Cuba 2012: La trascendencia de la hazaña paralímpica
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Trascendencia, señores, ¿saben ustedes la real magnitud de ese vocablo? Pues si quieren acercarse lo más posible a su acepción en materia deportiva, no tienen más que radiografiar la actuación de la delegación paralímpica cubana (9 oros, cinco platas y tres bronces) en la cita de Londres.
Estamos hablando del único certamen que prácticamente enfrentaron nuestros atletas, esos 22 deportistas que defendieron el pabellón tricolor sin apenas confrontación previa alguna. Esos 22 que únicamente se vieron superados en el medallero de América Latina y del Caribe por Brasil, el gigante sudamericano que con una nutrida delegación de 185 atletas ancló séptima (21-14-8). Todo eso en medio de una edición marcada por récord de participación de 4200 deportistas de 164 naciones.
Trascendencia porque esa cosecha nos colocó en el lugar 15 del medallero general y… ¿saben qué otro país subdesarrollado le antecedió? Ninguno.
Trascendencia traducida en optimización de resultados, porque 11 exponentes del campo y pista conquistaron igual número de preseas (7-4-0) e impusieron cuatro primados universales para colocarse en el octavo lugar por naciones en esa disciplina. Yunidis Castillo (la hija del viento) 11.95 segundos en el hectómetro, 24.45 en los 200 metros y 55.72 en la vuelta al óvalo, mientras el discóbolo Leonardo Díaz hizo volar su implemento hasta los 44.63.
Trascendental porque las indómitas Castillo y Omara Durand tuvieron una efectividad del 100% en cinco modalidades en las cuales incursionaron ambas (recordemos que por falta de quórum no se convocaron los 200 metros T-13 y Durand, quien se encuentra embarazada en la actualidad, no pudo emular a su coterránea con la triple corona).
Retomando una entrevista realizada a Yunidis hace poco, recuerdo que sobre las plusmarcas me comentó: «No sentí cansancio extremo tras cinco carreras en una semana. En buena medida gracias al rigor con que mi entrenadora, Miriam Ferrer, y yo planificamos cada sesión, cada día en función de una distancia, bien analizadas todas las cargas, sin descuidar ningún elemento específico. Los récords no los persigo ni me quitan el sueño, salen».
Trascendencia porque hubo estrenos de altura, como el del nadador Lorenzo Pérez, quien sacó del Centro Acuático una plata (50 metros libres) y un bronce (100), devolviendo a la natación al podio de premiaciones tras 20 años, pues justamente su mentor Ernesto Garrido se había proclamado subcampeón en Barcelona, ¿en qué estilo? Igualmente en los 50 libres.
Los otros dos títulos salieron de los kumis (agarres), proyecciones y técnicas sobre el tatami de Jorge Hierrezuelo (90 kilogramos) y Dalidaivis Rodríguez (63), quienes con su performance acuñaron al judo como la segunda disciplina que más preseas le ha aportado al movimiento paralímpico antillano.
Y detengámonos aquí. Movimiento paralímpico en toda su dimensión. Primero por el hecho de estar contemplado en toda la pirámide del alto rendimiento en Cuba. Otra cuestión esencial es que en casi la totalidad de las modalidades, los exponentes paralímpicos entrenan y cumplimentan programas de entrenamiento muy parecidos a los de atletas convencionales, lo que eleva sobremanera su nivel. Por último, el factor inclusión, tanto en el orden social como en el deportivo.
Con todo ese sólido engranaje no puede ser otra que trascendente cualquier actuación suya extrafronteras. A Yunidis, Omara, Leonardo, Luis Felipe, Hierrezuelo, Dalidaivis y compañía, ¡felicidades! Ustedes protagonizaron una hazaña trascendental.
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