Habló el padre de la criatura

Habló el padre de la criatura
Fecha de publicación: 
10 Febrero 2021
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Si alguien tenía alguna duda de quién está detrás del grupúsculo contrarrevolucionario de San Isidro, y de esos “abogados” que fueron el 27 de noviembre a apoyarlos ante el Ministerio de Cultura, ahora  tienen la respuesta de quien es el verdadero padre de esa criatura, Estados Unidos, que bajo el ropaje del arte, pretenden conformar una agrupación contra de la Revolución, como hicieron en décadas anteriores.

El 9 de febrero 2021, los senadores demócratas Bob Menéndez, Richard Durbin y Ben Cardin, junto al republicano Marco Rubio, presentaron ante el Senado de los Estados Unidos, una resolución bipartidista en solidaridad con los integrantes del llamado “Movimiento San Isidro”, solicitando a las autoridades cubanas iniciar un proceso de diálogo con los artistas independientes, la liberación del rapero Denis Solís, la derogación inmediata de los decretos 349 y 370 y otras leyes y regulaciones que, según ellos “violan la libertad de expresión”.

¿Pensarán esos senadores que están en la Cuba de 1902, cuando entró en vigor el execrable apéndice constitucional, conocido como Enmienda Platt, impuesta por el Congreso yanqui que les permitía hacer lo que desearan en la Isla?

Quienes jamás se han pronunciado contra las acciones terroristas diseñadas por la CIA, respaldaron el otorgamiento del estatus de refugiados políticos a connotados asesinos, como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, no tienen derecho a inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba, libre y soberana de la bota imperial desde el triunfo de la Revolución popular, el 1ro de enero de 1959, la cual derrocó al ahijado predilecto de Washington, el tirano Fulgencio Batista Záldivar.

Antes de mirar hacia el sur, esos legisladores deben concentrarse en condenar a quien puso en peligros sus vidas, por estimular el ataque terrorista contra el Capitolio Nacional.

Esta resolución es parte del espectáculo mediático financiado por la CIA, a través de sus organizaciones pantallas, la USAID y la NED, denunciado por Cuba para que el pueblo conozca la verdad y quienes son los directores y productores del show y sus propósitos.

Son 62 años descubriendo y cortando cientos de planes subversivos, para aplastar el proceso revolucionario cubano que tanto odian los yanquis, al no poder impedirlo como deseaban el presidente Dwight Eisenhower y el director de la CIA, Allen Dulles, según acta de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional del 23 de diciembre de 1958, cuando expresaron:

“Hay que evitar la victoria de Fidel Castro y buscar una tercera fuerza que podría crecer en influencia y fortaleza, si se selecciona a la persona capaz y se le garantiza dinero y el armamento necesario”.

En sus memorias publicadas en 1965, Eisenhower escribió:

“Durante la premura de estos últimos acontecimientos en los días finales de 1958, la CIA sugirió por primera vez, que una victoria de Castro pudiera no estar entre los mejores intereses para los Estados Unidos”.

Por eso el odio desatado contra la Revolución, los planes para asesinar a Fidel, la creación de la contrarrevolución, las bandas de asesinos conformadas en las montañas del centro de la Isla y en las provincias occidentales, abastecidas por la CIA con armas y dinero; la invasión por Bahía de Cochinos, las redes de espías creadas para obtener información del desarrollo económico del país, a fin de impedirlo, su guerra económica, comercial y financiera, unida a la biológica para introducir plagas y enfermedades, como la epidemia de la meningitis y el dengue hemorrágico, entre muchas.

¿Pensarán esos senadores y sus lacayos de nueva generación en la Isla, que los cubanos perdieron la memoria?

San Isidro y 27N tienen el mismo cordón umbilical que aquellas fabricadas por la CIA desde 1959, algo que se afirma en su programa de Acciones Encubiertas aprobado en marzo de 1960:

“Crear una oposición cubana responsable, atractiva y unificada, que se declare públicamente como tal. La propaganda oral servirá para atraer la lealtad de los cubanos de una forma real; dirigir y llevar a cabo varias actividades de la oposición, y proporcionar una cobertura para otras operaciones compartimentadas controladas por la CIA”.

Lo que sucede ahora es copia de los viejos planes que nunca han logrado sus propósitos anexionistas.

Desde 1976, un grupito de elementos contrarrevolucionarios dirigidos y financiados por la CIA, iniciaron las primeras denuncias de supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba. Entre ellos se encontraban Ricardo Bofill Pagés, Marta Frayde Barraque, Adolfo Rivero Caro, Elizardo Sánchez Santacruz, Edmigio López Castillo y Enrique Hernández Méndez, fundadores del Comité Cubano Pro Derechos Humanos.

En 1987 ante el fracaso de ese Comité, desde Estados Unidos recibieron órdenes de conformar públicamente la Comisión Cubana de Derechos Humanos, la cual dieron a conocer durante reunión efectuada en la iglesia San Juan de Letrán, en el Vedado.

La estrategia yanqui era multiplicar la actividad contrarrevolucionaria, como “prueba” de que el movimiento popular desafiaba al gobierno y ganaba terreno.

Funcionarios del Departamento declaraban: “Los opositores en Cuba juegan un papel clave en nuestra estrategia de cambio democrático en la Isla”.

Hoy Tania Brugueras y otros más, pretenden a traer a jóvenes artistas, sabiendo que para la Revolución la cultura ocupa un lugar especial, como jamás tuvo en la seudo república, donde los artistas no tenían apoyo gubernamental, ni escuelas para la formación académica.

El show montado con personas de baja catadura moral, como Luis Manuel Otero Alcántara y Denis Solís, así como la campaña estructurada sobre el ministro de cultura, no tienen cabidas en Cuba y pasarán sin penas ni glorias, porque hoy el pueblo tiene más sabiduría política y está bien informado de la verdad, gracias a las mismas redes sociales que los yanquis pretenden manipular a su antojo.

El llamado de esos senadores, al servicio de la mafia terrorista anticubana, a gobiernos y legisladores democráticos de Europa y América Latina para que se unan a la guerra mediática contra Cuba, no tiene futuro. Actualmente en el mundo se constatan verdaderas violaciones a los derechos humanos, como sucede en Chile, Colombia, Guatemala, Perú, El Salvador, Honduras, Francia, España, Países Bajos y otros, donde aquellos que salen a las calles a protestar por mejoras de vida, son salvajemente reprimidos, sin que los jefes que las ordenan sean removidos de sus cargos.

Marco Rubio, quien apoyó a Donald Trump en su carrera de mentiras, pretende entorpecer el posible cambio de política hacia Cuba, por parte de Joe Biden, pero la historia le pasará por encima, porque como aseguró José Martí:

“Sobre serpientes ¿quién levanta pueblos?”

Tomado de El Heraldo Cubano

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