Ecos del Longina: reflexiones a dos voces

Ecos del Longina: reflexiones a dos voces
Fecha de publicación: 
15 Enero 2020
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El Festival de Trovadores Longina acaba de cerrar su edición de 2020 en la ciudad de Santa Clara, pero esta reunión de amigos, como lo catalogan algunos de sus protagonistas, es una puerta abierta a la canción de autor que va mucho más allá de unos días de enero.

A los miembros de la Trovuntivitis le debemos en gran medida estos más de veinte años de Longina y con la colaboración de Roly Berríos, hemos podido revcoger las impresiones de varios de ellos sobre este espacio que ya no es el único, pero sigue siendo diferente:

Miguel Ángel de la Rosa asegura que este evento “se distingue por la participación nacional de varias generaciones de trovadores, cubanos, extranjeros, legendarios y novatos, además de la integración con la crítica literaria musical, realizadores audio visuales, diseñadores gráficos y hasta teatro se ha integrado. Todo en un solo festival de cinco días”.

Y es que en más de veinte años el Longina ha dejado de ser aquel encuentro de trovadores que salían con sus guitarras y canciones a predicar una tradición, una especie de fe, al decir de Yunior Navarrete, el tiempo ha “servido para afianzar el festival con una mayor organización, asistencia de público, difusión y a la misma vez madurez artística por parte de los que comenzamos en su principio. Teniendo siempre en cuenta que el Longina está en constante evolución porque siempre hay nuevos hacedores de canciones por escuchar, con propuestas interesantes que harán crecer el festival y de paso la canción cubana”.

Tal y como lo describe Yunior Navarrete, hoy el festival tiene más espacios y un público que lo espera: El Longina provoca que toda una ciudad se ponga al ritmo de las nuevas canciones que llegan, de los nuevos cantautores y de los que ya están. Siendo este un termómetro, a mi modo de ver, para medir la temperatura de la canción de autor cubana y allende los mares. Las esencias del Longina son el compartir, intercambiar las canciones con el público y entre los cantautores. Y como decimos en esos tiempos “vamos a caerle a canciones por la cabeza a la gente” sin imposición. Una manera linda de decir, vamos a conversar, a través de las cuerdas, con las personas que vienen a escuchar que son tan poetas como todos los que van a cantar.

Efectivamente, el Longina reune a varias generaciones de trovadores bajo el título de un tema antológico de la trova tradicional y la edición de este año está dedicada al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, así que quisimos pensar juntos si los más jóvenes cultores de este movimiento conocen y se sienten deudores de este legado.

Miguel Ángel no tiene la “certeza de que todos los trovadores más jóvenes conozcan la historia del Grupo de Experimentación pero si saben todos de Silvio, Pablo y Noel... la idea de homenajear este proyecto del pasado forma parte del rescate de la memoria histórica de proyectos indispensables en nuestra música...”

Sin embargo, para su compañero de la Trovuntivitis, Yunior Navarrete, la respuesta es sí: “Pienso que si porque sí acuden a un festival que por nombre lleva Longina, eso quiere decir Pepe Sánchez, Manuel Corona, Sindo Garay, Miguel Companioni, Ela O'Farrill, Miguel Matamoros, Rafael Gómez “Teofilito”, Maria Teresa Vera, Las Hermanas Faez del Oriente de Cuba.... por así decir algunos.

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