Este fin de año brinda con la izquierda

Este fin de año brinda con la izquierda
Fecha de publicación: 
30 Diciembre 2019
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Ya comienzan los brindis. Se entrechocan vasos, copas y hasta tacitas; lo mismo cuando termina el balance del trabajo en el año que finaliza... y cuando lleguen las doce de este anciano 2019, una buena parte de los habitantes del planeta protagonizará un gigantesco brindis.

En cuanto a los orígenes de ese acto, enraizado en las costumbres de muchas naciones como forma de manifestar buenos deseos, de mostrar felicidad y homenaje, algunos estudiosos aseguran que se remontan al tiempo de los antiguos griegos.

Parece ser que en los grandes banquetes —que solo podían organizar los adinerados, servidos por esclavos—, luego de que las copas de los invitados eran llenadas, el anfitrión alzaba la suya y tomaba un trago, como señal de que era una buena bebida y estaba libre de veneno —recurso que abundaba en aquella época para eliminar enemigos.

El originario chocar de copas entre monarcas y nobles buscaba mezclar el contenido de ambos depósitos, precisamente para que quedara descartada cualquier posibilidad de envenenamiento.

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Otros historiadores asocian el origen del brindis con motivos religiosos como ofrenda a los dioses, y hay quienes lo remiten, en específico, al siglo XVI, cuando Carlos V celebró una sonada victoria de su ejército.

Aquel 6 de mayo de 1527, los soldados del rey tomaron y saquearon Roma. Como celebración, los mandos militares llenaron sus copas de vino, las alzaron al frente y dijeron la frase bring dir's: yo te lo ofrezco, expresión de donde se deriva la palabra brindis y el verbo brindar.

Hoy, por suerte, no se brindan u ofrecen ciudades conquistadas, sino se brindan felicidades, deseos de buena salud, éxito y prosperidad.

Es un hábito extendido, sobre todo en América Latina, verter un chorrito de la bebida al suelo luego de abierta la botella. Hay quienes lo interpretan como homenaje a la madre naturaleza, como ofrenda al dios Baco y a las deidades que propician la fertilidad de la tierra y la abundancia, y también aquellos que lo hacen como ofrecimiento a las almas de los fallecidos para alegrarlas.

En Cuba, el chorrito vertido en el piso «pa’ los santos» casi nunca falta, aun entre los no creyentes.

Más que cualquier protocolo, lo más importante en este acto es la autenticidad, la sinceridad. Pero si, además, se quiere aderezar el brindis con las normas de las buenas costumbres, pues aquí quedan anotadas, junto a la sabia sentencia de Confucio que recordaba: «Donde hay educación no hay distinción de clases»:

-A pesar de que los antiguos griegos y romanos chocaban sus copas, actualmente lo más recomendable es no hacerlo. En su lugar, basta con alzarlas, no más allá del nivel de los ojos, y hacer solo el gesto de entrechocar.

-Antes de beber, si se está comiendo, deben limpiarse los labios con la servilleta para evitar dejar marcas en el borde de la copa.

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-La copa se debe sujetar por la parte larga y fina (tallo). Levantar el dedo meñique en ese momento no es ni distinguido, ni demuestra buenas maneras. Es aconsejable dejarlo tranquilo junto a los otros dedos que sostienen la copa.

-Es costumbre, en el momento de brindar, decir algunas palabras como salud o felicidades.

-No debe brindarse con agua ni con la copa vacía.

-Antes de dejar el vaso o la copa sobre la mesa, se le debe dar aunque sea un sorbo.

-Se brinda siempre con la mano izquierda, la del corazón, y siempre mirando a los ojos de la otra persona.

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Así que cuando, en la medianoche de este 31 de diciembre, usted levante su copa o su vasito, o el recipiente que sea, hágalo siempre con la izquierda; y si de paso brinda también por la izquierda, por las fuerzas de izquierda que en distintas geografías están luchando por un mundo más digno y equitativo, pues mejor para el 2020.

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