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El personajillo de Otaola, se le olvidó su historia en Cuba, no solo la de él, sino de parte de su familia, y ahora es todo un insigne consorte de la mafia fascista de Miami. Qué vergüenza para la especie humana la de este sujeto. Hay hienas y sabandijas con más moral y principios. La degradación de este individuo es digna de estudios, aún creo no se ha podido la ciencia aventurar a predecir cuán bajo caen estos especímenes.
4 Junio 2021, 5:20 pm
Nelson