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Los pueblos sabemos reconocer a nuestros líderes tanto en la política, en el deporte, o en el campo que sea. Desde México a la Patagonia, como decía Martí. De esa forma identificamos a Hidalgo en Ana Gabriela, a Bolívar en Luis Aparicio o a San Martín en Maradona. Solo los pueblos reconocemos la obra de los grandes y a ese gran soñador (Fidel) que nos ha enseñado a pretender lo inalcanzable merece compararse con Sotomayor. Para todos ellos, nuestros más sublimes héroes, el reconocimiento de todos nuestros pueblos y el amor de sus hijos. Nunca los podremos olvidar y en nuestro deber queda reconocerlos para todas las generaciones que vendrán.