Castillo atemoriza a la derecha: Posibilidad de cambio en Perú

El barraje de ataques contra el candidato presidencial peruano Pedro Castillo ha ido subiendo de tono, con el fin de desacreditar a un postulante que no esconde su ideología de izquierda y es favorito para derrotar a la derechista Keiko Fujimori en la segunda vuelta pactada para el 6de junio venidero.

Así lo confirman el aparentemente objetivo The New York Times, la local revista Caretas y otros medios de comunicación peruanos, además de una Wikipedia que añadió a la biografía de Castillo la palabra corrupto, sin presentar pruebas.

El candidato de Perú Posible ha sido amenazado de muerte, además de que ha tenido que luchar contra una enfermedad respiratoria, pero sigue desbordando energía.

El investigador y escritor Alberto Chirif afirmó que “la derecha bruta y achorada” incrementa su capacidad de fuego contra Pedro Castillo, porque teme que su elección signifique un cambio de rumbo profundo en el destino del país.

En la publicación virtual Debates indígenas. Chirif, un antropólogo, comienza su artículo con este párrafo: “La victoria en la primera vuelta de Pedro Castillo sorprendió al país y la región. El maestro rural supo representar la identidad indígena y campesina, al mismo tiempo que personificó el discurso de cambio. De cara al balotaje, Keiko Fujimori no logra desprenderse de la imagen de corrupción de su padre y de la desestabilización que generó en los últimos años”.

En las más recientes encuestas, Castillo duplica en intención de voto a la hija de Alberto Fujimori, lo cual demuestra que hay una posibilidad de transformar una economía marcada por la desigualdad.

NADA TRANSPARENTE

Lo más sintomático es que una aparente observadora objetiva, Adriana Urrutia, presidenta de Transparencia Internacional, afirmó que, en este momento, el 57% de los peruanos está dispuesto a apoyar un golpe de Estado.

Recordemos que desde que la Constitución Política de Perú de 1979 estableció una “segunda vuelta” cuando ninguno de los candidatos a la presidencia alcance más de la mitad de los votos válidamente emitidos (sin considerar los en blanco y nulos), solo se había presentado un caso en el que los finalistas fuesen de un partido de derecha y el otro de izquierda.

Ocurrió en 1985, cuando Alan García Pérez, representante del APRA, partido que en sus inicios tuvo posiciones progresistas y antimperialistas, ganó la votación, y Alfonso Barrantes Lingán, de Izquierda Unida, quedó en segundo lugar.

Aquella vez, Barrantes renunció al balotaje al considerar que era un acto inútil y oneroso para el país dada la diferencia de votos que había obtenido García.

Estos comicios ocurren en un momento en que la epidemia y la crisis económica hicieron aumentar en cinco millones el número de pobres.

En una reciente presentación, la economista Carolina Trivelli comentó que la población en situación de vulnerabilidad podría ser la más afectada, tras el impacto económico que vive el país a causa de la pandemia por la COVID-19.

Según Trivelli, el problema no solo afectó a la población que está en situación de pobreza, sino también a la que vive en vulnerabilidad a pesar de, supuestamente, vivir por encima de esa línea.

“Las cifras de pobreza, probablemente, en buena medida, se van a revertir luego del 2021, pero habrá grupos que no se van a poder recuperar aún si el Perú se reactiva”, comentó.

En 2019, el índice de pobreza monetaria que registraba el Instituto de Estadística e Informática afectó al 20,2% de la población del país, prácticamente los mismos niveles de estudios realizados en el 2018.