EE.UU.: Diversas aristas influyen en avance de reforma migratoria

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EE.UU.: Diversas aristas influyen en avance de reforma migratoria
Fecha de publicación: 
23 Marzo 2013
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Un panel bipartidista de ocho senadores se acerca a los primeros días de abril sin alcanzar un consenso para presentar a los estadounidenses una propuesta de reforma migratoria integral, la cual está sujeta a la solución de variados desafíos.

Algunos analistas señalan que si no logran ponerse de acuerdo sobre la definición de qué sería una frontera segura, quién la certificaría, y de la cantidad de dinero necesario para alcanzar ese objetivo, probablemente eso daría al traste con la aspiración de millones de personas, quienes esperan por el cambio de las leyes.

Ya parece haber un acuerdo, el gobierno del presidente Barack Obama lo apoya, para establecer un camino hacia la ciudadanía de los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país, según anunciaron fuentes cercanas al panel negociador.

Pero, primero los ocho senadores deben resolver el problema de la seguridad, algo que todos consideran necesario aunque no coinciden en las formas de lograrlo.

En la actualidad muchos recuerdan la reforma de 1986, bajo el gobierno del presidente Ronald Reagan, cuando tres millones de inmigrantes indocumentados regularizaron su situación aunque no se reforzó la frontera con México y persistió la entrada ilegal de personas.

Funcionarios de la administración de Obama, y el propio mandatario, señalan que la frontera es más segura que nunca luego de la inversión de miles de millones de dólares de los contribuyentes en acciones para su defensa.

Hay ahora 18 mil 500 agentes de la Patrulla Fronteriza en el límite México-Estados Unidos, en comparación con tres mil 222 en 1986; se construyeron altas barreras a lo largo de casi 700 kilómetros.

En 1986 la mayor parte de la frontera estaba abierta, indican agencias gubernamentales.

Eso al parecer dio resultado pues las detenciones de inmigrantes osciló recientemente en alrededor de 350 mil por año, el nivel más bajo desde 1970. Asimismo, disminuyeron las tasas de criminalidad en las comunidades fronterizas, al nivel de considerarse entre las más seguras del país.

También en relación con el tema de seguridad, el gobierno emplea como nunca antes más técnicas de detección e intercepción de inmigrantes, incluyendo el uso de aviones no tripulados (drones) que recorren a diario el límite del país.

Hemos ido más allá de lo solicitado por los mismos republicanos, quienes sostienen que apoyan una reforma más amplia, siempre y cuando se den pasos en la seguridad, dijo el presidente Obama durante un viaje a la frontera en El Paso en 2011. Todo lo que pedían, lo hemos hecho, puntualizó.

Sin embargo, los opositores consideran que esos avances son ilusorios, al alegar la disminución de los flujos migratorios en general a causa de la falta de empleo en Estados Unidos y que el reto vendría cuando la economía salga de la crisis.

Por otra parte, funcionarios de Seguridad Nacional estiman que es poco realista hablar del control en la frontera debido a que la medición del tráfico de inmigrantes siempre ha sido difícil de alcanzar y los niveles de seguridad siempre estarán sujetos a la interpretación.

Acciones tomadas por gobiernos anteriores reforzando los cruces en ciudades cercanas al límite entre Estados Unidos y México, como El Paso, en Texas, ayudaron al control pero a la vez impulsaron a los inmigrantes hacia otras rutas entre desiertos y montañas.

El deterioro de la situación en las zonas remotas condujo en parte a la aprobación de la Ley del Cerco de 2006, que autorizó la construcción de cientos de kilómetros de barreras.

Esas medidas impulsaron el surgimiento de nuevas rutas. Así, al reforzarse la frontera de California en 1990, Arizona se popularizó entre los que pretendían llegar a territorio estadounidense.

Tucson y Phoenix se convirtieron en los principales destinos de los migrantes, lo cual llevó al Estado a aprobar leyes más estrictas de inmigración (la SB 1070) que inspiraron legislaciones similares en varios estados y provocó una intensa oposición en el país.

Ahora mucha gente que polariza el debate se resiste a que los legisladores se centren exclusivamente en la seguridad fronteriza y alegan que el problema de la inmigración ilegal no se puede resolver por completo allí.

Hasta promulgar una reforma integral, incluyendo una aplicación más estricta contra los empleadores que contratan a inmigrantes indocumentados, los migrantes seguirán tratando de cruzar, plantean algunos, cuando tocan otra de las aristas que tratan de encarrilar los negociadores en el Congreso.

Hemos logrado avances, un progreso significativo, indicó Peter Núñez, ex fiscal en San Diego. No obstante, agregó, se puede hacer más en la frontera, pero el mayor problema ahora es el lugar de trabajo.

En estas contradicciones se debaten demócratas y republicanos luego que Obama incumpliera con su promesa de hacer la reforma durante su primer mandato.

Aunque una solución no parece fácil, llama la atención ahora que los republicanos tratan de acercarse a los votantes latinos, un sector esquivo en los comicios de noviembre de 2012.

Recientemente el Comité Nacional Republicano dio a conocer oficialmente su apoyo a la reforma migratoria, algo interpretado como una señal para abrir el camino, aunque no mencionó si debe incluir un mecanismo para la obtención de la ciudadanía, punto que los conservadores critican y tachan como una amnistía.

Al respecto, el senador republicano Rand Paul pidió que se permita a los inmigrantes sin permiso para estar en el país convertirse en contribuyentes y aspirar a la ciudadanía, un pronunciamiento importante entre una de las figuras predilectas del grupo de ultraderecha Tea Party.

Comencemos la conversación sobre esos temas reconociendo que no vamos a deportar a los millones de inmigrantes que ya se encuentran en el país, dijo el posible aspirante presidencial para 2016.

Las palabras de Paul confirman la estrategia adoptada por el Partido Republicano, tras los reveses electorales importantes que tuvo en 2012, de reforzar su imagen ante los hispanos y otras minorías étnicas, ante el valor de éstos en la política, y podrían contribuir a un mayor acercamiento.

En lo inmediato, está por ver si demócratas y republicanos logran resolver sus diferencias y si estas no dan al traste con los avances alcanzados.

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