Cali rebelde: Colombia se sigue desangrando (+ VIDEO)

Ni en Cali ni en Medellín han cesado las manifestaciones contra el mal gobierno de Iván Duque, luego que el Comité Nacional de Paro suspendiera momentáneamente las protestas que se han venido realizando regularmente durante casi dos meses, en un intento aún baldío para que el susodicho reconsidere medidas antipopulares y acceda a negociar seriamente.

Cierto que la entidad creada al respecto apuntó que ello será temporal y habría nuevas actividades de protesta, pero ello será cada vez más difícil si no se mantiene la unidad ante un régimen que reprime sin límites y le importa un bledo la vida humana, porque sólo tiene como meta eliminar todo aquello que estorbe a su decisión de intensificar la política neoliberal y, según palabras del espurio mandatario, hacerla más perfecta.

Empero, las protestas han proseguido en Cali, ciudad muy golpeada históricamente por la represión, que en estos días han dejado en la nación más de cien muertos –aunque el gobierno sólo reconoce 23-, miles de heridos y un número mayor de detenidos, sin contar los desaparecidos.

En los capítulos de rebeldía siempre ha descollado Cali, víctima de “pogromos” contra las fuerzas revolucionarias, e incluso golpeada por hechos tan negligentes y nunca bien aclarados como el que recuerdo durante mi juventud, cuando el estallido de siete camiones del ejército cargados de explosivos y municiones en el centro de la ciudad causó unos 2 000 muertos y desaparecidos, además de dejar un amplio cráter y derribar edificios enteros.

Por supuesto que las protestas tendrán que reanudarse en todo el país, porque las causas que la generan se mantienen vigentes, y más cuando hay un Congreso controlado por la derecha que se especializa en dictar leyes a espaldas del reclamo popular, como el de evitar que jóvenes de bajos ingresos puedan acceder gratuitamente a las universidades y dar el visto bueno a los organismos encargados de detener, juzgar y condenar a los sospechosos de rebeldía, echando a un lado cualquier principio de respeto a los derechos humanos.

MATANZA CONTINUADA

Uno de los hechos que actualmente se encuentra sin solución es la matanza continúa de líderes sociales en diversas zonas del país, por lo que los manifestantes también reclamaron medidas de protección efectivas para evitar estos sucesos.

De acuerdo con recuentos de organizaciones sociales, en Colombia ocurrieron más de 800 asesinatos, líderes sociales, defensores de medio ambiente, activistas y excombatientes desde que Duque llegó al poder.

La situación es particularmente delicada en el departamento del Cauca (suroeste colombiano), que vive sumido en una espiral de violencia por la presencia de grupos armados, paramilitares y bandas de narcotraficantes.

Las organizaciones sociales también reclaman al gobierno colombiano un mayor compromiso con la implementación del acuerdo de paz con el grupo insurgente Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), alcanzado en el 2016.

En particular, se denuncia el incumplimiento por parte del gobierno respecto al punto del acuerdo que habla de la sustitución gradual y voluntaria de los cultivos de uso ilícito por otras alternativas de subsistencia para las comunidades más pobres.

En abril de este año, Duque presentó seis cuestionamientos a la ley de la justicia para la paz, lo que provocó una ola de críticas.

Todos estos factores han generado un clima de descontento con la Presidencia de Duque, cuya popularidad pasa por sus horas más bajas desde su llegada al gobierno en agosto del 2018. Una encuesta de la empresa Gallup ubicó el nivel de desaprobación del mandatario en 69% por ciento, mientras que su aprobación era de 26%.

Pero Duque se mantiene ahí, indemne, bajo el amparo de la oligarquía y el imperialismo, mientras Colombia se sigue desangrando.