Nicaragua sigue confiando en Daniel Ortega

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Nicaragua sigue confiando en Daniel Ortega
Fecha de publicación: 
8 Noviembre 2021
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Aún sin haber sido contabilizados todos los votos Ortega lograba un 75% de aceptación, mientras su Frente Sandinista de Liberación Nacional lograba igual proporción en la elección de los 92 diputados de la Asamblea Nacional y los 20 del Parlamento Centroamericano.

No obstante, la premeditada y orquestada campaña del imperialismo contra Daniel Ortega, el presidente logro la reelección en los comicios celebrados del domingo en Nicaragua, donde miles de personas se mantienen este lunes celebrando en las calles el holgado triunfo del mandatario.

Aún sin haber sido contabilizados todos los votos Ortega lograba un 75% de aceptación, mientras su Frente Sandinista de Liberación Nacional lograba igual proporción en la elección de los 92 diputados de la Asamblea Nacional y los 20 del Parlamento Centroamericano.

Detrás de Ortega, quedaron Walter Espinoza, del Partido Liberal Constituyente, que lograba algo menos del 15. Otros aspirantes eran Mauricio Orúe, del Partido Liberal Independiente; Marcelo Montiel, de Alanza Liberal Nicaragüense; Guillermo Osorno, Alianza Liberal Nicaragüense; Guillermo Osorno, de Camino Cristiano Nicaragüense; Gerson Gutiérrez, de Alianza por la República, y Brooklyn Rivera, de Yatama.

Pese a la propaganda negativa de los medios reaccionarios, que llamaban a la abstención, la asistencia a las urnas superó el 70%, a pesar de que voto no es obligatorio, en un ambiente tranquilo, como atestiguaron los más de 200 observadores internacionales, incluso de la Unión Europea.

Este 7 de noviembre, poco antes de las 7:00 am, un total de 3 160 centros de votación abrieron sus puertas para recibir a los más de 4,4 millones de nicaragüenses convocados para acudir a las urnas, en los 153 municipios del país.

Luego de la firma del acta de cierre, comenzó el proceso de escrutinio, es decir, el conteo de los votos, en presencia de los fiscales de los partidos políticos, sufragios que fueron clasificados como válidos o nulos. Posteriormente, se llevó el acta de escrutinio al centro de cómputo distrital del CSE. Según el CSE, habrá resultados hacia la medianoche.

Se prevé que los resultados de las elecciones estén listos el próximo día 15, y el 10 de enero del 2022 se lleve a cabo la toma de posesión de Ortega, en su tercer mandato consecutivo, avalado por la Constitución que debe finalizar en el 2027.

Anteriormente, el candidato ganador debía alcanzar más del 40% de los votos u obtener al menos 35% con una diferencia de 5% respecto a su contendiente más cercano, de lo contrario, se realizaría una segunda vuelta entre quienes hubiesen obtenido el primero y segundo lugar, terminando electo quien tuviera el mayor número de votos.

No obstante, tras una serie de reformas constitucionales aprobadas en el 2014, la Constitución Política de la República de Nicaragua ahora establece, en su artículo 146, que se convertirá en presidente el candidato que obtenga la mayoría relativa de votos, es decir, quien tenga el mayor número de votos emitidos.

PAYASOS QUE NO HACEB REIR

Días antes, el Congreso norteamericano, como se esperaba, aprobó mayoritariamente una declaración promovida por los legisladores de origen cubano Marco Rubio y Bob Menéndez de rechazo al gobierno nicaragüense y al proceso eleccionario.

Desde hace meses arrecian los ataques del complejo tecnológico-comunicacional, liderado por el capital estadounidense, contra Nicaragua. La propaganda, que se disemina por todo el planeta, trata de crear una matriz ideológica que deslegitime este proceso para derrocar “blandamente” a su gobierno. En la elaboración de la propaganda no sólo intervienen los periodistas, sino los políticos, los intelectuales, los artistas y las instituciones.

La injerencia de EE. UU. y sus aliados europeos en los momentos electorales forma parte de la estrategia imperialista para desestabilizar y deslegitimar a los gobiernos y las instituciones de los Estados que no se someten al dominio imperial. Esta práctica ha sido habitual en América Latina, tanto en los procesos electorales como en sus resultados, cuando no han sido convenientes a los intereses imperialistas (Honduras, Brasil, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Perú). 

Nicaragua están sometidas a una guerra multiforme que se despliega, en esta ocasión, utilizando una de sus herramientas más dañinas: no reconocer el proceso electoral por el que se renuevan los cargos políticos.

EE.UU. no ha dejado nunca de considerar a América Latina su “patio trasero”. No ha dejado nunca de intervenir para “defender sus intereses” que no han sido otros que los de las del Capital estadounidense. No ha dudado nunca en apoyar golpes de Estado, intervenciones armadas, sabotajes, operaciones encubiertas, asesinatos, torturas etc.

GUERRA MULTIFORME

Desde el inicio del siglo XXI, la hegemonía imperialista estadounidense ha ido en declive. Pero al mismo tiempo, se han diversificado las formas en que trata de ejercer su dominio mundial. El uso de la intervención armada ha sido el método más utilizado en Oriente Próximo. Sin embargo, en América Latina la forma de intervención actual es la llamada “guerra multiforme”, que combina la actuación de los ejércitos interpuestos, mercenarios, utilización de la presión a los organismos internacionales, guerra económica y guerra ideológica. La estrategia imperial consiste en desestabilizar por todas las vías posibles a los gobiernos rebeldes, deslegitimar sus procesos electorales y presentar a sus gobiernos como dictaduras.

Los procesos electorales son el momento más favorable para atacar a los gobiernos latinoamericanos, porque se renuevan las instituciones y es posible intervenir con mayor facilidad. Pero la estrategia se prepara con mucha anticipación. Se pone en marcha el complejo tecnológico-comunicacional para producir la propaganda que criminalice a los gobiernos que no se someten; al mismo tiempo, se promueve y financia a los opositores más favorables a los intereses imperialistas. Se magnifica su influencia -aunque la realidad es que tienen más acólitos en el exterior que en sus propios países-, se insta a las fuerzas opositoras a elevar el nivel de declaraciones y se construye su imagen de víctimas. También las ONGs han de sumarse a la crítica despiadada a los gobiernos (la mayor parte de ellas financiadas por la USAID y fondos europeos). 

Los derechos humanos y la libertad de expresión se han convertido en la batería ideológica más utilizada contra el gobierno de Nicaragua en periodo electoral, de la misma forma que la guerra económica para preparar el terreno que justifica la “intervención humanitaria”.

ANTECEDENTES

En el 2016, la Senadora de la Florida Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, presentó el proyecto de sanciones Nica Act. El 19 de abril del 2018 se iniciaba un golpe de Estado siguiendo la estrategia de Gene Sharp (violencia de calle), que dura hasta junio de ese mismo año. En diciembre de ese año se aprueba por EE. UU. la Ley de Condicionalidad de inversiones, que bloquea el financiamiento de Nicaragua. En la Unión Europea, en octubre del 2019, se aprueban sanciones contra Nicaragua bajo el pretexto de defender los Derechos de los Opositores que intervinieron en los tranques del año anterior. El 4 mayo del 2020 se vuelve a pronunciar la UE ante la “grave situación del país”, y en agosto del 2021 aprueba nuevas sanciones. 

La guerra comunicacional, con la Cable News Network (CNN) a la cabeza, ha marcado las líneas de la campaña contra las elecciones en Nicaragua. Difunde la consigna de que las elecciones no son libres ni legítimas, porque se detiene a los opositores y a activistas de ONGs para forzar la reelección de Daniel Ortega. De esta forma crea la matriz de “crisis política” para ocultar las causas reales que han dado lugar a las detenciones. Se oculta que en Nicaragua existe una Ley de Defensa que respalda las detenciones y que es equivalente a las leyes que en muchos otros países tratan de defender la soberanía de las injerencias extranjeras, pero en el caso de Nicaragua se acusa al gobierno de ir contra los derechos humanos por aplicarla.

Se oculta además que una gran parte de las ONGs en Niaragua están vinculadas a partidos opositores y reciben financiación de Estados Unidos. Sin embargo, para la propaganda imperialista se trata de organizaciones cuyos activistas son detenidos arbitrariamente sólo por “criticar al régimen”. También se habla de opositores detenidos por ser aspirantes a la presidencia, cuando ni siquiera se habían postulado para las elecciones y han sido detenidos con acusaciones graves de lavado de dinero.

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