¿Qué implica para Brasil el Programa Bolsa Familia?

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva anunció la semana pasada el reinicio de Bolsa Familia, un programa que años antes había ayudado a millones de brasileños, hasta su desmantelamiento por el ex mandatario Jair Bolsonaro. 

Se trata, según definición del Banco Interamericano de Desarrollo, de un programa de transferencias monetarias condicionadas de cobertura nacional “que tiene como objetivo apoyar a familias en situación de pobreza o extrema pobreza, al igual que ampliar el acceso a servicios de educación y salud”. 

Tiene origen en 2003, durante el primer mandato del Partido de los Trabajadores (PT) y Lula da Silva, quien procuró, desde su llegada al Palacio de Planalto, la reducción de la inflación, la disminución de la deuda externa, la estabilización macroeconómica, el aumento del crecimiento y una contención al neoliberalismo. En ese sentido, lanzó el Bolsa Familia, tras la unificación de una serie de beneficios sociales preexistentes. Blindado en ley en enero de 2004 e integrado posteriormente al Plan Brasil Sin Miseria, devino una de las políticas sociales más emblemáticas del PT. 
 
Una publicación del Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas de Brasil señaló que en el 2017 Bolsa Familia “sacó a 3,4 millones de personas de la pobreza extrema y a otros 3,2 millones de la pobreza”. Otros estudios también le adjudican efectos positivos en la salud y la educación, pues indujo al descenso de la mortalidad infantil y al aumento de la asistencia escolar y la estatura de los niños, gracias a la mejora en su nutrición.

Cabe comentar que, a pesar de su amplia cobertura, la iniciativa se caracterizaba por tener un costo bajo para el presupuesto público, en relación al Producto Interno Bruto del Gigante Sudamericano. En 2014, fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una de las principales estrategias de Brasil para la superación del hambre.

Un artículo de la Revista Española de Salud Pública afirma que Bolsa Familia es la iniciativa de su tipo más importante a nivel global y añade que, a pesar de su complejidad —derivada del tamaño y otras cuestiones administrativas y de gestión—, presenta algunos rasgos “extrapolables a otras realidades”.  

No obstante sus probados resultados, Bolsonaro le puso fin en 2021, cuando propuso, en su lugar, Auxilio Brasil. En la práctica, su alternativa estuvo marcada por incertidumbres y fallos desde el comienzo, según reportes de prensa. Para algunos analistas, Auxilio Brasil no fue más que un intento del derechista gobernante de lavar su imagen ante las elecciones, en un momento de franca impopularidad. 

Por su parte, Bolsa Familia constituye un ejemplo significativo de lo que se puede avanzar cuando existe voluntad política de gestionar los recursos en función de paliar problemáticas sociales. Con el anuncio de Lula, despierta la esperanza de millones de brasileños. La reapertura de Bolsa Familia implica una nueva oportunidad para el Gigante Sudamericano y su gente.