¿Será el año oriental en el béisbol?

Luego de tres temporadas sin que un equipo oriental pueda subir a lo más alto del podio en nuestra Serie Nacional de béisbol —el último fue Santiago de Cuba en el 2008—, no son pocos los que opinan que la celebración final en mayo venidero será en el apartado del oeste, con cuatro elencos como candidatos de fuerza.

El elenco más estable del último lustro, Ciego de Ávila, sale una vez más como el primer aspirante a discutir no solo el cetro de su zona, sino también del país. Terceros en la Serie 48 y subtitulares en la 50, los avileños de Roger Machado no muestran fisuras en ningún aspecto del juego, y si Maikel Folch les responde en el box y Rusney Castillo sigue creciendo como el gran pelotero que es, no habrá quien se atreva a negarle un puesto en la disputa del título.

Mucho sabor a naranja dulce triunfadora presenta, como casi siempre, Villa Clara, una mezcla ideal de veteranos y jóvenes, deseosos de acceder a una corona que se le ha hecho esquiva desde que empezó este siglo XXI en seis oportunidades, con cuatro platas y dos bronces como mayor palmarés. Ramón Moré deberá sacarles el extra a todos sus jugadores, si pretende debutar por la puerta ancha como mánager, en tanto no le podrá temblar la mano para intentar cambios en todas las posiciones de juego.

Otro grande del béisbol cubano, Santiago de Cuba, se vislumbra como un león herido en pos de revancha. Su ausencia de los play off en la anterior campaña motivó a más de uno de sus peloteros a postergar el retiro del deporte activo, pues todos quisieran irse con el mayor reconocimiento de su afición. El punto más flaco vuelve a ser el pitcheo, pero Alcides Sánchez no es un improvisado en la dirección y su trabajo reconocido en las categorías inferiores pudiera ayudarlo sobremanera para devolverle, al menos, la clasificación a la postemporada de los indómitos.

El cuarto conjunto que mayores posibilidades reúne, por su combatividad y calidad sobre el terreno, probada año tras año, es Guantánamo. Dalier Hinojosa deberá «echarse ese equipo arriba», si quieren vencer el primer paso: clasificar a la postemporada. Los conocidos «Indios del Guaso» cayeron con las botas puestas en la campaña anterior, pero su motivación es digna de imitar por todos los equipos de la Serie.

Como sucede en todo vaticinio, habrá quien comience a preguntar ahora mismo, qué pasó con Granma, cuarto lugar en el 2010-2011. Dos retiros inesperados en la nómina de lanzadores (Ciro Silvino Licea y Manuel Vega), así como la deserción de Yoennis Céspedes, provocarán más de un dolor de cabeza al novato Indalecio Alejándrez, quien aceptó dirigir una formación de pelota tras casi 20 años en el softbol.

Las otras tres selecciones del Oriente no apuntan, al menos en papel, a un nivel más alto de las que hemos comentado. Y no precisamente por falta de buenos peloteros. ¿Alguien duda que Las Tunas es un trabuco ofensivo con Joan Carlos Pedroso, Danel Castro, Yosvani Alarcón, Alexander Guerrero, por solo mencionar algunos? ¿No es Camagüey un equipo crecido después de la mitad del campeonato?

Sin embargo, ninguno de ellos amenaza firme a la postemporada y de conseguirlo, sería una de las primeras sorpresas de la Serie. Las últimas líneas para Holguín, destinado a los últimos escalones en la tabla de posiciones, a pesar de tener una de las mejores aficiones del país y un estadio envidiable para muchas provincias.

La zona oriental parece más definida que la occidental: tigres avileños, naranjas villaclareñas, avispas santiagueras e indios guantanameros. ¿Seguirá la hegemonía occidental? ¿A la cuarta será la vencida?