Latinoamérica, región más avanzada en eliminar el hambre, según FAO

América Latina es la región del mundo más avanzada en la eliminación del hambre, aseguró hoy José Graziano da Silva, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Durante la presentación de un acuerdo entre la FAO y la organización internacional Slow Food, Da Silva subrayó que en este momento Latinoamérica es la región del mundo con más avance hacia la erradicación de ese flagelo.

Al mismo tiempo, señaló que Europa registra retrocesos en la materia como resultado de la crisis económica, pues ha visto datos sobre el aumento de la población sin empleo en ese continente que debe acudir a los bancos de alimentos para abastecerse.

Según el directivo, la FAO recomendó a los gobiernos de países europeos reforzar las coberturas sociales en lo que se refiere a la dotación de víveres a la población más necesitada.

Este miércoles Da Silva y el presidente de Slow Food, Carlo Petrini, anunciaron un acuerdo para desarrollar acciones conjuntas con el objetivo de mejorar los medios de subsistencia de los agricultores a pequeña escala en los países más pobres.

La iniciativa se dirige a proporcionar más alimentos para los mismos productores locales, sus familias y toda la comunidad, así como a producir pequeños excedentes que sean colocados en el mercado para apoyar la economía del territorio.

Slow Food y la FAO comparten la misma visión de un mundo sostenible, libre del hambre, que tutela la biodiversidad a beneficio de las generaciones futuras, declaró el dirigente del organismo internacional.

Por su parte, Petrini manifestó que la colaboración con la FAO nació del interés común de valorizar el patrimonio gastronómico tradicional local, con la defensa de la biodiversidad agroalimentaria y en apoyo a los pequeños agricultores.

El memorando de entendimiento, firmado por las dos organizaciones para un período de tres años, establece que ambas unen sus esfuerzos para promover sistemas alimentarios y agrícolas más inclusivos a nivel local, nacional e internacional.

La FAO y Slow Food trabajarán unidas para facilitar además el acceso a los mercados de los pequeños productores, a través de organizaciones y cooperativas más fuertes.

El acuerdo incluye actividades como la protección de los productos alimentarios tradicionales y la promoción de tradiciones culinarias, así como el patrimonio cultural de las comunidades rurales.

Al mismo tiempo, las organizaciones promoverán el bienestar animal como elemento clave para añadir valor a los productos de ese origen y aumentar los ingresos de los agricultores y otros actores en la cadena alimentaria.