celebrado el 2do cumpleaños de Anita, y cuando los niños se estaban aburriendo por la falta de diversión surgió la genial idea de un adulto: VAMOS TODOS A BAILAR REGGETON!!! Y fue, por desgracia, lo que mantuvo a los niños en la fiesta. QUÉ HISTORIA MUSICAL PODRÁN CONTAR ESTOS NIÑOS A SUS NIETOS SI SEGUIMOS CON ESTE POMPOSO ESTILO MUSICAL???
yo creo que el reguetón en Cuba actualmente es vulgar y obsceno, hay que ser bien cuidadosos y es realmente lamentable de que generaciones actuales estén creciendo escuchando tales músicas, si es que a eso se le puede llamar música, no es que se le haga la guerra al reguetón pero por favor, ser cuidadosos y no a la banalidad y a la vulgaridad, yo soy joven pero deseo que el reguetón no sea tan vulgar Saludos desde la Habana Raúl Pelegrin Mora raulito17@correodecuba.cu
Los medios sensuran a esos mal hablados, sin embargo son los que más ganan dinero en los centros nocturnos. No es el género, porque está claro que el rock ha sido el que más ha sufrido en la historia cubana y que hay temas de reggeton (a pesar de que todos ponen a bailar por el pegajoso ritmo) que poseen letras bonitas, nada que ver con la guapería o el uso de la mujer como objeto sexual, este último tema de Yakarta(ciudad de indonesia) y el Chacal(perro africano de mucha peste) que habla de la navidad está bastante aceptable. Pienso que medios y locales deben de ir al parejo.
No soy músico, soy ingeniero. No soy "creador", soy padre y comunista; y si tengo en contra del reguetón. En el debate del artículo un músico cubano, relevante por lo que parece, califica el reguetón como: "como producto de laboratorio, de bajísima calidad, portador de modelos y valores diseñados para llevar al tercer mundo al cuarto mundo" e inmediatamente se buscan responsabilidades en los divulgadores, ya sean estatales (lo de las fisuras en el ICRT etc) o privados (que si las antenas o los DVD)… Pero cuando se hace el análisis del combate a las drogas, como problema social, se cuestiona el que los EEUU desarrolle su estrategia de contención con políticas dirigidas al control del fenómeno en los países productores y en los distribuidores externos; entonces si se va a la esencia fenómeno: las drogas se producen y se venden porque EXISTE EL MERCADO QUE LOS CONSUME... pero igual pasa con el regetón. Y ahora, dejemos a los EEUU fuera, aunque ellos son los diseñadores del producto en cuestión y para un objetivo muy claro. La pregunta que hay que hacerse es: ¿POR QUÉ A LA JUVENTUD CUBANA LE GUSTA EL REGETÓN Y ES UN "BOOM CULTURAL” QUE NO PARA? Y no hace falta el debate, porque la respuesta es una sola: POR LA FALTA DE CULTURA GENERAL, ARTÍSTICA Y MUSICAL QUE TIENE LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN JOVEN… Y ahora si viene la acusación: ¿Y QUIÉN ES EL RESPONSABLE DE LA INCULTURA DE LA JUVENTUD? pero no soy fiscal, sino padre e ingeniero, no me interesan los culpables sino las soluciones: ¿QUE VAMOS A HACER PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LA INCULTURA JUVENIL? Creo que pensar que la solución es limitar su reproducción en los medios masivos o corretear con policías detrás de los vendedores de DVD y poseedores de antenas es, en el mejor de los casos, ingenuo o, en el peor, una imbecilidad olímpica que raya en la negligencia suicida (de acuerdo con lo de que la cultura es el alma de la nación)…. Porque la respuesta es una sola: EDUCACIÓN, y ya estamos llegando a la esencia de la tesis: LA EDUCACIÓN QUE RECIBEN NUESTROS JÓVENES LOS LLEVA A CONSUMIR EL REGETÓN COMO PRODUCTO CULTURAL PREDILECTO. Creo que este debería ser el título del artículo y su solución el centro de los debates de alto nivel que sobre el regetón se hacen, visto como fenómeno cultural y como resultado de una educación recibida. Por favor, a los miembros de las comisiones parlamentarias de análisis, salvemos a la nación y a los jóvenes (los pocos que nos quedan) que ya somos un país del tercer mundo y de la tercera edad.
Quiero decir en primer lugar que el reggaetón no tiene letras bonitas, no puede ser comparado con ningún artista internacional, la música que hacen ellos es mucho mejor, tiene más calidad y más de todo, que aprendan de sus rivales, ya que aquí cualquiera canta sin haber pasado escuela, y más los reguetoneros.

Páginas

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.