Otro cumpleaños de Antonio Guerrero en injusto encierro

Antonio Guerrero arriba hoy a su cumpleaños 53 en una cárcel de Estados Unidos, donde permanece confinado desde hace más de 13 años por el único delito de combatir el terrorismo.

Este heroico cubano y sus compatriotas Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, el último sometido ahora a tres años de libertad supervisada, fueron detenidos por alertar a Cuba de los planes de organizaciones violentas radicadas en La Florida.
 
En este día muchos en la ciudad de Santiago de Cuba recuerdan a Tony, como cariñosamente lo llaman, pues tuvieron vínculos familiares, trabajaron juntos en el aeropuerto Antonio Maceo, en la Empresa de Proyectos 15 o en la Universidad de Oriente donde impartió clases.
 
Irma Puentes, abuela materna de Tonito, hijo de Antonio Guerrero, narró a la AIN que a pesar de llegar a la casa extenuado, cubierto de polvo o cemento, complacía a su pequeño para jugar a la pelota en la explanada cercana.
 
A Hilda González, profesora de Ingeniería Civil, le comentó el interés de escribir sus conocimientos sobre Ingeniería en Construcción de Aeródromos, especialidad que estudió en la antigua Unión Soviética.
 
Ante la necesidad de un profesor de la asignatura Aeropuerto en la Facultad de Construcciones, ella propuso al Departamento que el joven impartiera el tema por su amplio dominio, para lo cual Tony elaboró un folleto que sirviera de bibliografía.
 
Con gran seriedad asumió la docencia en el curso 88-89 y en el siguiente, primero por encuentros y luego en el diurno para suplir la ausencia de una profesora de licencia de maternidad, pero en el último tuvo que hacerlo en horario nocturno para no afectar su trabajo.
 
En la ampliación de la pista del aeropuerto santiaguero, Tony recibió una evaluación excelente y la obra fue tomada como ejemplo de modelo constructivo.
 
Algunos de sus compañeros en la inversión, como la arquitecta Lissette Soria, lo califican de hombre previsor, difícil de encontrar en la oficina, pues prefería estar a pie de obra, pendiente de cada detalle, a la entrada de los suministros y a la calidad de ejecución.
 
En esos colectivos Antonio Guerrero dejó un buen recuerdo por sus condiciones humanas y profesionales, por eso hoy quisieran felicitarlo, estrechar su mano o abrazarlo en su cumpleaños 53.