México: Contra la corruptela electoral
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¿Recuerdan a Vicente Fox el hombre de la Coca-Cola, quien no se quitaba las botas de montar ni para ir al baño? Ahora es uno de los paladines junto a otros entes directivos de los partidos tradicionales de México que propagandean, alientan y estimulan por cualquier medio a las demostraciones contra el intento del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de combatir la corrupción imperante en el Instituto Nacional Electoral (INE).
De todas maneras, a la reacción no le queda más remedio que salir a defender a los elementos que ha colocado en los puestos administrativos del INE, su principal instrumento para tratar de revertir decisiones que perjudicaran a sus intereses, y que coadyuvaron a que en dos ocasiones AMLO viera frustradas sus aspiraciones presidenciales.
Aunque ya había una pretendida acción del mandatario mexicano para eliminar la corrupción de la entidad electoral, pienso que ello avanzó rápidamente cuando se produjo la reelección adelantada del secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, quien debía haber dejado el cargo el 10 de abril último, por lo cual permanecerá seis años más, sumando así tres periodos en el órgano supuestamente autónomo y neutral.
Ello destapó el clamor popular por un organismo verdaderamente transparente y que no tenga manchas ni sospechas de corrupción, como si las ha tenido el INE.
No solo la sociedad mexicana rechaza la reelección del secretario ejecutivo: consejeros del propio instituto se han pronunciado en contra del consejero presidente, Lorenzo Córdova, lo cual recuerda las acusaciones de fraude electoral, que llegaron a su punto máximo, cuando se reveló que en el 2012 un pirata informático intervino en los comicios para asegurar la victoria de Enrique Peña Nieto.
Este tipo de cosas es lo que ha asegurado constantemente la inmutabilidad del ´proceso eleccionario mexicano a favor del partido tradicional, antes de que llegara el triunfo de AMLO y su grupo acompañante MORENA, cuyos miembros han sido evaluados tesoneramente para evitar manchas y corruptelas, como cualquier lazo con el narcotráfico, algo que se ha mantenido hasta ahora.
Así, el Presidente presentó su propuesta de reforma electoral, cuya discusión comenzó hace unos días en la Cámara de Diputados, mientras la oposición se movilizó para promover el apoyo al INE y el rechazo a la reforma propuesta por AMLO.
PUNTOS DE LA PROPUESTA:
-El INE cambiaría de nombre a Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC), que seguirá siendo autónomo.
-Reducción del número de diputados de 500 a 300, eliminando las diputaciones plurinominales. Lo mismo ocurriría con la cifra de senadores, que pasaría de 128 a 96.
-Eliminación del sistema de distritos y circunscripciones electorales, y que ahora los candidatos sean propuestos y electos por cada entidad federativa mediante listas.
-Los consejeros del INEC y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) serían propuestos por los tres poderes de la Unión y elegidos mediante voto popular.
-Reducción del número de consejeros del INEC de 11 a 7.
-Financiamiento público a partidos políticos solamente para las campañas electorales.
-Reducción a 30 minutos diarios de propaganda política en radio y televisión.
-Disminución de la participación en una consulta popular de 40% a 33% para que sea vinculante.
-Eliminación de los órganos electorales locales para homologar las normatividades a través del INEC.
-Implementación del voto electrónico.
MÁS DINERO Y MENOS DEMOCRACIA
El colega mexicano Javier Buenrostro calificó al INE de árbitro caro y parcializado a favor de los detractores de AMLO.
En cuanto a la más reciente demostración en las calles contra la propuesta presidencial, y a pesar de que hubo una convocatoria unificada de la oposición, el quórum no respondió a las expectativas, ya que solo hubo alrededor de 60 000 personas, cantidad que palidece ante las marchas que López Obrador convocaba cuando estaba en la oposición, que después del fraude del 2006 llegaban sin problema a un millón de personas, algo excepcional.
Al acto, que los organizadores denominaron "en defensa de la democracia", asistieron varios personajes del bloque opositor que han sido señalados repetidamente por participar en fraudes electorales, como los priistas Roberto Madrazo (que cometió irregularidades hasta en los maratones donde corría), Elba Esther Gordillo, que recientemente salió de la cárcel debido a procesos por lavado de dinero y delincuencia organizada, o hasta el ya mencionado expresidente Vicente Fox, el principal impulsor del fraude del 2006.
Aunque la marcha se pretendió disfrazar de "ciudadana", quedó de manifiesto la intencionalidad política de cara a la sucesión presidencial del 2024, dado que la aprobación de López Obrador se mantiene entre 60-70%, aún después de cuatro años de gobierno.
Además, los defensores del INE pretenden evitar que se recorte el oneroso presupuesto de 1 250 millones de dólares, bajo el pretexto de que no les alcanza el dinero; y mantener una línea de apoyo al conservadurismo, de convalidación al status quo.
Un caso grotesco fueron las ya mencionadas elecciones del 2006, donde aceptó que hubo "irregularidades", pero no se atrevió a reconocer el fraude electoral, a la vez que decía que no podía castigar las anomalías.
Y es que más dinero o menos democracia es lo que suele chantajear INE, mostrando que la mexicana es rehén de un grupúsculo de funcionarios que viven fuera de la realidad social.
PLAN B DE AMLO
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este martes que ante la posibilidad de que no se apruebe la iniciativa constitucional que envió al Congreso para reformar el Instituto Nacional Electoral (INE), preparará "un plan B" que permita introducir cambios a la legislación.
"Es posible que, sin violar la Constitución, se pueda proponer una reforma a la Ley Electoral, de que se elijan a los consejeros del INE y magistrados del Tribunal Electoral", informó el mandatario.
Durante su conferencia matutina, López Obrador explicó que para poder realizar cambios a la Constitución se necesita el apoyo de dos terceras partes del Congreso; sin embargo, su formación política y los partidos aliados solo alcanzan la mayoría simple.
"Son dos terceras partes, no es mayoría, estamos hablando que si son 500... se necesitan 330 votos, entonces no es fácil, porque Morena tiene mayoría simple, junto con sus aliados tiene 50+1, pero no alcanza", refirió el mandatario.
En este sentido, criticó a los legisladores por no apoyar la reforma electoral. "La gente quiere participar para elegir a sus consejeros y la gente no quiere que haya 500 diputados, sino 300. La gente quiere que no haya plurinominales, y la gente no quiere que se gasten 20 o 30 millones de pesos en elecciones. Y la gente no quiere que los consejeros ganen más que el presidente de la República. ¿Qué van hacer entonces? ¿desobedecer el mandato del pueblo?", argumentó.
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Javier Hernández Fernández
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