EN LIBRERÍAS: ¿Amor, fastidio o historias?

EN LIBRERÍAS: ¿Amor, fastidio o historias?
Fecha de publicación: 
1 Abril 2013
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La vida literaria ha sido dura para las mujeres. Como en otros medios, inicialmente masculinos, ellas han tenido que buscar su espacio en corrientes adversas. Esa historia de amor por la literatura está escrita a golpe de entrega: un texto publicado con el nombre del esposo, o con uno falso que la oculte a los juicios de sus contemporáneos son sólo algunas de las génesis que han desatado ese movimiento que define a una parte de las escritoras actuales. El constante deseo de aceptación ha hecho que algunas de ellas se ofendan cuando se les señala su escritura como femenina.
 

Por suerte nos todas comparten esos pensamientos. Haydeé Sardiña de la Paz entrega Historias de amor y de fastidio, libro que muestra una sutil pero poderosa sensibilidad, en textos que hablan de la mujer, desde la mujer.

El volumen, ganador del Premio Luis Rogelio Nogueras en su edición del año 2007, está conformado por siete cuentos en los que la crítica social y la satirización inteligente de los problemas dan paso a un reflejo de la femineidad, vista desde disímiles puntos de vistas narrativos y vitales.  

Este libro se representa como una mujer que se mira en un espejo roto. Las melladuras en el cristal dividen la cara y revelan ángulos deformes pero reales. Los distintos fragmentos vienen a encajarse en un todo que es la mirada que los espía desde una dimensión que todos compartimos con la autora.

 

Las ideas crecen hasta convertirse en cuentos, y estos en piezas de cristal que revelan a una mujer desde sus complejos y su necesidad de afecto casi enfermiza, y nos trasladan por varias mentes que miran al sexo femenino desde adentro y desde afuera. La mujer vista por el hombre incomprensivo, añorada por el que ha quedado en el pasado y la espera, aún entre las más insanas ideas, o encerrada en su propia cabeza y en sus relaciones humanas.

Este es uno de esos libros en los que el autor pone mucho de sí mismo —y no me refiero a experiencias personales aunque pueden tener cabida dentro de sus páginas—, de su visión global de la vida. ¿Qué son entonces estas historias, sino pequeñas porciones del espejo roto de Haydeé Sardiña, de su propia dosis de amor y fastidio?

Sus personajes lo saben y fluyen dócilmente por las corrientes que ella los guía, ¿o tal vez sea ella la guiada? Lo que sí está claro es que los conoce a la perfección y los entiende, por eso está libre de contar sus anécdotas y sus problemas, sus pensamientos ocultos, esos que no se preocupan porque alguien importante venda café o prefieren morir de amor junto a una ventana, rota como el espejo de este libro; que no entienden poemas o no los quieren entender, que pierden la razón y ponen fin al fastidio y al amor que los persigue.

Las historias se acaban y cerramos el libro, pero las ideas prevalecen.

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