Advertencia a EE.UU. China y Rusia: cooperar y no confrontar

Hechos recientes muestran la cada vez mayor política de confrontación que Estados Unidos ha desatado contra Rusia y China, valiéndose de todas las artimañas para presentar a Moscú como el gran violador de los derechos humanos, principalmente en Ucrania, y a China como la nación que pretende dominar al planeta, pisoteando lo que Occidente llama democracia.

Todo pudiera mover a risa, si no fuera el peligro latente de una peligrosa confrontación militar que Washington asegura verbalmente no desear, pero mantiene al mundo al borde del abismo.

Varias veces hemos alertado sobre el gran peligro de haber llevado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte hasta las fronteras rusas, utilizando principalmente a Ucrania, hoy envuelta en una operación militar especial de Moscú para desnazificarla y evitar incluso que se convierta en un brazo nuclear al servicio del Imperio.

En este contexto, y a manera de justificativo, los servicios de Inteligencia estadounidenses consideran a Rusia como un "gran e impredecible" desafío para los próximos 10 años. Si bien señalan que Moscú no busca un conflicto directo con Occidente, no descartan el riesgo de una escalada de tensiones a raíz de la prolongación del conflicto en Ucrania.

En ese punto, un informe acerca de esa cuestión plantea que la operación militar especial rusa en Ucrania "es un evento tectónico que está reconfigurando la relación de Rusia con Occidente y con China". "La escalada del conflicto [en Ucrania] hacia una confrontación militar entre Rusia y Occidente conlleva un riesgo mayor, como no ha sido enfrentado por el mundo en décadas", agrega, según reporta Microsoft News.

SIEMPRE LA AMENAZA

En el caso de China toma otro tipo de ribetes, pero siempre saliendo con la amenaza castrense de gestar en el Pacífico una alianza al estilo de la OTAN, que limite las posibilidades de los aliados de Beijing y evite que Taiwán se integre al territorio continental, como hicieron Macao y Hong Kong, mediante la fórmula de un país, dos sistemas.

"China, que desafía cada vez más a Estados Unidos económica, tecnológica, política y militarmente en todo el mundo, sigue siendo nuestra prioridad sin precedentes", afirmó la directora de Inteligencia Nacional estadounidense, Abril Aines.

Sostiene también que Beijing busca "promover una alternativa liderada por China en los foros y marcos internacionales de desarrollo y seguridad, a menudo dominados por Estados Unidos y Occidente". apunta Andy Wong, de The Associated Press.

En este contexto, Reuters señala, a su vez, que el reporte admite que el gigante asiático juega un papel "central para las cadenas de suministro globales" cuando se trata de semiconductores, minerales de tierras raras, baterías, paneles solares y productos farmacéuticos. Este contexto "podría representar un riesgo significativo" para las economías occidentales, en caso de que China sea "capaz de aprovechar hábilmente su dominio para obtener ganancias políticas o económicas", advierte.

Por su parte, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gong, culpó a Estados Unidos de aumentar las tensiones entre Washington y Beijing, y afirmó que, si la Casa Blanca no cambia de rumbo, habrá "conflicto y confrontación".

"La percepción y las opiniones de EE.UU. sobre China están gravemente distorsionadas. Considera a China como su principal rival y el desafío geopolítico más importante [...] el resultado es que la política de EE.UU. sobre China se ha desviado por completo de la vía racional y sensata", declaró el canciller durante una conferencia de prensa celebrada en el marco de la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional en Beijíng. 

Según Qin, EE.UU. afirma que busca superar a China compitiendo, aunque en realidad su llamada "competencia" significa "contener y suprimir a China en todos los aspectos" y encerrar a los dos países en un juego que no genera beneficios a ninguno.

NECESARIA COOPERACIÓN

Sin dudas, toda esta belicosidad estadounidense lleva a consolidar aún más la cooperación entre Beijing y Moscú, como ayuda a promover la multipolaridad, la verdadera democracia –la participativa- y el equilibrio estratégico en el escenario mundial.

Y es que con China y Rusia trabajando juntos, el mundo tendrá la fuerza motriz para la multipolaridad y la democracia en las relaciones internacionales y el equilibrio estratégico global estará mejor garantizado. 

Esto es algo que los principales dirigentes de ambas naciones han expresado y reiterado, mostrando ejemplos fehacientes, porque se basan en los principios de no alianza contra otros países, ni confrontación ni ataque contra ellos, y así se evita alguna interferencia o discordia sembrada por un tercero.

Desde miles kilómetros de distancia de ambas naciones amigas y muy cerca del Imperio se hace razonable pensar que cuanto más inestable se vuelve el mundo, más imperativo es que China y Rusia avancen constantemente en sus relaciones.

Ello hace recordar anteriores palabras de la dirigencia china, al asegurar que tales vínculos no representan una amenaza para ningún país. 

En cuanto a la posibilidad de que ambas naciones pensaran no recurrir al dólar estadounidense o el euro a la hora de realizar los pagos en su comercio bilateral, ya el canciller Qin había indicado a Xinhua que "se debe usar cualquier moneda que sea eficiente, segura y creíble". "Las monedas no deben ser cartas de triunfo para las sanciones unilaterales, y mucho menos de agresión”, acotó.