«Pinocho» Lasso: Tan mentiroso como aprovechado

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«Pinocho» Lasso: Tan mentiroso como aprovechado
Fecha de publicación: 
21 Junio 2022
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Protestas en Ecuador. Foto: El País

Ecuador lleva unos cuantos días amaneciendo en pie de guerra, con tres provincias en estado de excepción, con una masa indígena que no quiere seguir siendo engañada por un presidente —un banquero millonario— que aprovechó la discordancia de algunos líderes aborígenes con el correísmo para llegar al poder, luego de que quienes intentaron resucitar la muy perseguida Revolución Ciudadana, sin Correa, habían ganado la primera vuelta en las elecciones generales de hace un año.

La detención de algunos de sus líderes, más la posterior liberación, para calmar los ánimos, no han hecho decaer la indignación de la masa indígena engañada por Guillermo Lasso, quien apenas había logrado clasificar para la segunda vuelta, de una manera que se nos antoja sorprendente, si no fuera que las cabezas de los diversos grupos de aborígenes muchas veces deciden por quién deben votar sus seguidores.

El engaño fue tan grande, que Lasso llegó a recibir en ceremonia solemne el Bastón de Mando y utilizar su buena dicción, falsa modestia y poder de convencimiento para que los originarios creyeran que su gobierno complacería todas sus demandas, si llegaba al poder.

Y aunque los indígenas representan el 7% de los 14 millones de ecuatorianos, eso fue suficiente para que Lasso derrotara al joven candidato del correísmo y sustituyera a quien fuera su alumno, Lenín Moreno, bien calificado de traidor a su partido, compañeros e ideas revolucionarias, quien tiene entre sus «méritos» haber sacado al creador de Wikileaks, Julian Assange, de la embajada de Ecuador en Londres y entregarlo a las autoridades británicas, que ya han decidido extraditarlo a Estados Unidos.

Lasso, cogido in fraganti, ahora trata de reunirse con algunos jefes indígenas para tratar de desunir al movimiento encabezado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, cuyo presidente, Leónidas Iza, denunció que fue «secuestrado políticamente» por el gobierno de Guillermo Lasso y que es víctima de presiones para dejar de lado las protestas en el país. 

«He recuperado mi libertad bajo el debido proceso. No me he escapado», dijo Iza tras ser detenido acusado de paralizar el transporte público. Y añadió: «Está absolutamente claro que hay una presión política dirigida por usted», dijo dirigiéndose al presidente Lasso. 

El dirigente denunció que, en un primer momento, fue acusado por el delito de «terrorismo», y luego fue cambiada la carátula de su proceso por bloqueo del tránsito en delito flagrante. Iza dijo, además, que fue víctima de una emboscada del Ejército ecuatoriano para detenerlo cuando viajaba en un vehículo por una carretera que estaba normalmente transitable.  

Además, manifestó que durante el registro de sus pertenencias «únicamente encontraron» en su bolsillo un dólar con 55 centavos, una moneda de 2 euros, las llaves de su casa y un llavero. «Jamás se vio en el lugar ni quema de llantas ni de montículos, todos los vehículos estaban transitando», indicó. 

Burla a los indígenas…

Realmente es ingenuidad e ignorancia políticas haber pensado que Lasso hablaba en serio cuando habló de «lucha» por el «alma democrática» de Ecuador, en la ceremonia ancestral organizada por la comunidad endógena de Pirhuín, en la provincia de Tungurahua, para entregarle el ya mencionado Bastón de Mando, efectuada, según la aliada Cable News Network, en medio de música, danza y ritos ancestrales, todo alrededor de la «chacana», que es una cruz que simboliza la unión entre el mundo y lo humano en las culturas originarias de los Andes.

«La entrega de este Bastón de Mando en esta chacana significa —en el mundo indígena— transferir el poder de los pueblos, los buenos deseos y las energías positivas de la Pachamama, y entregar la amistad, la confianza y el compromiso entre los pueblos originarios», dijo Manuel Caizabanda, prefecto de la provincia de Tungurahua.

Lasso, ladinamente, agradeció a la comunidad indígena. Además, les pidió trabajar en conjunto para mejorar las condiciones de vida en los sectores rurales y agrícolas, tras lo cual apuntó que recibe el Bastón de Mando «con humildad, comprometido con todos ustedes para llevar a cabo y hacer realidad los sueños de prosperidad de un pueblo que quiere avanzar, que quiere prosperar». 

Así, ofreció a las comunidades indígenas «mejorar los canales de riego en las zonas del campo, promover el crédito agrícola y ganadero, simplificar trámites y agilizar procesos para acceder a préstamos productivos, reactivar las escuelas rurales y la educación intercultural», todo acorde con su discurso inaugural de la presidencia, cuando convocó al encuentro «de todos los ecuatorianos en la diversidad, es decir, de los pueblos y nacionalidades indígenas, del pueblo afro, del campesino, de los cholos y mestizos, de todas las culturas que conviven en este hermoso territorio llamado Ecuador».

Y en la fracasada Cumbre de Biden...

Antes de tener que vérsela con la justificada protesta masiva indígena, Lasso había participado en la Cumbre de las Américas, en Los Ángeles, California, EE.UU., y en su discurso durante una plenaria, frente a jefes de Estado del hemisferio, habló de las maneras en las que su gobierno contribuye a la lucha contra el cambio climático. Desafortunadamente, los hechos cuentan una historia muy distinta.

Se ha cumplido un año desde que Lasso propuso impulsar la «transición ecológica» como política pública, empezando por agregar, de manera simbólica, el apellido Transición Ecológica al Ministerio de Ambiente y Agua. Dicho enfoque de política pública resulta imprescindible en un planeta en crisis climática, y más aún en un país con ecosistemas que aportan no solo a la mitigación del cambio climático a nivel global, sino que son reservorios vivos de biodiversidad y culturas.

Sin embargo, a un año de dicho impulso, las acciones no son coherentes con el enunciado, y más parece un discurso populista de orden ecologista o un eslogan de marketing político con poco sustento coherente en la práctica. Esto fue evidente cuando a solo un mes del aclamado cambio del nombre del ministerio, firmó el decreto 95, que busca duplicar la producción petrolera, y un mes más tarde, firmó el decreto 151, que estimula la expansión de la minería.

Lo anterior no solo evidencia las contradicciones entre el discurso y la praxis, sino que deja en entredicho el real compromiso del mandatario con la sostenibilidad de la vida en la Tierra. Frente a lo anterior, amerita preguntarse: ¿Es la transición ecológica una prioridad real para este gobierno? ¿Existen propuestas concretas para limitar la dependencia de recursos naturales a nivel de país? ¿Cómo se incluye a pueblos y nacionalidades y a defensores de la naturaleza en este proceso?

Maldiciendo al mentiroso

Con tantas mentiras, a Lasso debe haberle crecido enormemente la nariz, como en la fábula sobre Pinocho, pero más aún se merece el protagonismo en las tres maldiciones terribles de Heinrich Christian Johann Heine, que se recoge en la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí, Tomo 27, página 62:

En su poema Los tejedores silesianos, este poeta alemán dice que los obreros, mientras tejen, cantan entre dientes tres maldiciones: una contra Dios, por olvidarse de sus plegarias y su hambre; la segunda, contra el rey prusiano por no mitigar su miseria y ordenar se disparase contra ellos como si fuesen perros callejeros; la última, contra una falsa patria donde solo prospera la ignominia, la desfachatez y el estiércol en que habitan los gusanos.

Comentarios

Millonario y banquero de seguro ha de tener presente los problemas de los más pobres ¿Por qué la gente se cree esos cuentos? ¿No aprenden?
castillo1359@yahoo.es

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