Iracundos en África

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Iracundos en África
Fecha de publicación: 
29 Agosto 2020
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Por estos días se menciona bastante el robo del petróleo sirio por Estados Unidos en el nordeste del país árabe, contando el Imperio con las terroristas Fuerzas Democráticas que mantienen en la zona aún no liberada por el Ejército Árabe de Siria, que, con ayuda rusa e iraní, ha impedido que los halcones de la Casa Blanca y sus aliados de Francia y Gran Bretaña concreten sus viejos planes de desmembrarla.

Lo anterior hace desviar la atención sobre el plan a largo plazo de Washington para apoderase del petróleo africano, evitar que China siga ayudando a los países de la zona, irrespetar los derechos humanos de la población y establecer más fuertes los lazos imperiales con los de las otroras naciones colonialistas.

Si en Siria, como apuntamos, EE.UU. explota el petróleo ajeno, en África trata de controlar una producción que supera los 15 millones de barriles diarios de crudo.
Cierto que con África nos unen muy estrechos lazos, incluso donde hay gobiernos que no manejan bien las cuestiones referentes a la protección de la población, debido a que se desempeñan sobre la crónica debilidad institucional de sus sistemas políticos.

La mayor parte de estos gobiernos y de las corrompidas elites que detentan el poder mantienen sólidos vínculos con los intereses del poder imperial mundial, por lo cual hay que tener en cuenta una estrategia que muestre que el futuro de estas naciones está en la capacidad de resistencia e insurgencia que los movimientos sociales, políticos y ecológicos africanos tengan frente a esta oleada neocolonial que se abate sobre su tierra.

Un continente africano produciendo mucho petróleo otorgaría a EE.UU. el margen de maniobra y seguridad suficientes (según sus analistas) para aventurar intervenciones militares en estos países sin temor a que colapse el mercado petrolero.

CASO NIGERIANO

El país más poblado de África, Nigeria, es uno de los 10 mayores exportadores de petróleo a nivel mundial y el principal productor de África. Desde su descubrimiento en las costas de Nigeria en la década de los 70′s, este se ha convertido en una importante fuente de riqueza, al representar el 90% de las exportaciones de y más del 80% de los ingresos del gobierno.

Pero estas riquezas del petróleo no han sido acompañadas por la prosperidad económica ni la seguridad alimentaria para la mayoría de la población del país. A principios de este año, se realizaron preparativos en el norte de Nigeria por la escasez de alimentos prevista, debido a la severa escasez de agua, la caída de los precios del ganado y el aumento del costo de los cereales. En su blog, el nigeriano Jachi Ibeziako Ezeji, un profesional del desarrollo sostenible, explica sobre los afectados por estos tipos de escasez:

“Nigeria, una ex nación agraria, abandonó la agricultura en la década de los 80′s cuando el gobierno reorientó la economía a la exploración de petróleo… Lamentablemente, la mayor parte de estos ingresos es robado por los políticos y sus secuaces. La consecuencia es que hoy, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, 91 millones de nigerianos que representan el 65% de la población del país padecen de inseguridad alimentaria”.

Nigeria tenía una sólida base agrícola antes de la bonanza petrolera, pero durante los años sus grandes granjas y plantaciones han sido descuidadas. El periodista David Hecht, quien escribió una serie sobre la crisis del hambre en Nigeria, dice que alrededor del 90% de su actual producción agrícola procede de pequeñas granjas ineficientes. La mayoría de los agricultores tienen poco o ningún acceso a la tecnología moderna, como los fertilizantes y el riego. Como resultado, se ha convertido en uno de los mayores importadores de alimentos básicos del mundo, especialmente arroz y trigo. Incluso con estas importaciones, más de un cuarto de los nigerianos menores de 5 años sufren de desnutrición.

La industria petrolera del país, que se localiza principalmente en el Delta del Níger, también se ha convertido en una fuente de conflictos, corrupción y abusos contra los derechos humanos. Un informe de Amnistía Internacional dijo que son muy graves las consecuencias ambientales de la industria.

Algunos medios informan que más petróleo se derrama en el Delta del Níger cada año de lo que se ha perdido en el Golfo de México. Estos derrames causan contaminación que afecta gravemente a las comunidades aledañas, al disminuir las poblaciones de peces y contaminar el abastecimiento de agua y tierras cultivables.

El blog Niger Delta Unrest reseñó una protesta contra la falta de acción por la Shell y el gobierno de Nigeria tras un derrame de gran tamaño en alta mar. La gente de la comunidad afectada en Bodo habló de sus quejas:

“Ellos detallaron cómo había hambre y sed esparcidas en la comunidad: todos los peces habían muerto, el agua contaminada, el acceso a los arroyos bloqueado y el sub-suelo contaminado y los cultivos envenenados. Una mujer presentó una cesta con apenas algo de yuca destinada a alimentar a su familia durante una semana. Era sólo lo suficiente para una persona. Otra mujer se adelantó y dijo que su hijo de ocho años de edad había muerto de hambre… un líder del Consejo de la Juventud, el mismo que había estado haciendo de intérprete, habló de sus frustraciones y cómo sentía que el control se le escapaba de las manos. Dijo que era imposible conseguir calmar a los jóvenes en el pueblo y que estaba seguro de que algunos de ellos caerían en la milicia y la acción armada. ‘Un hombre hambriento es un hombre iracundo’, dijo, algo que ocurre en gran parte de este continente aún maltratado.

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