La base oscura del Imperio

Además del muro inacabado, hay mucho control en la frontera entre Estados Unidos y México para impedir que los “indeseables” emigrantes arriben a territorio norteamericano, donde, si pueden hacerlo, pueden ser víctimas de innumerables crímenes.

Pero, a pesar de tanto cuidado, que llega a la siempre impune represión, no dejan de fluir las drogas y las armas y se mantiene la trata de personas, porque acumulan mucha riqueza, ilegal desde el punto de vista de la justicia, pero que también tiene otros matices que la santifica.

Este tipo de dinero es el que llaman negro, pero que también puede ser calificado de gris o sucio o B, cuando proviene de otras fuentes, todo ilegal, porque no es declarado a Hacienda, para evitar el pago de impuestos y la revelación de su origen.

La mera existencia de dinero negro va a suponer un indicio del ejercicio de actividades ilegales. Así, los delincuentes que poseen una riqueza de la que no puede explicar su origen legítimo o lícito intentan blanquear el capital ilegal incluso con el objetivo de pagar los impuestos correspondientes y así poderlo utilizar como si fuera procedente de una actividad lícita.

También puede tener un origen legal -por desempeño de un trabajo, venta de bienes, etc.-, y es entonces que los tenedores cometen delito fiscal por evasión de impuestos, para lo que se utilizan paraísos fiscales, empresas interpuestas, sociedades pantalla y otros muchos procedimientos financieros.

Sería innumerables los casos que se pueden citar, aunque más recientes están los de los ex ministros del régimen de facto que desgobernó Bolivia y huyeron del país, luego de sacar grandes cantidades de dinero; algunos de los cuales no tuvieron tiempo y fueron capturados en Estados Unidos, a pesar de emplear grandes sumas para sobornos.

Si hubieran sido detenidos en Bolivia, ya la prensa al servicio de la oligarquía hubiera estallado en improperios, pero como fue en EE.UU., donde burlar el fisco no es tarea fácil, y menos cuando no son norteamericanos y no sirven mucho para desestabilizar al gobierno de La Paz, la cuestión fue tratada como una forma adecuada del proceder estadounidense.

Peor ha sido lo de Venezuela, donde parte del dinero robado por EE.UU., Gran Bretaña, Suiza y otras naciones desarrolladas al pueblo venezolano ha sido entregada a una mafia contrarrevolucionaria para que desestabilice al gobierno de Caracas. Empero, algunos de esos elementos ya han estado en contacto con bancos ubicados en paraísos fiscales para asegurar su futuro.

LO GRANDE

Sin embargo, lo anterior es una bicoca comparado al blanqueo de dinero por los grandes bancos estadounidenses.

Cada año, la Banca europea y norteamericana blanquean entre       500 000 millones y un billón de dólares de dinero negro. Del Tercer Mundo y de los países ex socialistas salen anualmente entre 20 000 y 40 000 millones de dólares, y en transacciones comerciales manipuladas, 80 000 millones, según investigadores del Congreso de los Estados Unidos, algunos ex banqueros y los expertos bancarios internacionales.

No incluye las transferencias ilegales y los flujos de capital aportados por dirigentes políticos corruptos, ni la evasión fiscal que llevan a cabo empresas extranjeras. Un destacado experto norteamericano en materia de finanzas internacionales, Raymond Baker, colaborador del Brookings Institute, estima que «el flujo de dinero corrupto que sale de las economías de los países en desarrollo (Tercer Mundo) o en transición (ex socialistas) y que va a parar a las arcas occidentales, es de entre 20 000 y 40 000 millones de dólares por año, y el flujo generado por las transacciones comerciales con precios manipulados es de 80 000 millones, si no más.

En la suma de ambos conceptos, significa un billón de dólares en una década. Y de esta suma la mitad al menos tuvo por destino Estados Unidos. Si incluyéramos otros conceptos que forman parte de la evasión de capitales, la suma final sería mucho mayor. Este experto del Brookings Institute no incluye las permutas de bienes inmuebles y de valores bursátiles, las transferencias por cable fraudulentas, etc.

En otras palabras, la cifra incompleta de dinero negro (blanqueado de origen delictivo y corrupto) inyectado en las cajas fuertes de los bancos estadounidenses durante la década de los ´90, ascendió a unos 3 a 5,5 billones de dólares, pero ahora es mucho más.

Resulta evidente que los flujos sumados de este dinero cubren buena parte del déficit de la balanza de pagos norteamericana (que alcanza cientos de miles de millones de dólares por año), y sin él la balanza exterior sería totalmente insostenible, el nivel de vida se derrumbaría, el dólar perdería valor, el capital de inversión y préstamo disponible se contraería y Washington sería incapaz de mantener su imperio global.