Beirut: ¿Negligencia? ¿Premeditación?

Quizás una flagrante negligencia y una premeditación han sumido aún más al Líbano en un caos total, tanto físico como moral, teniendo a Beirut como centro, donde dos explosiones destruyeron virtualmente su puerto, causando centenar y medios de muertos, más de 5 000 heridos y numerosos desaparecidos, además de dejar sin viviendas a unas 60 000 personas.

Guardar inadecuadamente toneladas de nitrato de amonio durante siete años en el puerto beirutíno, hacerlos estallar en un momento en que la nación está sumida en la anarquía por la grave crisis política y económica, con la debacle bancaria y la corrupción de la elite gobernante, no pudiera ser tan casual, cuando se conoce que el pequeño país está infiltrado hasta la médula por agentes del Mossad israelí.

El presidente libanés, Michel Aoun, afirmó que fueron detenidos los directivos del puerto y castigarán a todos los responsables del desastre que inhabilitó la entraba del 70% de las importaciones y era un punto geoestratégico en la económica Ruta de la Seda preconizado por China.

A ello se suman las consabidas falsas informaciones acerca de la responsabilidad de Hezbollah en las explosiones, algo muy deseado por Israel, cuyo ejército ha sido derrotado por la organización en el campo de batalla.

La ayuda internacional está llegando de todas partes y más cuando ya en El Líbano escasean los alimentos y los insumos médicos para enfrentar a la COVID-19, en tanto la falta de energía provoca apagones de hasta 20 horas al día.

La actual situación de la pequeña nación obliga al gobierno libanés a acciones que tienen el peligro de llevar a la nación a una deuda fatal con el Fondo Monetario Internacional, además de compromisos con países occidentales, como Francía, antigua potencia colonial, y Estados Unidos, cuyo mandatario dijo que “estoy estudiando la situación”.

Testigo captura el momento de la explosión en el puerto de #Beirut, en el Líbano Youssef Kawtharani/vía REUTERS pic.twitter.com/uxfmy7BGH9

— Reuters Latam (@ReutersLatam) August 8, 2020

Otra fórmula de alivio sería la difícil unidad nacional para buscar ayuda del Este, donde el compromiso sería mínimo y la ayuda pudiera poner a la economía en una situación ventajosa.
  
AMENAZA LATENTE

No son meras conjeturas ni afirmaciones vanas, cuando recordamos como la falange ha actuado varas veces como instrumento de agresión ordenada y vigilada por Israel, como recientes asesinados de dirigentes locales, entre ellos altas figuras del gobierno, y el más lejano genocidio de más de 5 000 niños, mujeres y ancianos en los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila.

Agentes de inteligencia occidentales y la omnipresente Mossad israelí se confabularon con lo más ultra reaccionario del arcoíris libanés para asesinar a Rafiq Hariri, un presidente cristiano, crimen del que acusaron injustificadamente al gobierno sirio, al tiempo que crearon las condiciones para comenzar el aniquilamiento del espectro progresista, agrupado en el Bloque del 8 de marzo y conformado por partidos chiitas, sunnitas. comunistas, drusos, nasserístas y cristianos, con Hezbollah como líder, con el respaldo de Irán y Siria.

La derecha libanesa es heterogénea, pero reaccionaria de principio a fin; es comandada por el bloque 14 de marzo, y en ella también se agrupan un sector de los musulmanes sunnitas y lo peor de las agrupaciones denominadas cristianas.

Según el especialista cubano Abelardo Cueto, la reacción aprovechó el asesinato de Hariri y el señalamiento de autor de este a un dirigente de Hezbollah para dar curso al plan sionista, que, utilizando el llamado Tribunal Especial para el Líbano, ocasionó la retirada de las tropas sirias de la pequeña nación.    

Con ello se aceleró el plan de venganza de Israel, cuando fue derrotado en el 2006 por la resistencia libanesa liderada por Hizbullah, no sin que antes y después la aviación de Tel Aviv bombardeara y destruyera parte de Beirut y otras ciudades sudlibanesas.